𝐂𝐔𝐑𝐈𝐎𝐒𝐈𝐓𝐘 𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐈𝐆𝐄𝐑?

05(Mi nombre es Mina)

Primer día en el trabajo y Mima no había convencido a Chaeyoung de volver, tenía miedo de que la acusaran de ladrona pero se impresionó al ver otro tigre en el zoológico, eso sí, la mayor iba dispuesta a renunciar, se iba a dedicar a lo que estudio, es más tenía una solicitud de trabajo, nunca se había sentido tan feliz y triste a la vez.

Se tenía que despedir de sus compañeros y compañeras, eso le dolió un poco, pues había hecho buenos amigos, aunque esta oportunidad no la podía rechazar, tendría un mejor sueldo y ya había pensando en mudarse, solo que ahora tenía una inquilina en su hogar que la incomodaba pero ya encontraría una manera de alejarla de su vida, y esa manera eran sus amigas.

Nadie era más fastidiosa que todas sus amigas, estaba dispuesta a presentarselas. Su plan iba perfecto, había renunciado y la próxima semana empezaba, tenía que tener más trabajo pero eso no quitaba que trabajaba de algo que le gustaba y que era beneficiario para su vida, al llegar a su hogar se sentó en la silla más cercana a la cocina, todo estaba en silencio, era raro.

Tampoco pensó mucho en Chaeyoung es más, tenía la esperanza de que se fuera solita tal y como llegó, sin tener que ver su rostro triste por despacharla, porque aunque no lo demostrara Mina tenía corazón y uno muy torpe como ella.

—Chaeyoungie—Dijo, ya estaba empezando a impacientarse, estaba sudando, no sabía porque sentía esa necesidad de saber en donde estaba la menor, incluso cuando esta lo único que hacía era pedir de su comida y lastimarla de cualquier forma que se le ocurriera.

Ningún rastro, no estaba en su habitación, ni en el baño, tampoco estaba en la sala y lo que más le impresionó, tampoco estaba en la cocina, se había puesto nerviosa, pensaba que la habían encontrado o que alguien había entrado y le había hecho algo malo. Y si había muer...no eso no, de caminar lentamente paso a correr desesperada por todos lados buscando a la menor, cuando llego al jardín de su hogar, se encontró con una escena que le dio mil infartos.

—C-Chaeyoung, ¡bájate de ahí!—Gritó molesta, no era para nada normal encontrarte a una hibrida encima del tejado de tu casa, pero Chaeyoung tenía otros planes, saltó del tejado hasta la piscina, y aunque fue divertido ver el rostro rojo y peor aún mojado de Mina, estaba asustada.

Se había esmerado en ponerse linda, estaba de muy bien humor, las cosas estaban mejorando, pero esto había traspasado la felicidad, y la había convertido en rabia, apretó la mandíbula y sin decir nada más tomó de la oreja a la menor que se quejaba de dolor, mostrando los dientes en un intento de atemorizar a la bestia que se había apoderado de Mina, pero nada podía atemorizar a la Mina molesta.

La sentó de un golpe, Chaeyoung subió la mano y soltó un rugido que podía asustar a cualquiera menos a la persona sin expresión que tenía frente a ella—Mis amigas vienen, te pido por lo más sagrado que tengas, que te comportes, quiero que te vistas con lo que yo te traiga y sin decir absolutamente nada.

Asintió y comenzó a vestirse, estaba muy molesta pero poco le importaba a Mina que aunque ya se había arreglado por segunda vez en el día, seguía tan molesta que era capaz de calentar una comida con su mirada—Cuando era un tigre, ella no me hablaba así, me dijo hasta que era linda—Pensó cerrando la cremallera del pantalón.

—E-estupida—Mina levantó la mirada.

—¿Que dijiste?—Preguntó alzando la ceja izquierda.

—Nada—Bajó la mirada nuevamente y siguió balbuceando una que otra maldición, la cual era respondida con un leve golpe en su cabeza.

—Esta bien, si te llevas bien con mis amigas y te comportas de manera adecuada, te compraré la ropa que quieras—Los ojitos marrones de Chaeyoung se iluminaron, Mina inclinó la cabeza hacía la izquierda le parecía un poco tierna, claro solo cuando la mirabas, porque cuando sabías como era todo se iba por la borda.

—Lo haré—Salto varias veces, la mayor frunció el ceño, ya había sido demasiado para ella—¿Como te llamas?—Preguntó con sus orejitas hacia arriba. Se había empezado a emocionar por algo tan simple como saber su nombre.

Mina impresionada contestó—Mi nombre es Mina—Una sonrisa surco sus labios, una de las primeras veces para no decir la primera vez que la vio sonreír, pero en realidad estaba un poco avergonzada, no era normal que alguien le preguntara tan entusiasmada cual era su nombre.

—Es muy lindo—Chillo, pero al darse cuenta de lo que dijo, tapó su rostro, éste se tornó de un color rojizo. Parecía una de esas frutas que le estaban empezando a gustar.

¿Presas, fletas?. Pensó, ya sé había olvidado del nombre, aunque tampoco le daba mucha importancia.