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He presenciado un milagro.
El pueblo se reunía al ocaso en la plaza del Orgullo, el gran dragón descansaba donde antes hubo una estatua esclavista.
La sacerdotisa roja hablaba Valyrio, algunas palabras eran incomprensibles para mi aún con tanto tiempo viviendo en estas tierras extranjeras.
Pero nadie esperaba que la Targaryen se prendiera fuego viva. Lo último que vi antes de que las llamas la consumieron viva fueron sus ojos.
Podría derretir todo el Norte con un vistazo.
Algunos habitantes se arrodillaron, la llaman la que no arde, otros simplemente regresaron a sus casas a descansar. Han sido días largos.
Pero la curiosidad me hizo permanecer despierto, Kinvara no me dio respuesta y solo dijo que al amanecer el milagro se alza con el alba.
La noche fue fría, tal como las noches del desierto. Me recuerdan al clima de Winterfell, la capa de piel sobre mi cuerpo también lo hace.
Pero el alba llega junto con el calor del sol y Daenerys Targaryen emergue de las cenizas.
Con tres dragones recién nacidos, son tan reales como las demás personas a mi alrededor y eso es extraordinario.
¡Mhysa! ¡La madre de dragones ha vuelto!
A mi alrededor las personas se inclinan frente a la Targaryen, y los tres dragones bebés braman como si supieran lo que pasa a su alrededor.
No puedo negar que Daenerys Targaryen es tan hermosa como las canciones pregonan.
Lady Kinvara la cubre con una túnica tan roja como la sangre, mientras que el enorme dragón al que llaman la sombra de la reina ruge con fuerza.
- Yo soy Daenerys Stormborn de la casa Targaryen. Soy de la sangre de la vieja Valyria. Soy la hija de dragones ¡He vuelto a la vida por un milagro y un propósito! ¡Proteger a mi pueblo de sus enemigos! - Su discurso me toma por sorpresa y el pueblo grita con admiración
En una líder por naturaleza.
- ¡Mis hijos fueron masacrados por mis enemigos! ¡Pero ahora sus hermanos han nacido para vengar sus muertes! - Los pequeños dragones aletean siguiendo la voz de su madre
Hombres, mujeres, jóvenes y viejos juran su lealtad a la reina dragón y le ofrecen regalos como espadas para su ejército.
Mientras el día transcurre no puedo dejar de pensar en Daenerys Targaryen, se me hace imposible quitarme su mirada de mis pensamientos.
Pero sus palabras acerca de sus enemigos me mantienen más inquieto, se que ha proclamado a la casa Stark como su mayor enemigo.
El día pasa rápido, casi como los días de invierno. La música dentro de lo que parece ser un palacio pequeño sale por sus ventanas.
Dentro las personas festejan el nacimiento de los dragones y a su madre, quien se sienta en medio de una enorme mesa.
Tan parecido a Winterfell que me mata poco a poco.
Antes de siquiera poder acercarme la madre se levanta con sus crías aferradas a ella.
- Estos son mis hijos, quienes protegerán al pueblo de todos los males que los persigan y vengaran a sus hermanos - Todos a mi alrededor alzan sus copas
- Como mi madre fue fuerte, valiente y cumplió su deber este dragón lo hará de igual manera. Desde hoy hasta el final de los días se llamará Rhaella - ¡Rhaella! ¡Rhaella! El joven dragón púrpura se posa en el brazo de su madre con tranquilidad
- Como las coronas y los tronos que mi Khalasar trajo como victorias este dragón lo hará de igual manera. Desde hoy hasta el final de los días se llamará Hoshor - Algunos presentes que entienden dothraki gritan con fuerza, y el dorado dragón brama a su lado
- Sus hermanos y quemaron las casas de mis enemigos hasta los cimientos pero ahora son fantasmas que serán vengados, este dragón lo hará. Desde hoy hasta el final de los dias se llamará Furia - El dragón gris se muestran para ser admirado tal y como la Targaryen
Pero no puedo esperar más y decido acercarme en un intento fallido pues sus soldados levantan las armas hacía mi.
- Solo quiero hablar con la reina - Levanto mis manos en símbolo de paz y dejo mis armas con uno de los soldados
- Déjenlo pasar - Sin decir más me da una mirada indicando que me acerque
- Hablaste sobre tus enemigos y vengarte, mi familia es tu enemiga declarada. ¿Realmente harás algo contra mi casa aún sabiendo lo que Lady Kinvara dijo sobre nosotros? - Desearía que mi honor me permitiera terminar con esto de una buena vez pero no puedo hacerlo
- La casa Stark me traicionó, mi propia sangre me traicionó, y como tu dijiste, Lady Kinvara dice que tenemos un destino que cumplir. Si tu lo haces o no, la verdad no me interesa. No se que hacer con tu familia y en este momento tengo otras prioridades, te puedes quedar o te puedes largar de regreso a Westeros a proteger a tus heramanos no pienso exiliarte no valdría la pena - La madre de dragones se levanta con sus hijos alrededor de ella dejándome de pie como un imbécil
No puedo permitir que la casa Stark sea dañada por mi culpa otra vez, sin importar nada.
