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Confuso.
Todo se siente irreal a mi alrededor. He seguido a la Targaryen en su travesía hacia el mar Dothraki, ni siquiera se realmente porque la sigo aunque debo admitir que tiene una gran habilidad para hacer que cualquier guerrero acepte sus órdenes.
Es una verdadera comandante, una a la que hice flaquear.
Que sea una comandante no impide que también sea una dama, una mujer con sentimientos.
He pasado negándo lo que vi en el fuego aquella noche. Me asusta aceptar que las visiones terminan siendo realidad.
Y la visión de nosotros juntos me eriza la piel.
Verme junto a Daenerys Targaryen la enemiga jurada de mi familia me asusta más de lo que quisiera aceptar.
El famoso mar de hierba esta completamente seco, el atardecer se alza por los cielos mientras los hombres descansan.
Las fogatas empiezan a arder y la comida y bebida se reparte, algunos hombres ríen sumergidos en su propio mundo mientras pocos se reúnen al lado de la madre de dragones.
Sus hijos se mantienen quietos a su lado y Drogon permanece echado, en calma detrás de ella.
Aquel hombre al que hacen llamar Daario Naharis la acompaña todo el tiempo, me da curiosidad saber que hizo para mercer el agrado de la reina.
La luna sube al cielo y el ron acompaña a los mercenarios. El bendito licor dorado me hace tomar valor de hacer una estupidez.
No voy a vivir el resto de mi vida con curiosidad.
La mayoría de hombres duerme pero la única mujer en el campamento sigue despierta.
- Daenerys Targaryen - Mi voz sobresalta a sus hijos quienes rápidamente me amenazan
- ¿Qué haces aquí, Robb Stark? - La seriedad en la voz de la Targaryen me hace querer arrepentirme de lo que estoy haciendo
- Llevo pensando demasiado tiempo en las visiones de las flamas, se que viste lo mismo que yo y eso me asusta. Ni siquiera debería estar aquí siguiendo tu travesía en todo esto porque se el rumbo de esta guerra, se que mi familia es tu enemiga y según supone mi hermano menor es el enemigo de todos y es confuso. He pasado los últimos años sin saber nada y ahora todo es diferente - Apenas siento fluir la cascada de palabras que sale de mi boca mientras la madre de dragones me observa con fiereza
- Deberías estar con tu familia, estas del lado equivocado de la guerra. No voy a cuestionar tu lealtad, hacemos cosas innombrables por las personas que amamos quizá no conozcamos nuestras historias pero vernos en las flamas no es lo más importante. Nosotros creamos nuestro propio destino - Daenerys se ve sorprendentemente calmada
- Lo lamento, en serio lo lamento - Ni siquiera pienso en lo que estoy diciendo pero la culpa luego de haber dicho en su cara que era una loca sin saber nada de lo que paso
Mi padre hubiera estado muy decepcionado de mi.
- ¿Qué es lo que lamentas? - Los dragones se tensan y Drogon se agita detrás de su madre
- Lamento llamarla reina loca - El tono de la vergüenza sube hasta mi rostro
- No deberías lamentar algo que fue cierto - Sin pensar en seguir esta conversación Daenerys Targaryen se levanta dejándome al lado del fuego
Un fuego que convenientemente se apaga sin la presencia de la Targaryen.
