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Las puertas de Kingslanding se ven imponentes a lo lejos.
Casi al final del camino real, a dos días de que se cumpla una luna desde nuestra partida. El cansancio se puede ver reflejando en nuestros rostros.
Los guardias a las afueras del camino del rey nos escolta hasta la Fortaleza Roja. Estas paredes están llenas del dolor y sufrimiento que alguna vez vivimos.
La muerte de nuestro padre fue nuestra perdición.
Esta ciudad llena de muerte no me es grata para nada. Los escombros del septo de Baelor me dan una sensación de alivio.
Ese horrible lugar ya no existe y los horrores que vivimos también dejaron de existir.
El silencio sepulcral de mis hermanos no me alienta de absoluto. Incluso el huargo de Jon se ve perdido. Nos limitamos a seguir a los guardias reales de Bran hasta entrar a la gran fortaleza donde Brienne de Tarth nos espera.
- Su majestad; sus altezas. Sean bienvenidos a la capital - La rubia nos da una cálida bienvenida y me ayuda a bajar de mi caballo
- Ser Brienne de Tarth, comandante de la guardia real. El título te queda - Arya saluda con una sonrisa a la rubia
- Estoy muy agradecida mi Lady, jamás pensé ser tan feliz como lo soy ahora - Es reconfortante saber que al menos alguien es feliz después de todo esto
Al parecer la casa Stark esta maldita, los antiguos y los nuevos dioses nos han abandonado.
La fortaleza roja se siente diferente, todo el horror de los Lannister son solo sombras del pasado ahora. No existe más el estandarte del león coronado en los grandes salones.
El lobo huargo lo reemplaza en su lugar.
Dónde alguna vez estuvo el trono de hierro solo hay una simple sala, no hay lujo ni esplendor en oro y gemas.
Pero mi hermano no se encuentra en esta sala vacía, seguimos el camino hasta la sala del consejo y ahí está.
Sentado en su silla, esperándonos. Aunque pierde el sentido cuando sabe cada paso que estamos por dar.
- ¡Hermanos! Bienvenidos a Kingslanding, se que han tenido un largo y cansado viaje - Bran nos da un leve sonrisa
No es lo mismo que era antes.
- Bran, estoy tan feliz de verte - Arya le da una reverencia a nuestro hermano
Sus emociones se ven tan genuinas, como si no supiera la verdad de todo este asunto.
- Espero el mar te haya tratado con delicadeza en tu travesía, tanto como los deberes de reina a ti; Sansa - Asiento con mi cabeza y le doy una leve sonrisa
