Mi hermosa tia (Camila G!P)

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Camila mi amor ¿Estas despierta?- escuche el golpeteo de la puerta con la voz de mi madre acompañada.

-Sí, Ma- respondí con la voz ronca de apenas despertar.

-Necesito que vayas a la tienda conmigo- anuncio logrando que un gemido de fastidio saliera de mis labios.

-Porque Ma- comete de mala gana ganando que mi madre abriera la puerta al estilo los padres de los niños de Timmy Turner, respeto tu privacidad pero entro de todos modos, algo así es, bueno así entro.

Sin embargo no encontró más que un taquito envuelto en la cobija. Lo que más me gustaba de mi madre es que siempre fue compresiva y al ser su hija mayor me trataba como si fuera su hija pequeña. Sentí como la cama se hundió y me abrazo.

-Bebé, acompáñame ¿Si?- pregunto dejando un beso en la coronilla de mi cabeza.

-No quiero- conteste con un puchero.

-Tu padre salió a buscar a tus tíos y necesito ir hacer las compras- solo basto para escuchar tíos y me senté en la cama.

-¿Qué tíos?- entrecerré los ojos por la luz fuerte que entraba a la habitación.

-Esos tíos que siempre esperas, anda preciosa- dijo cariñosa mi madre dejando un beso en mi mejilla -No pareces que tengas 20 años Camila, ayúdame- fue lo último que dijo para salir del cuarto dejando la puerta abierta de par en par.

Salí de mi suave y caliente cobijita para meterme a duchar y así bajar la erección mañanera, solo bastaba que una mujer estuviera en mi mente para que llegara y viera como mi semen caía en el suelo de mi ducha.

Ya luego de colocarme unos vaqueros grises, mis vans y una camiseta blanca llegue a la cocina en donde mi madre estaba haciendo una lista de lo que necesitaría.

-¿Qué desayuno?- pregunte mientras veía como mi mama me pasaba dos Sándwich y me arrastraba hacia el auto.

-Comerás de camino- fue lo último que dijo para entrar a su auto mientras yo devoraba mi desayuno.

-¿Y sofí?- pregunte de nuevo cuando había acabado mi primer emparedado.

-Con tu padre, cariño- me respondió mientras me atragantaba con mi segundo emparedado.

-Eres una adorable niña, hasta que comes y se te sale lo macho que tienes abajo- comento riendo mi madre, causando mi sonrisa.

Cuando ellos se enteraron que era intersexual su mundo había estallado, pero a medida que fui creciendo mi padre entendió que era su niña aunque tuviera partes de niño, era lo mejor de dos mundos para él, mamá me podía enseñar a ser una niña, de la cual casi nunca me gusto pero aprendí hacerlo y mi padre podía enseñarme cosas de chicos sin dejar de ser una niña, pero sobre todo me amaron por encima todas las cosas, se encargaron de cada hacerme entender que ellos me amaban y que por nada del mundo lo dejarían de hacer, por eso me consentían lo suficiente pero no en exceso.

Era muy afortunada de tener a mis padres, como padres.

Durante el transcurso de estancia en el súper encontré lo que mi madre había pedido y guiñándole el ojo a una chica me comí como veinte pedacitos de queso, hasta lo último que mi madre casi me hala de las orejas.

-Tu padre ya llego a la casa, así que llegaremos a cocinar o bueno yo, tu solo sabes comer- dijo mi madre con una sonrisa -Y por favor no lleves a tu novia, no necesitamos a esa chica allí- comentó con desgana mi madre.

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora