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Me siento confundido.
Pareciera que regrese a Winterfell y a mis quince años me había enamorado de una de las doncellas del castillo. La sensación de amar es completamente extraordinaria y jamás pensé enamorarme de Daenerys Targaryen.
Nunca he dudado de mis decisiones a pesar de sus consecuencias y aquel momento en los establos me hizo despejar mi cabeza por un momento.
Daenerys Targaryen es a quien quiero junto a mi.
Aún después de todo lo que paso con mi familia en Westeros, y las estúpidas rivalidades entre nuestras casas no pienso darme por vencido ahora.
- El amor no nos sucedió simplemente. Lo construimos lentamente a lo largo de los años, piedra a piedra -
Mi madre me lo dijo cuando estaba a punto de casarme con Jeyne Westerling a mitad de la guerra y ahora cobra sentido para mi.
Puedo sentir la mirada de Daenerys quemandome desde lejos cada vez que me observa.
Ambos somos demasiado orgullosos como para dar el siguiente paso. Simplemente nos limitamos a observarnos de vez en cuando.
Los últimos días la pirámide se ha visto llena de fiestas y banquetes. La bahía de dragones ha crecido rápidamente y grandes señores adinerados de todas partes del mundo vienen en busca de la madre de dragones.
Los rumores sobre un nuevo rey han inundado la cuidad estos últimos días. Todos esos extravagantes pretendientes han terminado con mi paciencia.
Sus tierras, cofres llenos de oro y nuevas alianzas políticas son más atrayentes que un Stark. Cualquiera de ellos podría superarme con todos sus ofrecimientos.
Lo único que tengo es un apellido que le hace recordar el sufrimiento que vivió en Westeros.
Estoy siendo egoísta queriendo a Daenerys.
Kinvara me lo habia dicho, el hielo y el fuego están destinados a estar juntos. Pero si es así ¿Porqué es tan difícil?
El amor es complicado y simplemente decidimos seguir nuestro corazón a dondequiera que este nos lleve.
Jamás creí que me llevaría hasta aquí, luego de todo lo que viví en Westeros mi vida tenia un vacío que no parecía llenarse.
Mi habitación empieza a parecer una jaula y la necesidad de aire fresco me invade. La terraza es mi escape últimamente pero lo que veo no me ayuda en nada.
En la terraza del salón del trono hay un hombre vestido de forma extravagante arrodillado frente a Daenerys.
¿Estará pidiéndole matrimonio?
Los dragones alertas a cualquier movimiento en la terraza observan al hombre con cautela, esperando a que en cualquier movimiento se equivoque para quemarlo vivo.
Merodear esta mal pero me interesa saber que es lo que pasa. El hombre parece ofrecerle el mundo entero pero Daenerys simplemente levanta su mano, aparentemente rechazando su propuesta.
No deseo admitirlo pero es un alivio.
El dragón púrpura me observa desde la terraza, sus ojos me examinan con curiosidad tratando de descifrar lo que hago.
Daenerys se da cuenta rápidamente de que alguien está observándola así que antes de que me note regreso al interior de mi habitación.
Me veo como un demente comportándome así.
El día se escapa rápidamente y no pienso salir a ver otro de esos grandes banquetes donde todos se divierten a mi alrededor mientras yo simplemente me quedo en silencio.
La luz de la luna baña las calles de la ciudad y todo parece tranquilo a los alrededores de la pirámide. Los hijos de Daenerys juegan alrededor de los balcones y la superficie se estremece cuando Drogon se posa sobre la punta de la pirámide.
Mis divagaciones se ven interrumpidas por el sonido de la madera en la puerta siendo tocada. Sin energía apenas digo un desinteresado "adelante" verdaderamente no deseo ser molestado a esta hora de la noche.
La puerta se cierra pero no escucho ninguna voz, de repente tengo a Daenerys Targaryen a mi lado, observando la ciudad junto a mi.
- ¿Porqué no estas en el banquete? - La Targaryen lanza la pregunta sin más
- Podría preguntarte lo mismo - No pienso mostrarme frágil de nuevo
- El salón del trono se ha vuelto aburrido estos último días - Siento su mirada sobre mi, que trata de quemarme a su voluntad
- No debería de serlo, todas esas personas que vienen de muy lejos ruegan por un poco de tú atención - Esto simplemente se convirtió en una competencia que no puedo ganar
- Creo que ahora viste como me deshice de uno de esos hombres que ruegan por mi atención. Fue muy fácil darme cuenta que estabas en el balcón, Rhaella tiende a observarte más que mis otros hijos - Siento la vergüenza subir por mi rostro
- Observe la gran proposición por error - La ironía en mi voz fluye de forma instintiva
- Cállate de una vez y escuchame, Stark. No pienso seguir dudando de todo lo que hago por temor. Regresamos de la muerte y no pienso desperdiciar eso - Ni siquiera tengo oportunidad de responder cuando siento sus labios sobre los míos
Las ansias nos invaden a ambos y no pienso rechazar a la reina de dragones. Daenerys Targaryen me tiene de rodillas y a su merced justo ahora.
- ¿Qué es lo que me hiciste Daenerys Stormborn? - Por simplemente ver sus ojos andaría a través de las llamas
- Simplemente te amo, sin problemas y sin orgullo. Lo sé desde él momento en que todos creían que ibas a morir y sentí miedo de no volver a verte pero siempre he sido demasiado orgullosa para aceptar lo que siento - Su voz en calma declarando sus sentimientos provoca una sonrisa genuina que hace mucho no mostraba
- La reina de Meereen declarandole su amor a un intruso, eso me gusta - Daenerys niega con la cabeza soltando una delicada risa
- Podría seguir tirando mi orgullo por la borda hasta el amanecer pero estoy agotada, correr por toda la pirámide para encontrarte no fue sencillo - Antes de que pueda alejarse sostengo su mano acercandola más a mi
- ¿Regresaras a tus aposentos? - La Targaryen me observa curiosa
- No deseo incomodarte ahora que las cosas están mejor - Ni siquiera quiero que se vaya de mi lado
- Quédate, duerme conmigo. Solamente eso - Sin decir una sola palabra Daenerys asiente yendo a mi lado
No se qué pasará en el futuro, pero la verdad me importa poco si no es al lado de Daenerys Targaryen.
Voy a quemarme en las llamas y estoy dispuesto a hacerlo.
