-Ahhh... No puedo más... -digo cansado y con un terrible sabor de boca tras haber imgerido una gran cantidad de comida quemada, negra como el carbón.
-¿Es-estás bien? Te dije que no hacía falta que te lo comieras -se veía preocupada, con su comida aún sin tocar.
-Que no, que no. Es solo que tu comida me ha llenado. Aún estando quemada, estaba para chuparse los dedos, je, je... -por dentro sentía ganas intensas de beber agua hasta reventar para deshacerme del mal sabor de boca.
-Va-vale, muchas gracias por pensar eso -sonreía nerviosamente.
Tras tal gran hazaña, la ayudé a recoger y limpiar los platos antes de despedirme de ella por aquella noche.
Entonces, cuando finalmente estaba frente a su puerta, listo para marcharme, nos quedamos mirando atentamente el uno al otro, con una gran sonrisa y con sonrojo.
-Muchas gracias por pasar la tarde conmigo. Me lo he pasado muy bien -me dijo ella.
-Por mi querida profesora, lo que sea, je, je.
-Je, je~ No me hagas sentirme una vieja en frente de ti.
-Ya te lo he dicho, eres muy sexy para verte como una vieja como tú dices. Ya querrían muchas de mi edad ser como tú.
-Ay, venga, no sigas. Que suenas casi como un pervertido, je, je.
-Oh, no te equivocas. Perdón... -me sonrojo avergonzado.
-¿En serio te avergüenzas ahora por eso? Qué joven tan peculiar eres.
Entonces, ella se acercó a mi rostro para darme un beso de buenas noches en mi rostro, devolviéndoselo seguidamente a ella.
-Buenas noches, profesora.
-Buenas noches, jovencito. No olvides estudiar para el examen de mañana.
-Ah, claro, se me había olvidado por completo que era mañana mismo, je, je... Bueno, será mejor que vuelva cuanto antes a mi casa para repasarlo todo.
-Je, je~
Normalmente no sabría por donde empezar para estudiar para dicho examen, pero con las clases que he tenido con ella, no tengo mucho de qué preocuparme.
Cuando por fin llegué a mi casa, bebí tanto como para acabar con un lago entero, y me tomé una rápida y caliente ducha. Entonces ya estaba listo para ponerme a repasar para el examen del día siguiente.
No había más, era yo frente a frente contra la libreta, realizando una y otra vez problemas de matemáticas hasta quedarme dormido sin darme cuenta.
Había pasado ya una hora, y cada vez me costaba más mantener los ojos abiertos, empezando a pensar que quizá debía acostarme ya.
Pero de repente, como si hubiera sido con un cubo de agua fría, el tono de llamada de mi móvil me volvió a despertar, comprobando que se trataba de mi profesora.
-¿Qué ocurre? -pregunté muy intrigado.
-¿Podrías venir rápido a mi casa, por favor?
-¿Por qué? ¿Ha pasado algo?
-Necesito que vengas, cuanto antes. Te espero a la puerta -y me colgó, dejándome muy preocupado.
Ante tal situación, me preparé para salir muy rápido, sin mirar atrás, y corrí a través de las oscuras calles de la ciudad hasta su casa, temiendo que algo malo hubiera sucedido.
Cuando finalmente llego, me encuentro su puerta un poco abierta, dándome a pensar que un ladrón había entrado. Cuando entro, todo está oscuro, sin ninguna luz encendida.
-¡Aquí! ¡Estoy aquí! ¡En mi habitación! -la oigo gritar, supuestamente a mí.
Sin dudarlo más, me acerco rápidamente a su habitación. Y para cuando llego, no podía estar más sorprendido.
La luz de su habitación se enciende sola, y lo primero que veo es a ella sobre la cama en ropa interior muy provocativa, posando eroticamente para mí, mientras yo me quedo sin habla y parado en el sitio, sin saber cómo reaccionar exactamente a eso.
-Pero profe... ¡¿Qué demonios ha pasado?!
Viendo mi expresión, dejó de posar y se levantó-. Perdón, perdón, puedo explicarlo.
-¿Era todo una broma para que viniera corriendo?
-Bueno... Esto... Quizás... Solo quería ponerte a prueba, no pretendía molestarte.
-Una... ¿Prueba? ¿Para qué?
-Quería comprobar cuánto tanto me amabas de verdad. Conque pensé en llamarte para hacerte pensar que me había ocurrido algo, y así comprobar cuan preocupado puedes llegar a estar por mí.
Suspiro exhausto, aliviado porque no fuera nada al final-. Buff... Profe... No vuelva a hacer eso jamás. Si le pasara algo de verdad, no lo soportaría.
-Oh... ¿De veras? -estaba perpleja y feliz.
-Pues claro, no era necesaria esta prueba. Aunque es entendible que tengas tus dudas por lo que has podido pasar antes.
-Entonces... ¿No estás enfadado?
-Nah, no te preocupes. No me puedo enfadar contigo, lo siento.
-Yo debería ser quien lo sienta, tonto~
Con unas pequeñas lágrimas de felicidad brotando de sus ojos, me abraza fuertemente, envolviéndome en aquel cálido pelaje suyo.
-Te quiero, jovencito~
-Y yo a ti~ Pero una cosa antes... -deshazgo su abrazo, sonrojado al observarla de arriba a abajo-. ¿A qué venía eso de la cama?
-Ah, sobre eso... Ya que la cena no me salió como quería, pensé en disculparme por ello...
-¿Teniendo...? ¿Contigo?
-Así es...~ ¿Qué te parece?~
-Yo... Yo... -no había opción, debía hacerlo cuanto antes de todas formas, aunque esta vez sentía que iba a ser diferente que con Reny. No iba a ser un rápido sin pasión. Ibamos a hacer el "amor".
ESTÁS LEYENDO
Fox Kingdom Harem
FanfictionUn joven aventurero se embarca en una aventura en busca de aliadas para enfrentarse al mayor peligro de toda la región. Mientras lo hace, librará intensas batallas, conocerá gente y fortalecerá su amistad con sus aliadas.