Un amor a la pendejo... Digo Mexicano (Camila G!P)

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El taconeo es un sonido indiscutible. Punta tacón, punta tacón y aquel sonidito que parece sacado de esas películas ejecutivas eran el alerta de una Camila soñadora.

Lauren Jáuregui, una ejecutiva del área de marketing digital en una multinacional tecnológica, trajes entallados o a veces con faldas de tubo. Ella siempre pensó que soñar en grande es llegar a lo grande. Apoyo incondicional de sus padres, amigos y hermanos, pero solo en lo necesario, la familia es familia cuando las cartas están tiradas sobre la mesa.

Pero del otro lado del cubo nos encontramos a Camila mal hablada Cabello, bueh, no es tampoco tan así.

-¿Cómo de que no escritor pendejo?- dijo la delicada chica llena de grasa.

-Tú te callas, mamagueva- soltó el escritor.

Bueno en lo que estábamos "Mira mal a la chica" No es que sea muy mal hablada, okey, miento. Es más mal hablada que la mera verga.

En fin, a lo que íbamos, Camila Cabello es una chica que a su corta edad busco métodos de trabajo, su padre era un hombre con cáncer avanzado y la mayoría del tiempo estaba tratando de entrar a diálisis, así que por ende ella decidió salir a las calles a buscar trabajo. Su padre era un mecánico especializado y ella por su parte aprendió todo lo que pudo, por lo que logró pasar a sus 15 años la prueba de ser mecánica, entonces desde hace 10 años ha ejercido como mecánica en un taller de autos.

Entonces cada día en que escucha pasar ese taconeo, su oído la alerta de la preciosa ojiverde que lleva pasando por esta misma calle desde hace un año.

Punta tacón, punta tacón – Quien fuese bizco, para mirarte dos veces mamacita- dijo la morena cuando vio pasar a la ojiverde. Esta ni se inmuto y siguió de largo.

El corazón de la morena palpitaba como loco, entonces sus pasos se hicieron más rápidos y con un paño lleno de gasolina corrió hasta caminar al lado de la ojiverde.

-¿Qué quieres?- ese saludo matinal tan hermoso.

-Quiubole preciosa- le dedico una amplia sonrisa a la chica de falda entubada que alzaba su ceja en dirección a la chica.

-¿Qué quieres?- volvió a repetir pero ahora con sus brazos cruzados debajo de sus pechos.

-¡Camila!- se escuchó el grito de uno de sus compañeros sacándola de las palabras mudas que nunca pudo decir.

-¡ANDA A VER SI LA YA PARIO LA MARRANA!- alzo sus manos al aire. Pero aquella acción no dejo ver como la ojiverde estaba aguantando la sonrisa. Así que cuando bajo su rostro la vio aun con la ceja alzada y el rostro serio.

Cada quien tiene su debilidad, solo que algunos se hacen más fuertecitos que otro. En este casi ya sabemos que Camila, no es.

-Es neta ¿Que no te caigo bien?- pregunta la morena mirando hacia el suelo.

-Ni siquiera sé quién eres- agita su cabeza y se gira para seguir caminando ¡Mentira!

-Neta ¿Quieres saberlo?- pregunto ahora colocándose delante de la ojiverde, sus manos alejadas de la chica.

No pensaba mancharla con su suciedad, si exacto suciedad. Por un instante Camila se miró a sí misma y luego a Lauren que veía la mirada de la chica.

-Todos esto me agüita- gira su boca y decide darse la vuelta y caminar de nuevo hacia el taller dejando a una ojiverde muy desconcertada.

*Al día siguiente*

One Shots Camren G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora