Mariposas negras +18 (Editando)

Capitulo 54 (Parte 3)

Capítulo final.

Después de buscarlo por los lugares más lógicos donde podía encontrarse y no encontrarlo como última opción decidí ir a las mazmorras. Estaba frío y deteriorado por la batalla, las rocosas paredes que otorgaban ese clima tan helado estaban en algunas partes derrumbadas.

Camine entre las oscuridad y el silencio que habitaba en el lugar, sigilosa para que nadie me viera. Cruzando una esquina con los nervios de punta y la piel erizada lo encontré.

Ahí estaba mi pequeño Colin, vivo.

Detrás de un montón de piedras dándome la espalda. Seguí su mirada y lo hallé observando a un punto en específico, no había notado mi presencia.

Cuando volteé en dirección a donde el chico se encontraba anonado mirando vi a quien espiaba, Rodolphus Lestrange.

Colin sabía lo que ese hombre había querido hacerme y como me trató en esas noches de encierro, yo se lo había contado pero no sabía si es que por esa razón era que se encontraba observando al hombre que solo fumaba recostado en una de las rústicas paredes de las mazmorras.

Me acerqué lentamente hacia Creevey para no sobresaltarlo con mi presencia y le hablé en un susurro.

-¿Que coño haces aquí, Colin?

-¡T/n!- habló un poco fuerte por lo que tape su boca con mi mano para que se callara. Me puse de cuclillas junto a él mirando hacia la misma dirección soltándolo y él volvió a hablar -Ese idiota fue el que te hizo sufrir tanto.- sus ojos desprendieron una cantidad de repudio y asco que me sorprendió bastante viniendo de él.

Colin Creevey siempre había sido un chico tierno, dócil, caritativo y amable. En lo personal lo quería muchísimo, era como ese pequeño hermano que nunca tuve y a pesar de tener solo 15 años era un niño muy maduro e inteligente. A pesar de que cuando Harry lo conoció era muy castroso ya había cambiado.

Alagando a ese chico se me podrían ir las horas, pero lo importante en ese momento era mantenerlo con vida y todo eso se me complicó cuando vi que el Gryffindor se levantó de nuestro escondite apuntando con su varita al hombre que solo fumaba en aquel rincón.

Todo sucedió demasiado rápido. Colin se elevó decidido y lanzó un expelliarmus en dirección al Lestrange.

En un movimiento desesperado tomé a Colin de la mano para jalarlo y salir corriendo. Cuando ambos nos levantamos sentí como el hombre apuntó su varita hacia nosotros, solo corrimos y tratamos de alejarnos pero él nos persiguió.

El húmedo suelo de las mazmorras nos jugó en contra de una manera terrible cuando intentábamos escapar.

Vi en cámara lenta como el pequeño chico Gryffindor cayó al piso por resbalarse con uno de los tantos charcos de agua que decoraban el suelo.

Al ver su cuerpo impactar con la dura y húmeda superficie vi como todos sus sueños, sus metas, ilusiones y esperanzas cayeron con él. Rodolphus aprovechó ese atraso para alcanzarnos.

Traté de levantar a Colin lo más rápido posible pero estaba muy adolorido y en su talón se había formado un esguince.

-¡Colin, levántate!

-¡Me duele, no puedo!- sollozó con su voz hecha un hilo -¡Vete tú! ¡Corre!