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El fulano día más esperado, había llegado, el amanecer llanero o en otras palabras, aquella pea destructiva al mejor estilo apureño.
Desde la mañana veías a los obreros de aquí pa' 'llá, gente de otras fincas que si despachando vainas pa' acomodar esa jodía, en sí, la vaina de que iba a estar buena, iba a estar buena.
O bueno, buena pa' los que no andaban con el guayabo encima.
CofCofNamjoonCofCof.
Eran como eso de las dos y media de la tarde, Jungkook Fernando andaba en boxers y camisa de manga corta por la casetica, meneándose de un lao' a otro, en lo que tarareaba una canción y probaba el perico con mil quinientas especias y aliños que le echó a lo coñazo, porque pudor es algo de lo que él carece.
—Ay vale, que cansancio, yo voy a ver si me echo un sueñito antes de esta noche vale—Hoseok venía tirando el equipo de fumigar en el suelo, seguido de sus zapatos y seguido de él, en una de las sillas del comedor.
—Ay, fos, anda a lavarte esas patas—Jungkook venía saliendo de la cocina a joder al carajito—después pescas mi chinchorro to' sucio.
Hoseok le sonrió y después le sacó el dedo medio.
—Dale uso.
—Ven, quítate los interiores y yo le doy un uso bien calidá.
De más está decir que Jungkook lo vio feo por vulgar, basto y cochinomarico.
—¿Y nuestro enguayabao' todavía está dormido? —preguntó Hoseok en un murmullo, en lo que se levantaba pa' ir a la cocina a agarrar agua directo de la botella.
—No sé, yo creo que sí, se durmió como a las cuatro, después de que dejo su jipiadera.
—Coño vale, que arrecho...—murmuro Hoseok guardando la botella en la nevera y quedándose a entrepitear, a ver que había. —de todas las personas de este mundo, no llegué a pensar que fuera Seokjin quien tenía a Namjoon empepeao', que bolas.
Y hablando del rey del mariconerismo, Namjoon venía haciendo entrada triunfal por la cocina, no dijo un coño, pero ese aspecto de muerto decía más de lo que quisieras saber.
Ese aire de tensión no se sentía ni en la última pregunta de quién quiere ser millonario.
Vacila Eladio Larez.
—Namjoon, hice un guisito, prueba y dime que talco—Namjoon ni pudo reaccionar cuando ya tenía la cucharilla con un zaperoco de vainas raras de Jungkook en la boca.
—Está sabroso—mintió Namjoon, que lo que quería era escupir 'sa mierda.
En eso agarró su tacita e' café y Jungkook y Hoseok se miraron en plan de: que va, está es muerto en vida.
—Nam, ¿'tas bien? —preguntó Jungkook.
Claro pajúo, ¿Qué no ves cómo está pegando brincos?
