XVII

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Robb

La noche es simplemente tranquila

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La noche es simplemente tranquila.

El clima de Meeren es tan diferente al de Winterfell. Las noches tan frías como hielo quedan atrás y la calidez abre su paso por la pirámide.

Si alguna vez pensé en regresar a Westeros, ese pensamiento quedó atrás. No estoy listo para regresar a aquel lugar plagado de dolor y estragos de las guerras que consumieron el continente entero.

La gente en este lado del mar necesita ayuda, los mercenarios y esclavistas viven al acecho buscando una oportunidad para consumirlos cada que Daenerys Targaryen quita su mirada de ellos.

Cuando se esparció la noticia de su muerte este lado del mar se convirtió en un caos.

Meeren estaba controlado pero Yunkai y Astapor cayeron con rapidez en manos de los esclavistas.

La gente es diferente, en Westeros al final los gobernantes son reemplazados por alguien más poderoso o por el mismo pueblo.

Aquí todos ven a Daenerys como una envidia del cielo, aquella que los salvo de seguir encadenados y por la cuál morirían.

Es muy amable con sus invitados, sin importar si son de cuna noble o no. Las personas le sirven por el gusto de hacerlo, y ella los recibe como si fueran su familia.

Probablemente yo debería estar en un calabozo por el simple hecho de ser un Stark y estoy en la misma pirámide que sus comandantes y más fieles servidores residen.

El fuego mantiene iluminado el lugar no sé escuchan más que aullidos a lo lejos mucho más allá de las murallas de la ciudad.

Es demasiado silencio.

No escucho los usuales guardias riendo al final de los pasillos y eso me pone inquieto.

Tomo mi espada y la mantengo cerca de mi, la guerra me enseñó muchas cosas y la última vez que baje la guardia fui asesinado.

El silencio se prolonga, siendo quebrado por el sonido de mi puerta que es abierta con fuerza.

Tres hombres con capas puestas y dagas en sus manos se hacen ver, se notan confundidos pero aún así avanzan con rapidez hacia mi.

Desenfundan al igual que yo y solo espero poder acabar con ellos fácilmente. El ruido sordo del acero chocando es estrepitoso pero uno de los atacantes yace muerto en el suelo.

Los otros dos me dan más pelea pero al tirar una mesa sobre ellos los hace caer y puedo atravesar mi espada directamente en el cuello de uno.

No deseo matar al último, necesito respuestas. Nadie sabe que he vuelto a la vida y mis enemigos ya han muerto.

Alcanzo a herir su pierna haciéndolo caer, y con un golpe preciso en la cabeza pierde el conocimiento.

Necesito atarlo antes de que vuelva a despertar, algo de soga me haría bien pero lo único que tengo es las telas de mi propia ropa.

Pero al verlo detenidamente puedo notar algo que jamás olvidaría.

Sus espadas y dagas son de acero norteño tal como sus ropas. Las pieles pesadas y abrigadoras no son comunes en este lado del mar, ni siquiera en el sur de Westeros.

Son asesinos norteños. Aquella que fue mi gente viene hasta aquí a matarme.

Debo arrastrarlo por los pasillos en busca de alguno de los guardias de la Targaryen o a ella misma.

Justo al final, hay dos jóvenes Dothrakis muertos. No tenían siquiera una trenza, según su cultura aún no habían ganado una batalla.

- ¡Dentente! ¿Qué es todo esto? - Unos inmaculados me observan con cuidado viendo al hombre inconsciente en el suelo

- Asesinos. Habían dos más, irrumpieron en mi habitación - Uno de ellos le da ordenes al otro en un idioma que apenas entiendo

- Lo llevaremos a las mazmorras y tu verás a la reina de inmediato - Me custodian en silencio hasta los aposentos de la reina

El piso completo tiene acceso a los vistosos jardines en la cima de la pirámide y el olor frutal se esparce por todo el lugar.

Los guardias frente a la puerta de Daenerys me dejan desarmado, y de nuevo soy presa fácil de cualquiera.

- Kostio, ¿Qué hacen aquí tan tarde? ¿Porqué traen a Robb Stark cubierto de sangre? - Daenerys está atenta a la situación

- Asegura que se infiltraron unos asesinos en la pirámide, majestad - La platinada nos observa con asombro

- ¿Es cierto, Robb? - Su mirada se dirige directamente a mi

- Es cierto. Eran tres, asesinaron a dos de tus guardias Dothrakis y entraron a mis aposentos. Creo que yo no era su objetivo - Ser sincero es lo mejor que puedo hacer, al final soy un invitado

Y la última vez que fui un invitado, perdí a mi familia.

- ¿Crees que venían por mi? Cualquier mercenario o asesino sabe que los aposentos de la reina son en la cima de la pirámide - Esto me hace creer más que eran mercenarios norteños

- Creo que son extranjeros, reconoceria el acero forjado en el Norte en cualquier lugar. Sus ropas eran pieles pesadas como las que usaba en el Norte - Todos se quedan en silencio

- Hay un sobreviviente majestad, lo hemos encarcelado en las mazmorras esperando sus órdenes - El inmaculado espera por la decisión de la Targaryen

- Asegúrense de que este vigilado por dos de mis mejores inmaculados, que mi maestro de guerra duplique la seguridad. Tú, Robb quédate necesito detalles de lo que paso - Sin esperar más me dejan junto a la madre de dragones y sus hijos

Sin dudas la tranquilidad de la noche se esfumó por completo.

|| 𝑰𝒄𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑭𝒊𝒓𝒆 ||Where stories live. Discover now