"I Like You" - HopeKook

6.- Atardecer.

—Creí que ahora comenzarías a traer tu propio almuerzo, hyung. — Jungkook comenta cuando ve una mueca de desagrado total en los labios del rubio, quién dubitativo observa el arroz sobre su bandeja con desconfianza en su escrutinio.

JiMin gruñe, dejando los palillos de lado—. Me levanto demasiado tarde por la mañanas. Apenas si tengo tiempo de llegar a clases. — rendido, se apoya contra la mesa, descansando entre las palmas de sus manos su rostro.

Jungkook lo mira por entre los cristales de sus redondos anteojos; serio, sin ninguna emoción en esos ojos marrones oscuros.

—¿Qué? — el mayor cuestiona, una de las cejas del castañito se arquea. JiMin baja sus manos hasta su regazo, hundiéndose en su lugar.

—¿Te estás desvelando por la noches otra vez, hyung? — pregunta, y JiMin frunce el ceño, mínimamente ofendido por el tono de regaño que Jungkook empleó—. Sabes que hacer eso solo te causa mal humor y baja tu rendimiento durante el día.

—Hey, hey, alto ahí, tú niño irrespetuoso— el rubio se endereza sobre su asiento—. ¿Debo recordarte que fuiste tú quien me despertó hoy a las cinco de la mañana solo porque el amanecer estaba lindo y querías tomar fotografías?

—Hubieras podido dormir más si ayer llegando a tu departamento hubieras ido directamente a dormir y no a hacer quién sabe qué.

JiMin abrió la boca, queriendo protestar sobre ello, no obstante, sin nada que decir realmente, se dedicó a solo bufar y recargar su espalda sobre el respaldo de su silla, cruzando sus brazos sobre su pecho y un puchero en sus labios.

Jungkook sonrió ladino, regresando su atención al cuaderno con apuntes frente a él sobre la mesa. Su bandeja del almuerzo seguía junto a él, aún llena y abandonada. Y es que, aunque él mismo debía admitir que el día de hoy iba bastante bueno para ser real, el apetito lo había perdido desde ayer por la noche.

El castañito había ganado un par de kilos en lo que iba de la última semana, y él realmente no quería seguir subiendo.

<<No más comida basura, Jungkook>> se había dicho frente al espejo, observándose con desagrado antes de ir a la cama.

De cierta forma aquello había también influenciado un poco en su falta de sueño. 

Sentía la mirada amielada de JiMin sobre él. El menor estaba seguro que en cualquier momento le reclamaría por no haber probado bocado en todo lo que iba de sus dos horas libres. Y aunque Jungkook se sentía bien el día de hoy (un poco hambriento, pero bien después de todo) ganas de discutir era lo único que no tenía.

Así que levantó el rostro, acomodó sobre el tabique de su nariz sus anteojos y, apoyando las manos sobre la mesa, conectó su mirada marrón con la del rubio; una pregunta sin voz ni sonido flotando en el aire.

JiMin señala la comida con un movimiento de cabeza, Jungkook se encoge de hombros. JiMin frunce el ceño y volviendo a abrir la boca, es interrumpido de pronto.

—Hola, chicos. ¿Qué hacen?

La alegre voz de Jung HoSeok hace acto de presencia, terminando sin saber, con una batalla silenciosa de miradas y gestos típicas de aquellos dos menores.

Jungkook vuelve a su trabajo, casi enterrando su rostro el los apuntes y tomando con fuerza el bolígrafo entre sus dedos.

Porque aunque internamente deseaba encontrarse con el mayor por lo menos una vez esa mañana, lo cierto era que el ojiavellana aún lo ponía sumamente nervioso.

JiMin se mordió el labio al notar como kook se cohibia de un momento a otro ante la presencia de HoSeok. Una sonrisita traviesa se dibujó en su boca.