19

1.9K 267 18
                                    

Jungkook poco a poco fue abriendo sus ojos, y entró en pánico cuando ni siquiera sentía su brazo derecho. Ahora veía quien era el causante de aquel entumecimiento. Taehyung dormía pacíficamente sobre el de mechas azules, y este no pudo evitar observar como el menor dormía sobre él.

Le parecía más tierno estando dormido que despierto.

Taehyung sostenía su brazo como si fuera una almohada, la almohada más cómoda que nunca en su vida pudo tener, solo que está vez, aquella almohada era una viviente y con músculos.

Músculos muy tonificados, para recalcar.

El peliazul fue abriendo los ojos, y como si estuviera hipnotizado, por unos largos minutos se quedó observando fijamente a Jungkook.

—¿Dormiste bien encima de mi brazo?

Fue ahí cuando recapacitó, abriendo aún más sus ojos y alejándose abruptamente de su mayor, observando hacia otro lado por la vergüenza.

—Lo siento...

—No tienes que disculparte —con su mano izquierda fue masajeando la derecha, apartando aquellos pensamientos de pánico por no sentir casi su mano. Aunque ahora a podía mover un poco sus dedos—. Parecías cómodo durmiendo.

Taehyung aún seguía aturdido por lo que había pasado. Tan solo había cerrado los ojos pensando que se iba a despertar en cinco minutos, pero acabó siendo en horas.

—Creo que... Iré a lavarme la cara —informó el menor.

Giró su cuerpo para poder sentarse en el borde de la cama, al momento de levantarse, estuvo casi por caerse si no fuera porque se sostuvo de la pared.

—Ten cuidado, no quiero que me lleven preso.

—¿Por qué rayos te llevarían preso?

Más que una pregunta, parecía un vago susurro. Jungkook soltó una carcajada al ver cómo Taehyung se tambaleaba mientras caminaba y también por balbucear.

Ya en el baño, el peliazul se observó al espejo y dijo para si mismo:

—¿Cuántas horas es que dormí?

{...}

Taehyung aún seguía sin poder creer que después de meses logró dormir. ¿Jungkook tenía algún poder mágico? No, definitivamente eso no era. Entonces, ¿qué fue lo que ocurrió?

El peliazul entregó su trabajo a una persona quien le había mandado a hacer una comisión, tras recibir lo suyo, ambos chicos se despidieron. No era tan tarde, apenas eran las cinco, con lo cual, Tae decidió dar una pequeña vuelta por el área antes de volver a casa.

Sin darse cuenta pasó frente a una tienda de dulces que reconoció por estar situada en un lugar donde este frecuentaba pasar: era el lugar en donde le había pedido a Jungkook ser su musa, la tienda de Namjoon.

Sintió una presencia en su espalda, por acto reflejo se echó a un lado y giró para encarar a esa persona. Era Hoseok.

—¿Vienes a comprar dulces? —le preguntó con su gran ánimo pegadizo—

—No, solo pasaba por el lugar.

—Nam me dijo que viniera para que le ayudara a mover unas cajas —dijo abriendo la puerta—. Al parecer son tan pesadas que ni el mismo fuerte puede hacerlo. ¿Quieres entrar?

No tenía nada más importante que hacer, ¿por qué no aceptar?

El olor a dulces opacó sus fosas nasales una vez entró. Hoseok, como si fuera un ladrón, cautelosamente caminó hacia la encimera y de un frasco de cristal, sacó unos gusanitos de dulces, las cuales les ofreció a Taehyung pero este negó.

Stay; KookTaeWhere stories live. Discover now