10.- Enamorado.

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Cuando la puerta del departamento de Jungkook se encontró frente a él, HoSeok dudó un poco en si debía o no llamar al timbre.

Su charla con JiMin de apenas unas cuantas horas atrás seguía rondando fresca en su mente. 

"Él tiene miedo"

Un suspiro sale de sus labios, sus ojos se cierran y aún dubitativo levanta su mano, tocando el timbre segundos después.

Pasaron solo un par de minutos, tuvo el tiempo suficiente para decidir el irse o el quedarse. Y sin embargo, la imagen de aquellos bonitos ojos marrones llorando por las noches por una razón que desconocía (ya que JiMin no creyó correcto el contarle todo) le hacía doler ese corazón que latía con fuerza cada vez que de Jungkook se trataba.

Y fueron solo unos minutos en los que la puerta tardó en ser abierta y un delgado y ojeroso castaño lo recibiera. 

Fueron solo unos minutos; unos cortos minutos en los que a Jung HoSeok le llevó comprender que, definitivamente, estaba enamorado de Jeon Jungkook.

Porque ya no solo era un me gustas, era algo incluso más fuerte el que lo hacía querer quedarse junto al más joven todos los días que se le fueran permitidos.

—Hyung...

La vocecita sorprendida del Jungkook lo sacó de su pequeño trance en donde solo sus ojos podían ver aquel rostro pálido y de labios rosas que tanto había extrañado. Y sonrió, aunque no era momento para hacerlo, era algo, que por alguna razón aparente no podía evitar. Sus labios se elevaron en una pequeña curva ladina. Sin embargo, esta no fue correspondida, y fue cuando su mente se dió cuenta una vez más, de que las cosas no iban exactamente bien.

—JungKookie. —  y aunque su voz suena dulce al pronunciar su nombre, puede ver como el menor baja el rostro, sus triste ojos fijos en el piso de madera. Él está avergonzado, HoSeok pude deducirlo fácilmente— ¿Podemos hablar?— se aventura a preguntar, manteniendo ese tono bajo y esa diminuta y apenas perceptible sonrisa en sus finos belfos.

Y no hay respuesta, por lo menos no una verbal por parte del contrario. Jungkook solo asiente con hombros encogidos y su labio inferior siendo aprisionado por sus propios dientes. Abre la puerta un poco más, y aunque sigue sin haber palabra alguna, HoSeok toma esto como una invitación a entrar.

Jungkook jamás había dejado que nadie, a excepción de JiMin se adentrará a la soledad de su apartamento. Este era su lugar seguro. El único espacio donde podía ser él mismo y en donde nadie era capaz de interrumpir sus mil y un pensamientos autodestructivos.

Jeon cierra la puerta tras él una vez ambos se encuentran dentro. Él ve como HoSeok se detiene a la mitad de su sala; todo él desentonando con el deprimente ambiente que rodeaba el lugar, con ese largo abrigo de color gris que lo hacía ver aún más guapo de lo que ya era, haciendo que las ganas de correr y abrazarse a su torso y esconder el rostro en su pecho nacieran dentro del pequeño castaño.

Jungkook siente su propio aliento atorarse en su garganta, porque él no debía pensar en esa cosa en una situacion como está. No ahora cuando muy posiblemente estaba a punto de ser hecho a un lado por ser un cobarde que no era capaz de apreciar lo único bueno que la vida le daba. 

Porque Jung HoSeok era Sol y calor, y él era... una insípida y fría lluvia.

— Hablé con JiMin. — el mayor de ambos comienza a decir, y Jungkook siente la necesidad de querer abrazarse a sí mismo—. Yo... Estaba preocupado y... Un poco mal siendo sincero.

—Lo siento. — es un pequeño susurro, HoSeok niega, acercándose unos pasos al ojimarron.

—Esta bien. — sus manos tiemblan por las ganas de querer tomar aquel bonito rostro entre ellas, pero, ¿Podía hacerlo? ¿Y si Jungkook terminaba por rechazarlo? prefirió no arriesgarse—. Él me dijo, que necesitabas tiempo para pensar, que era por eso que no habías asistido a clases todos estos días, o atendido mis llamadas. — con mejillas sonrojadas Jungkook lo miro.

—¿Él te dijo algo más?— se atrevió a preguntar, y el silencio de su mayor lo hizo sentir nervioso. Sus avellanados orbes lo miraban con detenimiento, y aunque su rostro era todo serenidad y sus palabras eran dulces como cada vez que se dirigía a él, Jungkook no podía evitar el miedo crecer dentro de su pecho. 

¿Miedo a qué? Miedo a todo. 

HoSeok se debatía mentalmente en si debía decir aquello que JiMin había dicho, "Él tiene miedo", ¿Y si Jungkook se molestaba con el rubio? Jung no quería que su amistad terminará por su culpa.

Sin embargo, necesitaba respuestas, y está vez, no solo para poder aclarar sus dudas, si no, para poder encontrar la forma de ayudar a aquel chico que desde del primer día, se había adueñado de todos y cada uno de sus pensamientos y suspiros.

Así que, mirándolo directo a los ojos, y acercándose un par de pasos más, él elevó su diestra, acariciando con la palma de su mano la roja mejilla del castañito. Pudo sentir el momento exacto en donde el cuerpo ajeno se tensó bajo su tacto, así como también, después de varios segundos, se relajó ante la caricia. HoSeok sonrió con labios cerrados.

— Él dijo que tenías miedo.

JungKook lo mira a los ojos, justo en ese momento en el que el mayor lo miraba con tanto detenimiento que se sintió pequeño bajo ese color avellana que su mirar desprendía. Había tanta dulzura en esos orbes, que Jeon, simplemente, no sabía qué decir. Sus palabras habían quedado olvidadas en lo más profundo de sus propios pensamientos, ahogados con sus sentimientos y escondidos junto a sus miedos. 

Sus labios se separaron, tratando de negar lo innegable, sin embargo, HoSeok se adelanta, y JungKook no puede evitar el sentir cómo las lágrimas se amontonan una tras otra en las esquinas de sus marrones ojos. 

—¿Quién te ha hecho tanto daño? 

¿Como explicarle a ese maravilloso chico que, con el paso de los años, ha sido él mismo quien más daño se ha hecho, sin ayuda de nadie? ¿Como decir que día a día lucha con su baja autoestima y otros problemas que esta misma ha acarreado con ella? Podía culpar a la sociedad que los rodeaba y sus altos estándares de belleza que aunque intentarán negarlo, era importante para un gran porcentaje de la población mundialmente hablando. Él podría fácilmente dar un enorme discurso de aquello y lograr salir de ese interrogatorio sin dejarse ver aún más patético frente a su hyung. 

Pero él estaría mintiendo, y si había algo que JungKook odiaba (incluso más que a él mismo) eran las mentiras. 

Porque aunque él no estaba obligado a verse como los demás, él realmente sentía la necesidad de encajar ese pequeño o gran porcentaje de personas que no tenían que vivir con preocupación de verse bien todos los días. Total, ellos lo hacían incluso sin siquiera esforzarse. 

—No lo entenderías aunque tratara de explicártelo. — con delicadeza, aleja la mano ajena de su rostro. La desilusión se dibuja en el rostro del oji avellana. 

—¿Por qué no lo intentas y lo descubrimos juntos? 

HoSeok si que era perseverante. 

Le gustaba. 

Definitivamente Jung HoSeok le gustaba. 



















Tanto tiempo ah~

Me están costando un poco los capítulos de esta fic, además de que mi trabajo no me debaja mucho tiempo, pero ahora estoy segura de que la siguiente actualización no tardará tanto :)

Igual, gracias por leer, la espera y la paciencia 💜










"I Like You" - HopeKookWhere stories live. Discover now