Capítulo 18: Bienvenida sea la pelea

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—No esperaba menos de ti, Gary— dijo la voz de Holmes, haciendo resaltar su presencia en la escena.

Estaba de pie ahí, vestido como un cadete de policía, respirando intercaladamente, esforzándose por recuperar el aliento antes que todos.
Lo miraste con asombro ¿Estuvo aquí todo el tiempo?¿Que paso con Moriarty? ¿Que iba a suceder ahora?
Eran bastantes preguntas, pero no pensabas buscarles respuestas en ese momento. La adrenalina pasaba poco a poco y tu cabeza comenzaba a doler.

—Es Gre... Mira, ya olvidalo— intento corregir Lestrade, que a penas podía hablar.
No te habías percatado que habían tenido que recorrer los escalones del gran reloj a la carrera para auxiliarlos hasta ese momento.

Entonces John, que se había fundido en un abrazo contigo, se puso de pie de un salto.
Tu lo miraste aún desde el suelo, ya que tus piernas no parecían responder todavía, en general como todo tu cuerpo.

—¿Tienes idea... ¡DE LO QUE ACABA DE PASAR!?— le gritó John a Sherlock.
Su expresión era aún de miedo, pero tenía los ojos inyectados en sangre.
Con dificultad se acercó a su compañero, ya que las piernas aún le temblaban.

—John, cálmate, estás bien.— Le contestó el detective, levantando su mano en ademán de despreocupación— Ninguno de los dos está muerto, deberías agradece-...

El comentario del detective se vió cortado por el fuerte impacto del puño de John en su cara.
Todo tu cuerpo dió un ligero sobresalto ante esto. Incluso Lestrade y el policía espectador quedaron pasmados.

Sherlock intento recuperar el equilibrio como pudo.
—Okey...—dijo con una mano puesta en el labio que ahora le sangraba— Parece que todavía tienes fuerzas.

—¡Esta vez fuiste demasiado lejos, imbécil!— le dijo John frunciendo el seño .
No paraba de gritar en ese tono que, sobre todo, traía ya apaciguado desde que no estaba en la milicia, y que no usaba a menos que la cuestión fuera realmente extraordinaria. Así que, definitivamente entendías su actitud.

—Realmente no tuve opción, pero mi plan fue perfecto— dijo Sherlock que no dejaba su tono arrogante a pesar de que no le convenía.— Lestrade llegó a tiempo, era lo único que hacía falta.

—¡No, Sherlock, no!—exclamaba John— ¡Está vez no fue uno de tus tontos juegos, está vez era cuestión de tiempo! ¿No eres  conciente de que si hubieran llegado un segundo, ¡Un jodido segundo tarde! (Nombre) hubiera...

—¿Hubiera muerto?— pregunto Sherlock completando la frase de su amigo— Bueno, en todo caso ambos lo hubieran hecho, y no pasó.  Así que fórmula un poco mejor tus argumentos antes de hablar-

Seguramente, Sherlock, pensó que su amigo se resignaría como siempre ante sus palabras; seguramente pensó que podía apelar a su confianza como siempre y que podía dejar el asunto resuelto, como sucedía comúnmente.
Si eso era lo que había creído, pues se había equivocado porque, como si se tratara de un tigre, John se lanzó hacia su amigo, entre gruñidos, extendiendo las manos hacia el cuello de su disfraz de policía y sometiéndolo al suelo, sin darle un segundo a sus reflejos.
Todos quedaron espentantes ante tal impulso.
Tanto cómo tú, el otro policía y Lestrade dejaron escapar un grito ahogado ante la pelea que ahora se desarrollaba en el suelo, entre los dos amigos.

Sherlock empujaba a John para un lado, buscando someterlo, pero éste se giraba buscando propinarle otro golpe en la cara ahora enrojecida de su compañero. John recibía las patadas y los empujones de él sin querer, y no parecía que se fueran a separar.
Lestrade y el otro joven se acercaron en cuanto reaccionaron, entre exclamaciones y quejas para alejar al uno del otro como si fueran perros de pelea.

—¡Está bien! ¡Ya fue suficiente!— gritaste de golpe con toda la fuerza que pudiste.

Esto fue lo único que logró que ambos despertaran de su trance y que se volvieran para verte.
—John—le dijiste a éste en tono firme. No habías notado que te habías puesto de pie en un instante—  Creo que esperaba más de la persona que me salvó la vida...

—(Nombre), pero que rayos...¿Que dices? ¿No ves que pudiste morir?— te cuestionó John, que tenía ahora un par de golpes a lo largo de su rostro. Aún estaba muy agotado y obviamente trataba de controlar su enojo.

—Pero no lo hicimos— dijiste suspirando.

—Al fin alguien que lo entiende...— contestó Sherlock, que aún estaba siendo sostenido por Lestrade.

—¡Tu no te quedas como el héroe tampoco!— exclamaste con una mirada fulminante hacía Sherlock, comentario que lo salvó de que John comenzara otra vez a golpearlo.— Es increíble... pensé que solo tu actitud era la de un idiota, pero ¡Vas más allá de la falta de entendimiento! ¿Como es posible que, después de tanto que han pasado, hayas puesto a tu amigo en una situación así? ¡¿Cómo puede ser que no te intereses en lo más mínimo?! ¿Que... qué clase de amigo de mierda eres?

Hubo un silencio incómodo.
Sentiste como se formaba un nudo en tu garganta. Te resististe a que la lágrimas salieran de tus ojos, pero poco a poco notaste que querían correr como si fuera una catarata.
Todos estaban expectantes ante lo dicho y, al sentir sus miradas, bajaste la mirada sin encontrar otro motivo para hablar.

—Yo, nunca dije que no me importara— dijo Sherlock, que ahora tenía un tono calmado y que incluso se notaba un halo de culpa.

John solo negó con la cabeza y se rió de su comentario, pero tampoco parecía tener intenciones de retomar la pelea.

—Y, auque no lo creas, estuve al pendiente de ambos— continuó ante esto, alternando su mirada entre tu y john.— Pero...supongo que encontré el peor momento para explicarme.

Esto parecía una sincera disculpa, algo que te sorprendió y te hizo levantar la mirada.
Lestrade y el policía parecieron notar la ausencia de tensión y les dieron espacio a los chicos.

—Encontraste las peores palabras, como siempre— dijo John con sarcasmo.
Entonces desvío la mirada hacia contigo—Lo lamento, (Nombre), pero creo que también entiendes por qué ahora mismo lo odio tanto.

Asentiste, frotando tus ojos. Estaba claro que no ibas a menospreciar los sentimientos de John, pero también te sentías aliviada de alguna forma de que Sherlock los hubiera salvado.

John se alejo de su amigo y se acercó para tomarte de la mano y guiarte hasta su lado.

—Creo que entonces nos debes una explicación a todos— exigió John a su amigo, que, ahora mismo parecía más bien resignado.

No habías visto a Holmes así antes, pero estaba claro que tenía un poco de preocupación por ambos... Incluso Lestrade tenia una mirada perpleja ante los modos del detective.

—Estoy dispuesto— dijo Holmes con un hilo de sangre recorriendo su labio— Pero...creo que lo mejor sería bajar de aquí.

John le dirigió una mirada dudosa, pero al final asintió y todos se dirigieron hasta la entrada.
Bajaron los escalones poco a poco. John seguía muy al pendiente de ti y constantemente te preguntaba al oído si te sentías bien, mareada o débil.

—Creo que yo debo hacerte las mismas preguntas— le respondíste con una sonrisa amarga, acariciando levemente su mejilla enrojecida por los golpes— ¿Estará... estará todo bien entre los dos?— comentaste en voz baja mientras descendían, dirigiendo tu mirada hacia Sherlock, que iba hasta adelante junto con Lestrade.

—Yo...no lo sé. No estoy dispuesto a nada sin una explicación— contestó John, cabizbajo.

Tu asentiste y lo tomaste del brazo, bajando esas interminables escaleras...

Caso sin resolver (John Watson x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora