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La noche ha caído pero nadie dormirá hoy.
Daenerys prepara a Drogon para el asedio de los barcos esclavistas. A un día de las costas son el mayor peligro para la bahía de dragones.
Mi armadura esta lista y mi espada también, un grupo de inmaculados y yo nos dirigiremos en silencio en busca de vigías de los esclavistas y regresaremos a Meereen si Daenerys llega a fallar en su misión.
Jamás pensé que siguiera mi consejo o pusiera hombres a mi cargo. Seguramente sus consejos me odian pero es la única opción de sacar a los esclavistas de una buena vez.
La oscuridad está a nuestro favor y solo espero que el dragón sea lo suficientemente silencioso como para acabar con la mayoría aún fuera de tierra.
- Suerte Stark, haz valer mi confianza en ti y no me decepciones - La Targaryen monta a su dragón como si de un caballo se tratase
- Confía en mí, he hecho esto antes - Los inmaculados me siguen a pesar de su desconfianza
Drogon alza vuelo rápidamente perdiéndose entre la oscuridad de la noche. A las afueras de Meereen todo parece en completa calma pero debemos estar atentos ante cualquier movimiento.
Un pequeño rastro de humo se eleva a una corta distancia, probablemente algún vigía acampando entre los riscos.
Uno de los inmaculados divisa al intruso y bajo mis órdenes nos movemos rápidamente. Ni siquiera alcanza a gritar cuando ya lo he degollado y pareciera que no hay nadie más alrededor de la ciudad.
Luego de encontrar otro vigia los inmaculados se encargan y todo parece ir bien. Drogon apenas es visible cuando un relámpago ilumina el cielo.
Podrían ver a Daenerys y todo se arruinaría.
Las nubes se acumulan en el cielo formando una muralla y sin pensarlo la Targaryen las atraviesa desapareciendo de la vista de todos.
- Si Daenerys no desciende pronto deben correr a la pirámide, informen a sus comandantes y preparen las defensas de la ciudad - Mis órdenes son claras y los inmaculados parecen entenderlas
El momento se siente casi eterno y no ver a Drogon me hace preocuparme, la lluvia se vuelve más intensa y eso puede perjudicarnos a todos.
Hay más de quinientos barcos a casi un día de las puertas de la ciudad armados con ballestas de tamaños sorprendentes y llenos con soldados y mercenarios.
Y con el sonido de un rayo impactando el mar Drogon desciende en picada a una rapidez increíble, pareciera que Daenerys no estuviera montada en él.
El fuego llueve del cielo y los barcos no tienen escapatoria, los ocupantes se lanzan al mar en busca de la costa volviéndose nuestro problema.
- Avisen a los arqueros ¡Podemos retenerlos fuera de las puertas! - Cuatro inmaculados se dirigen dentro de la ciudad
Daenerys sigue tratando de terminar con la mayoría de barcos y la fuerza de la tormenta amenaza con hundir a los que logren quedar a flote.
La marea esta empujándolos hacia aquí, algunos muertos y otros dispuestos a pelear por sus amos.
El metal resuena con fuerza cuando los primeros sobrevivientes se dirigen a pelear con los inmaculados, pocos hombres podrían acabar con ellos.
Los barcos arden y Daenerys vuela sobre nosotros tratando de atacar a los enemigos que nos rodean, pero las flamas de Drogon fácilmente podrían quemarnos a todos.
Estoy rodeado por dos mercenarios esclavistas, una lanza y una espada contra mi. Ni siquiera le temen al dragón sobre sus cabezas, el oro les parece más atractivo.
- Vas a morir junto con la puta de dragones - Uno de los mercenarios me amenaza
- Ustedes ya murieron junto con sus amos, debieron retirarse cuando podían. Van a sufrir la ira de Daenerys Targaryen - Fácilmente clavo mi espada terminando con su vida
Pero el dolor familiar provocado por el acero y el calor de la sangre cayendo por mi pierna me hace sentir escalofríos.
Atrás de mi un imbécil trato de matarme con una daga. Soy un lobo no un simple cordero para degollar con una simple daga.
A pesar del dolor en mi pierna puedo pelear con él y vencerlo fácilmente, pero la hemorragia crece cuando me muevo.
Drogon desciende hasta el suelo mientras sigo peleando con algunos esclavistas, la fuerza de su aterrizaje me hace tambalear.
- ¡Stark! ¡Regresa a Meereen! - La voz de Daenerys me parece demasiado lejana
- ¡Puedo seguir peleando! ¡No voy a perder esta batalla! - No lo haré de nuevo
- ¡Te irás con los demás heridos! ¡Es una orden! - Ni siquiera siento aliento como para desafiar a Daenerys
Esta herida es más profunda de lo que creí. El mareo se hace presente y empieza a doler como una verdadera herida.
Apenas puedo permanecer en pie como para tratar de vendar mi pierna cuando la oscuridad me consume y todo a mi alrededor se desvanece.
