07(Un lo siento no hace la diferencia)

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Ya había pasado un día y Chaeyoung no estaba dispuesta aceptar las palabras ni siquiera la comida de la mayor, mientras que Mina seguía tras ella, se sentía mal, ya había dejado de pensar en echarla de la casa ¡debería agradecer eso!, además de que le preparaba lo que le gustaba, cosa que ella odiaba, pero lo hacía para que aceptara sus disculpas.

—Lo siento Chaeyoung, se que dije eso y esta mal pero no fue mi intención—La menor la miró con recelo—Bueno si fue mi intención. Pero esta mal—Hizo un mohín—Lo siento Chaeyoungie.

La antes mencionada se dio la vuelta impresionada, esa era Myoui Mina la amargada haciendo ¡aegyo!. Rio internamente, y negó varias veces, ya le parecía divertido que le hicieran todo lo que ella quería, se recostó en el sofá y cerró los ojos, podía aguantar todo menos el hambre, su estómago rugía, ronroneo acariciandolo.

Mina al ver esto, caminó desinteresada a la cocina buscó la comida que le daría a Chaeyoung y se sentó frente a ella, en posición de indio colocando el plato entre sus piernas, encendió la tv y comenzó a comer lentamente, viendo como la hibrida con sus ojitos cerrados y la cola danzando de un lado a otro, olfateaba el ambiente.

Suspiró y se metió un pedazo de carne a la boca. Mordió su labio inferior y siguió comiendo, observando de reojo a Chaeyoung, que se movía impaciente a su lado—¿Quieres?—Preguntó inocentemente.

—N-no—Respondió desviando la mirada.

—Que mal porque esta delicioso—No lo estaba, la verdad es que lo hizo como a Chaeyoung le gustaba y a ella no le gustaba así es más la odiaba.

—Q-que bien—Se obligo a mirar hacia otro lado, estaba comenzando a pensar en comida, eso no estaba bien, sus dientes salieron al ver un pajarito reposando en la ventana, la menor abrió los ojos y se volvieron más amarillo de lo normal, saltó para atrapar al indefenso animal, pero se topó con el fuerte cristal, Mina agradeció en su interior que estos fueran indestructibles.

Una gran parte de ella quería reír hasta que se le olvidara como respirar, pero se contuvo al escuchar los pequeños sollozos de Chaeyoung mientras acariciaba su cabecita, Mina se acercó con una pequeña sonrisa y la ayudó a levantarse, tenía un gran moretón en la frente, pero se quitaría fácilmente con un poco de hielo y medicinas.

—Siéntate, traeré hielo para que te pongas en el golpe, y...come, por favor—Era la primera vez que Chaeyoung veía a Mina preocupada y sincera, solo asintió a regaña dientes, siseo al tocar su frente para comprobar que si estaba herida.

Si su familia estuviera ahí, sería el hazmerreír de todos, sonrió lentamente al recordar a su familia, miró su grandes manos, al ver una mancha en la mano derecha sonrió tristemente, estaba apunto de llorar más fuerte cuando Mina llegó y le colocó rápidamente la bolsa de hielo en su cabeza, además le dio algunas pastillas para el dolor y la hinchazón.

—Tienes que tener cuidado, gatita tonta—Chaeyoung iba a protestar, ella no era un gato era una tigresa, pero al ver el rostro de Mina se contuvo, sus ojos estaban más claros de lo normal, sus mejillas abultadas, elevó una mano quería acariciarla pero la apartó al ver como Mina sonreía, sus ojos se cerraban, sus mejillas crecían aún más. Estaba segura que moriría de un infarto si no dejaba de hacer eso.

Pero a la final hizo la misma acción de la contraría sonreír, y Mina se dio cuenta de ello, así que volvió a sonreír, Chaeyoung se quedo observandola en todo el proceso.

¿Como puede ser tan linda?

Pensaron al unísono, Mina se levantó de golpe y acarició la cabecita de Chaeyoung, esta acepto gustosa el afecto de amor, pues era difícil tener uno de Mina, aunque no le gustara mucho estaba feliz de tenerlo de la japonesa.

— Gracias —Susurró y siguió comiendo, la comida pare ella era fundamental y aprendio una lección de eso: incluso si estás peleada con la persona que te da de comer, come de su comida y no ma niegues nunca o te golpearas muy fuerte.

Chaeyoung ya no estaba dispuesta a despreciar la comida de nadie, sonrió y dejó el plato a un lado, acariciando su pancita que ya estaba llena, bostezo y se acomodó mejor, quería ver lo que hacía la mayor. Se impresionó al ver que estaba dormida, con la boca ligeramente abierta y salían leves balbuceos de ésta, la rubia se levantó y la cubrió con algunas mantas y se acurruco a su lado.

Quedándose dormida al instante, el calor que emanaba Mina era tranquilizador, el aroma embriagante, y su piel tan suave como un algodón, la menor ronroneo como un gatito feliz. Estaba en un lugar que aunque hubieran gritos de vez en cuando, la trataban bien, se sentia en casa y haría todo lo posible para quedarse en ella.

 Estaba en un lugar que aunque hubieran gritos de vez en cuando, la trataban bien, se sentia en casa y haría todo lo posible para quedarse en ella

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— Eso significa que le pediste disculpas a ese...tigre horrible —Nayeon sacó la lengua en dirección a la hibrida que tenía los brazos cruzados, hizo una mueca como si se abalanzaria para comerla y chillona escondiéndose tras el cuerpo de Mina, Chaeyoung al ver la cercanía frunció las cejas.

Pues Mina ya tenía su olor, técnicamente era de ella y de nadie más, pero al ver como ese estupido conejo se masajeaba y acariciaba con la piel de Su unnie, la molesto de más, se levantó y despegó a la mayor de la hibrida de conejo para luego pasar su lengua rasposa por el cuello de Mina, ésta no sabía que hacer, se quedó estática al sentir esa sensación tan dolorosa e incómoda.

— ¡Basta! —Chillo separándose rápidamente de Chaeyoung.

— ¿Que te ocurre?. Solo estaba quitando el olor a conejo sucio de tu cuerpo, porque tu eres mía y de nadie más —Mina abrió mucho los ojos y la boca pero nada salía de sus labios, solo balbuceos que no se entendían, sus mejillas estaban más rojas que la naricita de Nayeon.

— ¡¿Conejo sucio?! —Gritó Nayeon ofendida, una mano en su pecho, respirando tan lento que estaba asustando a Mina.

— Eso es lo de menos —Murmuró Chaeyoung, viendo los ojos muy abiertos de la japonesa, una pequeña parte de ella quería que Mina dijera que si era de ella, aunque sabía que los humanos eran unos diotas que se negaban a decir lo que sentían por miedo a que los lastimaran.

— Dejen de discutir, parecen unas bebés, ¡calmense ya! —Exclamó al ver a Nayeon saltar hacía la menor— Chaeyoung ve a la habitación.

La hibrida salió corriendo molesta, maldiciendo por lo bajo. Nayeon la observo hasta que se fue, Mina al darse cuenta de esto golpeó levemente la frente de ésta para que dejara de ser tan infantil— Eso me dolió, ella, me da miedo —La japonesa rodó los ojos, y así pasaron el día, Chaeyoung en la habitación jugando y durmiendo, Mina y Nayeon hablando sobre todo.

𝐂𝐔𝐑𝐈𝐎𝐒𝐈𝐓𝐘 𝐊𝐈𝐋𝐋𝐄𝐃 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐈𝐆𝐄𝐑?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora