One Shots Camren G!P

Un sumisa un poco distinta (Camila G!P)

Tengo la sensación de que algo me va a pasar y es lo más común en este momento porque tengo los ojos atados y las manos oscuras. ¡Ya va! ¡¿Qué?! Okey, empecemos de nuevo.

Estoy de rodillas con mis manos a atadas y mis ojos vendados dejando todo a oscuras. Se supone que cuando entre a este lugar me habían ofrecido anonimato, y por algo les creí. Pero ahora me encuentro de rodillas desnuda a merced de no sé quién.

Se supone, porque todo lo que hago es suponer, debo pasarlo bien. Pero tengo niego ¡Joder! Tengo el derecho de tener miedo. Sabía que esto era un mal plan cuando mis amigos me dijeron ve a tal lugar, entra anónima y te darán tu regalito.

¡No pues que regalito!

-Primero silencia tu mente- la voz ronca de una mujer me hizo girar el rostro. Mi saliva estaba por atragantarse con mi esófago o cualquier mierda que ubique la garganta con el estómago.

-Yo- abrí mis labios mis ojos se abrieron de golpe en la venda. –Ouch- dije en bajo después de sentir el latigazo en el centro de mi espalda.

-Si no haces lo que te digo lo hare cerca de tu nuca y seguramente puede tanto gustarte como detestarlo ¿Quieres probarlo?- la mujer propone pero niego rápidamente.

-Lo hare si...- mis palabras quedaron a medias -¡Ahh!- otro latigazo en el mismo lugar.

¡Mierda! Es más fácil quejarme en mi cabeza.

-Así- sentí unos dedos pasar por mis labios –En silencio- asiento y siento el cuero del látigo pasar y bajar por el centro de mi abdomen esta llegar a la punta de mi miembro -¿Por qué estás tan dura?- su pregunta es baja y cerca de mi oído.

No sabía si hablar o no, apreté mis ojos como pude y cerré mas mis labios –Puedes hablar- dejo salir un suspiro.

-Yo no lo sé... es mi primera vez- si no tuviera mis manos atadas en la espada estoy segura que me palmaria la frente por todo lo alto.

-Virgen, me parece extraño- niego y no respondo. No quiero hacerla enojar –Y sumisa- mantengo mis labios aplanados para complacerla –Me agradas- su lengua pasa por el lateral de mi cuello hasta mi oreja y muerte el lóbulo.

Apretó mi mandíbula y estoy decepcionando a cada persona con pene en estos momentos, pero estoy segura que estoy por dejar salir mi semen por todo el lugar.

-Si te corres ahora, sabré varias cosas- apretó todo mi cuerpo no queriendo quedar como primeriza a luego de confesarlo –La primera es que es fácil hacerte llegar, la segunda es que quizás tienes muchas ganas o la tercera es que te gusta el sado- muerdo mi labio fuertemente queriendo incluso sacar sangre.

-Yo...- estaba por hablar cuando sentí el siguiente latigazo en la nuca -¡Ohh Dios!- Gemí.

-Me lo has respondido- niego como para mí misma cuando siento el látigo golpear suavecito la punta de mi glande. Apretó más mi mandíbula y quiero tirar mi cabeza hacia atrás.

¡Porque nadie me dijo que el sexo era tan bueno! Corrección ¡Porque nadie me dijo que el sado era tan bueno! me dejo llevar y recuerdo, será porque los únicos amigos que tengo están en la sala de computación y aquellos con los que juego videojuegos a la distancia.

No hablo con absolutamente nadie en mi colegio, estoy por entrar a la universidad y me mantengo con solo dos amigos en cada momento, miro al suelo y acomodo mis gafas cada cinco segundos porque se resbalan. Soy virgen porque tengo incluso miedo de poder acercarme a una mujer.