Mariposas negras +18 (Editando)

Cap. 03

Llegamos a la sala común de Gryffindor y se acercaron tres pelirrojos. Un par de gemelos y un chico que al parecer era amigo de Potter.

-Vaya Potter, ¿de donde sacas tan buena compañía?- preguntaron los gemelos a lo que Harry no dijo nada- Yo soy Fred y él es George.

Ambos se acercaron y besaron mi mano a lo cual yo sonreí.

El azabache nos interrumpió -El es Ron Weasley, mi mejor amigo- dijo rápidamente llamando mi atención.

-Un gusto con todos, soy-

-Ya todos aquí sabemos quién eres pequeña- dijeron los gemelos al unísono

Reí por lo bajo -Bueno fue un gusto conocerlos señores, pero necesito ir a dormir, estoy muy cansada- dije mientras soltaba un bostezo.

-Pero son las 5:30pm- exclamó el azabache como si hubiera dicho algo ilógico.

-¿Y que? Voy a dormir en mi cama, no encima de ti cuatro ojos- dije con sarcasmo y me retiré de ahí mientras reía. Bueno, eso no había soñado bien pero a la final yo no era buena dando primeras impresiones.

Entre a la habitación y me acosté a dormir en la cama que me correspondía.

~.~

-Hey t/n despierta, despierta- me llamaba una voz femenina mientras me agitaba para que despertara.
Abrí un poco mis ojos y la vi.

-Hermione, ¿qué ocurre?- pregunté mientras me pasaba las manos por los ojos para despertar.

-Hay que ir a cenar, levántate o te quedas si comer- me levante en cuanto dijo eso.

-Bueno vamos- dije y ella me miro confundida -¿Qué? - pregunté.

-Estás en pijamas, mensa. No puedes bajar así- respondió con un todo de obviedad.

-Préstame una bata de tuya, ni loca voy a ponerme mi uniforme, es mucho trabajo.

-Estás mal de la cabeza, tú directora podría matarte de un solo pisotón si bajas así- me miro de arriba abajo.

-Haz lo que te digo Hermione- rebatí con carácter.

-Toma - me extendió una de sus batas, me la puse y bajamos juntas al gran comedor.

Me senté junto a ella quedando justo enfrente de Potter.

-¿Te vestiste de nuestra casa?- preguntó Ron que se encontraba al lado del azabache.

-¿Acaso no es obvio? No quería ponerme mi uniforme- respondí con sencillez encogiéndome de hombros.

-T/n, Madame Maxime está pasando listado para ver si todas las alumnas de su academia están aquí y estás vestida así- hablo Hermione preocupada.

-Tranquila Hermione, yo sé cómo controlar la situación, siéntate y come tranquila, te va a dar algo si sigues así de exaltada- soné muy relajada, como si de verdad supiera que hacer en caso de que Madame Maxime se me acercara.

Tal y como dijo Hermione la directora llegó a nuestra mesa y sus ojos se fueron directamente hacia mi. Tenía que actuar serena, si me veía nerviosa me mostraría débil y eso no lo permitiría.

-¡¿T/N DUMBLEDORE?!- exclamó la señora en un casi grito -¿Qué haces con el uniforme de Hogwarts? Ese no es el de tu académica, esto es una total deshonr- la interrumpí.

-Ya, ya profesora, no se me enoje. Mire ya yo me retiro a mi habitación y hagamos como que esto no pasó- ví la mesa a ver quien tenía un plato de comida ya servido, solo Harry, así que tome su plato sin pedírselo, como si fuera mío -Gracias por su amabilidad señor Potter y adiós querida profesora, disfrute de su banquete- y sin dejar que me respondiera salí de ahí caminando a paso rápido antes de que se le ocurriera a mi directora o abuelo decirme algo al respecto.

Entre a la habitación y comí ahí, a decir verdad Potter tenía muy buen gusto para comer.

Al rato las chicas llegaron, Fleur se acostó directamente a dormir, Ginny entro hablando con Hermione hasta que ella se lanzó sobre mi.

-¿ESTÁS LOCA? A Madame Maxime le iba a dar un infarto de la impotencia.

-Yo creo que tiene agallas- defendió Ginny a lo que le guiñe un ojo ante tal comentario.

-¿Agallas? ¿Y si la expulsan?- inquirió la castaña preocupada.

-Her, no me van a expulsar, ser nieta de Dumbledore tiene sus ventajas- solté con una sonrisa.

Fleur no se metía en nuestra conversación, no solía hablar mucho y además de eso, ya estaba dormida.

Era hora de dormir y todas nos acostamos
Yo por curiosidad empecé a revisar el libro de pociones que tenía Hermione, Ginny me comentó que aquí era muy difícil esa materia, no tenía sueño y me puse a leerlo.

No entendía nada, se nota que en Beauxbatons nos daban esa clase a un nivel totalmente diferente.

Salí de la habitación con el libro en mano y caminé hacia la sala común, mire la hora y eran las 1:00am. Me senté en un sillón y seguí leyendo, releía y releía pero no entendía nada.

-Aunque lo leas veinte veces créeme que no lo vas a entender- escuche una voz masculina que bajaba las escaleras.

-Pues para tu información, Potter, creo que puedo usar mejor el cerebro que tú- dije en un tono retador pero en broma -Ademas qué haces aquí? Deberías estar dormido- lo mire de arriba abajo, traía una sudadera color vino, unos pantalones de pijama con franjas blancas y rojas, su cabello despeinado y venía descalzo.

-Te pregunto lo mismo- sentándose frente a mi -Tuve una pesadilla y vine por agua- respondió mientras despeinaba su cabello.

-No tenía sueño, así que vine a estudiar pociones pero esta cosa -dije apuntando con odio al libro- No la entiendo- exclamé con estrés, como si mirando de mala gana al libro el contenido se volvería más fácil.

El me dio una pequeña risa al verme en ese estado -¿Te ayudo?- preguntó levantando una ceja.

-Esta bien, pero ni creas que esto te hace superior, Potter- le dije apuntándolo con mi dedo como advertencia y una pequeña sonrisa de medio lado.

Me sonrió -Que empeño tuyo de que todo sea una competencia- murmuro riendo.

Empezó a explicarme lo básico, lo que necesitaría saber para la clase del día siguiente, noté que era muy inteligente, no creí que lo fuera.
Duramos dos horas ahí con el libro, leyendo y Harry tratando de explicar de la mejor manera posible para que yo lo entendiera y lo logro, muchas de mis dudas habían quedado aclaradas.

-Y creo que con eso ya es suficiente, ya mañana sabrás que hacer en clase- dijo cerrando el libro.

-No creí que fueras inteligente en pociones Potter, por lo que me contó Hermione el profesor Snape te odia.

-Que me odie y yo odie su clase no significa que no intente entender su materia.

-Bueno ya tengo sueño, me iré a dormir, hasta mañana, cuatro ojos.

-Hasta mañana, piojosa- dijo riéndose de igual manera.

-¿Piojosa? Si ese fuera el caso tú me los habrías pasado, ¿no ves esa melena? Parece que tienes un nido de pájaros ahí- rebatí con sarcasmo.

-Ya, anda a dormir, es tarde.

A lo cual obedecí y me fui con una sonrisa. Ya el Potter tímido y callado que había conocido esta mañana se estaba abriendo hacia mi, me alegraba conseguir amigos.