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No había comentarios por parte de ambos.

Taehyung se estaba muriendo de frío y Jungkook estaba asombrado por verlo otra vez.

Al final de todo, su presentimiento no falló; volvió a verlo.

—Eres... ¿Taehyung? El chico que estaba con Hobi la otra vez, ¿no? —preguntó un chico atrás de Jungkook, de cabello violeta y moreno.

—Sí —afirmó.

—Santos cielo, estás empapado. Ven, pasa —agarró su mano y le hizo entrar.

Al parecer estaba en una tienda de dulces, lo dedujo por el olor a dulces por todas partes.

—Te traeré una toalla, espera aquí —con rapidez el moreno desapareció del campo de visión de Tae.

Taehyung observaba todo con cautela solo para no sentir el incómodo ambiente estando a solas con Jungkook.

En realidad, quería irse de ahí, aunque se enfermera después. Todo sea por evitar una charla con él.

—¿Otra vez acosándome?

Giró para poder ver al de mechas azules, este se sentó en un sofá sin parar de observar los ojos de Tae.

Parecía un corderito asustado —pensó Jungkook.

—No te estoy acosando —de igual forma Tae observó los ojos de Jungkook sin apartarlos.

—¿De verdad? Porque no es pura coincidencia que nos volvamos a encontrar otra vez.

Taehyung resopló fuerte, el día ya no podía ir mejor.

No quería replicarle, estaría gastando saliva en alguien que no valdría la pena hacerlo.

Por desgracia tenía un hermoso perfil, pero carácter demasiado molesto.

El moreno logró llegar a tiempo antes de que las cosas fueran aún más incómodas, obligó a que Taehyung se sentara y secara parte de su cuerpo.

—Estás muy empapado, ¿no quieres un cambio de ropa? —negó.

—Me iré una vez que la lluvia cese, gracias igualmente.

Otra vez en ese silencio incómodo, donde los tres compartían miradas que daban mucho de qué hablar.

—Bueno, tú... ¿Qué estudias? —preguntó el moreno para romper el silencio.

—Bellas Artes —respondió sin más.

—Oh, por eso es que eres tan bueno dibujando.

Ahora que lo mencionaba, Tae sacó su carpeta de dibujos mojados, frunció sus labios al ver que algunos ya estaban casi rompiéndose por lo mojados que estaban.

Definitivamente hoy era su día.

El moreno buscó un secador de pelo, lo prendió y fue ayudando a Tae secando los dibujos. Jungkook cogió uno de los ya secos para analizarlo.

—Son muy buenos —murmuró—. Kim Taehyung, no lo repetiré otra vez, ¿por qué hiciste un dibujo de mí?

—Es como decir que todos te pueden grabar o tirar fotos —alzó la cabeza—. ¿Les dirías algo a esas personas? Puedes hablar lo que quieras, pero no puedes obligarlos a que no lo hagan porque ya eres una figura pública. ¿Entiendes lo que significa?

Era el momento de decir la verdad pese a que no quisiera ni hablar.

—Tienes razón —concordó el moreno—. Perdónalo, últimamente está un poco intenso, pero créeme que es un chico bastante empático —sonrió—. Por cierto, mi nombre es Kim Namjoon, encantado —el peliazul solo pudo asentir ante su presentación.

Stay; KookTaeWhere stories live. Discover now