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Las semanas siguientes fueron extremadamente difíciles para Taehyung. Justo debía de entregar el cuadro que tanto se había esmerado en hacer para que estuviera cualificado en entrar a la presentación que harían en menos de tres días.

Porque en tres días su vida podría cambiar y dar un cambio radical.

Más tenía que hacer una tesis que comenzaba a provocarle intensos dolores de cabeza. Tan fuertes eran que cada seis horas se tomaba unas pastillas más uno que otros teses.

De la univeridad se quedaba hasta tarde y seguido a eso, no salía de casa ni aunque tuviera que hacer las compras matutinas.

Un descuido y le podía tomar días para reponer. No quería eso.

Recibió una llamada de Jimin que no tardó en responder pese a que no quería desconcentrarse.

—"Taehyung, debes venir a la universidad ahora mismo." —su tono era preocupado—

—¿Qué ocurre? —frunció sus cejas—

—"Solo ven rápido."

{...}

Taehyung llegó a la universidad tan rápido como pudo con su patineta. Subió unos largos escalones y frente a un salón Jimin lo esperaba con un rostro pálido.

Una vez entró al salón, sintió un vuelco tanto mental como estomacal por ver aquella horrible escena.

Sus sueños se habían ido.
Su tiempo fue desperdiciado.
Sus metas... Ya no estaban.

La razón de su principio, ya no era la razón de su final.

Taehyung, con pasos lentos, caminó hacia aquella mesa en donde estaba su cuadro. El cuadro en donde pasó seis meses pensando, analizando, arreglando, añadiendo. Aquella razón de quien es su musa y de que sea su pareja actual.

Todo ese esfuerzo, todas esas ganas de superarse, estaban pintadas ahí, en ese cuadro.

Cuadro que estaba destrozado, no tan reconocible si no fuera por su firma.

—¿Taehyung, Jimin?

Su voz la reconocía perfectamente, era Jungkook que llegaba al salón de ambos jóvenes. ¿Qué hacía ahí? Un amigo le había pedido llevarle algo, justamente era en la facultad de artes y de pura casualidad se encontró con ambos chicos.

Taehyung no tenía ni las ganas ni el valor de girar y poder verlo. Sentía como si los mismos sucesos que vivió años pasados, se volvían a repetir como un recíproco sin fin alguno.

Estaba cansado y estaba acostumbrado.

Unos pasos fueron acercándose desde atrás, Jungkook se quedó inmóvil a su lado al ver el cuadro.

¿Quién podría hacerle algo así a alguien tan puro como él? —se preguntaron Jungkook y Jimin.

Dejó el cuadro a un lado y mordió fuertemente sus labios. Su expresión era neutra, se podía apreciar cuan serio estaba.

Muy dentro de él se sentía impotente, con tanta impotencia dentro de él que no le hacía pensar claramente lo que haría.

Estaba en blanco. Estaba perdido.

Sin ese cuadro, no podría graduarse aunque en la tesis le fuera bien.

Después de cuatro años, a casi final de curso, ¿me vienen con esta broma? —se preguntó.

—Esto tiene solución, puedes volver a hacerlo —alentó Jimin—. De seguro que el profesor entenderá la situación y podrás entregarlo.

—No hay tiempo. Quedan tres días, me falta terminar la tesis, ¿como podría terminarlo en menos de tres días? Es imposible.

Stay; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora