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La naturaleza es algo que se debe de escuchar atentamente, y que muchos ignoran. Las personas escuchan lo que quieran escuchar, siendo la realidad ignorada y con la verdad oculta.

El arte es igual, solo que el significado se da por sí solo aunque no haya nada ahí.

Todo seguía igual que el inicio.

Aquella libreta de hojas en blanco, fueron sustituidas por dibujos a color hechas por el mismo Kim Taehyung. Frente a este, estaba Jungkook escribiendo algo en su libreta de apuntes.

—¿Algo que combine quedarse? —susurró para si mismo el de mechas azules.

—Combina con muchas cosas —respondió Taehyung como si la pregunta fuera para él.

—No ayudas.

—Tu tampoco me ayudas a quedarte quieto mientras dibujo tu cara.

Al igual que el arte, Taehyung era una mente maestra que muchos tomaban por raro. Porque ser silencioso y observador, era algo extraño y que nadie pensaba que era normal.

Por ser una mente maestra, hacía y decía cosas que sin querer ayudaba a los demás.

Jungkook lo miró sorprendido y al instante exclamó:

—¡Eres un genio!

Jungkook empezó a escribir como si fuera una máquina sin descanso, tachando algunas palabras y sustituyéndolas al lado de lo tachado. Tae no estaba sorprendido de haber sido de ayuda, ya estaba más que acostumbrado a ayudar a otros sin recibir nada a cambio.

—Creo que cuando termine esta canción te daré los créditos al final —el peliazul quedó el trance por lo que había dicho.

—¿Por qué debes de darme los créditos por una frase? Además, no hace falta que lo hagas.

—Por hacer el ambiente uno más calmado —sonrió.

Ambos chicos eran el verdadero significado de polos opuestos. Jungkook es extrovertido y expresivo mientras que Taehyung es introvertido y prefiere guardar sus sentimientos. ¿Razón? No quería salir lastimado innecesariamente.

Pero bueno, no era Jungkook que sin darse cuenta lo hacía.

—¿Gracias, supongo..?

Yoongi había llegado pocos segundos después con una bandeja con vasos y los chicos fueron sentándose en sus respectivos asientos tomando de esos vasos. Yoongi anteriormente le había servido el de Tae primero ya que solamente bebía té y no café, y al querer tomar nuevamente de su infusión, probó algo más que un simple té de manzanilla con dos cucharadas de azúcar.

Con disgusto frunció sus cejas, se levantó de la silla y antes de poder tragar el líquido, salió corriendo hacia el baño para poder escupirlo y lavarse la boca por diez veces.

—Taehyung, ¿estás bien? —le preguntó preocupado Hoseok llegando hacia él.

Estar bien, lo estaba. Su paladar estar bien, lo más probable es que no.

El sabor amargo pero dulzón del café seguía en la boca de Tae. No se iba ni por cuántos enjuagues bocales se daba; seguía ahí, incrustado en su boca como un chicle.

—Te tomaste mi café —señaló Jungkook al vaso que antes el peliazul había tomado. Tae había llegado hacia los demás minutos antes.

—No es mi culpa que lo hayas puesto al lado del mío —se excusó.

—Tampoco es mi culpa que no sepas oler bien ni diferenciar el café con un té. Café es café y té es té, la única semejanza es el azúcar —replicó.

Stay; KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora