BLACK SATIN

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Aisha

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Aisha

Deseo... Que era el deseo? La apetencia de poseerlo, un sentimiento que crecía cada vez que lo veía y no podía controlar, penetraba hasta la última célula de mi cuerpo alterandolas de forma abrupta casi irracional.
Eso era lo que sentía cada que lo tenía cerca. Lo observaba siempre que podía, estando con otras mujeres, estando solo, me alteraba incluso cuando lo oía en el teléfono cuando lo llamaba a Nathan, cuando mi hermana me contaba alguna pelea que tenían siempre que se cruzaban. Pensarlo me alteraba...
Sabía perfectamente lo que hacía, si su amigo se enteraba literalmente iba a matarme, el hecho de que halla subido a su moto para una simple carrera traería consecuencias. Todo se iría a la mierda pero yo no podía sentirme mejor, por primera vez estaría con alguien por puro deseo. Quería sentirlo necesitaba que me sienta ahora y durante el tiempo que durase esta aventura que estaba viviendo. Todo era nuevo y no me privaría de experimentar esta sensación.

Lo besaba, lo tocaba e inhalaba su perfume varonil el cual me traía loca. Recibía sus caricias con tanta facilidad.

No llegamos a la habitación, en plena sala nuestra ropa desapareció, exponiendo nuestros cuerpos y aumentando a mil la temperatura del lugar. Mordía su hombro arañaba su piel dejando marcas. Sentía sus manos por todos lados, su lengua en mi cuello en mi oído, murmuraba palabras calientes elevando mi lívido a un nivel jamás alcanzado.
Me sentía sexi, poderosa y deseada.

-follame- pedí entre jadeos, mi respiración era irregular y tenía que en cualquier momento me daria un ataque.

- como dices?- pregunto mientras caminaba y subía unas escaleras conmigo ensima, apretaba mis nalgas y yo no dejaba de buscar fricción en mi zona húmeda.

- quiero que me folles Bastian, quiero sentirte dentro mio de una jodida vez.- hablé descarada, entramos a su cuarto y me dejó en la cama, encendió una lámpara de su mesa de luz y volvió a mirarme observando cada rincón de mi cuerpo, abrí mis piernas y acaricie mi punto mas sensible. Estaba ahí, en su cama desnuda, excitada, empapada y con ganas de ser devorada. Acaricie mis pechos mientras lo veía trepar en la cama.

- bebe es hora de que tú y yo arruguemos las sabanas.- fue lo más sencillo y lo más caliente que había escuchado en mi vida. Sujeto mis piernas las separó aún más y sin esperarlo arrastro todos mis fluido con su lengua haciéndome gemir, hundi mi cabeza en las almohadas involuntariamente.
- solo queria refrescar la memoria.

- funcionó?

- hay sabores que quedan en la mente y no se van.
Acomodo mis piernas al rededor de su cintura y me besó, probé de mi propio sabor y al contrario de sentir asco lo disfruté.

Sentí centímetro a centímetro su invasión, lo oí gemir. Apretaba sus ojos intentando contenerse, sus músculos se tensaban mientras sus dedos apretaban la carne de mis caderas.

- no voy a romperme, soy más fuerte de lo que crees Bastian.

- está noche no quiero escuchar palabras Aisha, déjame deleitarme solo con tus gemidos- se hundió con más fuerza, penetro todo en mi. Mi alma, mi cerebro mis fantasías, mis deseos, mi lado perverso, lujurioso y morboso.

CulpablesWhere stories live. Discover now