Carol

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Si la tentación es hermosa, imagínate el pecado. De vez en cuando se siente delicioso tener al diablo entre tus piernas.

Bastian

Charly, Nicolás, Dom y ahora Yonathan, eran los pilares fundamentales para llevar a cabo mi plan. Habia obtenido mas de lo que pensé y en un tiempo récord. Estaba a un paso de Fabio tenia todo en mis manos para hacerle vivir los últimos momentos de su vida totalmente miserable.

Gracias al pendrive que Dom me habia entregado pude armar un camino perfecto que me llevaria a la sima. Treinta y cinco millones de dolares habia hecho desaparecer de su cuenta en un abrir y cerrar de ojos. No habia dejado registro alguno gracias a Nick, lo tomaria como forma de pago por todas las molestias que me esta provocando hacer todo esto. o quizas como un simple subsidio por seguir tolerando su podrida existencia en este mundo de mierda. Estábamos robando la señal de sus camaras de seguridad en el domicilio donde se encontraba con su familia. Lo veia todas las noches cenar con las personas mas importantes que tenia.

Fabio Queen era un bastardo de unos cuarenta y cinco años, casado y con dos hijas. Una aparente vida de familia perfecta, Tatiana de apenas nueve años y Carol de veintidos. Una hermosa morena de curvas amplias, cabello corto y con una vida nocturna que dudaba que sus padres estuvieran al tanto. La habia estado siguiendo durante toda la semana hasta memorizar sus horarios, recorridos, gente con la que interactuaba. Debía encontrar algo por donde poder entrar, alguna debilidad o punto ciego y no fue nada mas y nada menos que en BLACK SATIN.

La chica tenia gustos peculiares, algo salido de la rutina y de lo que su madre llamaria decente. Ahi entraba Yonathan, quien quizo que me convirtiera en su proveedor personal solo para darme via libre y acercarme a la chica, sería el encargado de no dejar registros de mi visita en el lugar y desvincularme de esa cría si algo salía mal.

No seria nada facil, un error y él junto a su negocio estarían bajo la lupa.

Nathan se habia convertido en una piedra en el zapato, me seguia a todos lados, queria saber sobre nuevos clientes, proveedores, dinero que entraba y salia. Note su molestia en cuanto nos vimos luego de lo que había pasado con Aisha, de mi parte no obtendría explicaciones y el lo sabia aunque yo tambien sabia que todo se me habia salido de las manos.

La mujer de un amigo era intocable, todos lo sabiamos y lo habiamos mantenido asi desde que eramos unos mocosos calientes que recien comenzaban a interesarse por el sexo opuesto. El lo respeto siendo adolescente con Katrina, no solo por que yo me la tiraba sino porque ella estaba enamorada de mi y todo el mundo lo sabia. Entonces ¿que habia pasado, que habia cambiado para que me importase una mierda todo y me llevara a la cama a su novia? No lo sabía.

No lo iba a negar, aquella mujer era extremadamente sexi, a la vez se la veía tierna y dulce junto a un aire misterioso casi magnético. Al principio, solo seria obtener informacion sobre contactos que se hallan establecido en mi ausencia, además de que ni siquiera confiaba de su participación en el negocio. Quería ver por mis propios ojos si era rentable lo que hacía y ese tipo de cosas, me lo repetí Miles de veces antes de hacer lo que había hecho, ahora iba mas alla de todo eso y la idea me daba dolor de cabeza. Me atraia dolorosamente su presencia, su cuerpo, su caracter hasta su lengua y no por lo que decia sino por lo que hacia con ella. Con solo recordarlo mi sangre comenzaba a hervir y acumularse en un solo lugar. Se suponía que después de lo que paso estas ansias cesarían, pero fue todo lo contrario.

La vi salir de su casa y subir al auto, la observe por el retrovisor las veces que pude. Me ignoraba y mis manos comenzaban a picar. quería quitarle el vestido y tocar hasta el último centímetro de piel. Imágenes de aquella noche invadía mi mente como si fuese una pelicula hecha con distintos fragmentos. Los gemidos se podían fingir, pero la humedad entre sus pierna no.

CulpablesWhere stories live. Discover now