Capítulo 24: Preguntas incómodas, respuestas incómodas.

335 36 14
                                    


El sonido de las bocinas, transeúntes y los taxis que pasaban de largo por la Baker Street comenzó a colarse como un ligero susurro que invadía el departamento.
La luz de la ventana ahora inundaba toda la habitación y los colores verdosos del papel tapiz se notaban claros y cálidos.

Poco a poco tu mente se fue percatado de los sonidos del exterior, escabullendose entre tus sueños hasta que, poco a poco, tus párpados se fueron abriendo lentamente, haciendo que volvieras al presente.
Al inicio no te moviste, simplemente soltaste un profundo suspiro que se transformó en un bostezo.
Tu cuerpo estaba inmóvil y recordaste entonces que habías dormido cobijada por el peso de John.
Poco a poco, cada una de tus extremidades se desentumecieron haciendo que notaras el tacto de su cuerpo claramente como anoche... Solo que esta vez había algo distinto.

*(ATENCIÓN: CONTENIDO +18)*

Cerca de tu espalda baja, notaste que había algo...¿Duro? Más bien firme.

Cuando John se movió lentamente notaste como su miembro te rozaba por encima del pantalón.
Obviamente no estaba expuesto, pero si que lograste sentir su roce con tu coxis, lo cual te provocó un estupor que recorrió toda tu columna.

Te esforzarte por acallar un grito ahogado de la sorpresa.Estabas dispuesta a simplemente moverte un poco, desprendiendo tu cuerpo de John, ya que el parecía seguir sumergido en un sueño no tan profundo y no querías directamente decirle algo tan... incómodo, a pesar de que estabas anonadada.
Pero entonces te percataste de otra cosa: Sentiste como la mano de John estaba justo sobre uno de tus pechos.
No lo notaste hasta que comenzó a mover los dedos de la mano.
Estaba claro que el no se estaba percatado de lo que sucedía, pero para ti fue suficientemente motivo para ponerte rojo el rostro entero.

-¡Ahhh, John...!-exclamaste con una voz temblorosa.

Entonces el doctor se despertó por completo.
Tu te habías quedado ya en Shock, no te moviste y, cuando él se dió cuenta, se sobresaltó, tanto que las cobijas volaron y casi se cae de la cama.
Entonces reaccionaste y, apresuradamente, desviaste la mirada hacia donde estaba él, enderezandote sobre el colchón.
La frente le sudaba frío y parecía acorralado ahí en la orilla de la cama, con ambos brazos a los lados.

-¡Dios mío, (Nombre)! ¡Y-yo...lo lamento muchísimo! Q-quiero decir, perdóname, d-de verdad...no me di cuenta.
John comenzó a disculparse sin hacer mucho sentido, mientras con vergüenza se intentaba cubrir la obvia erección con las sábanas.

-E-Está bien... Y-yo, perdón por asustarte así-tartamudeaste, acomodando las manos con los nudillos cerrados en tu regazo.

-Mierda, que vergüenza- decía John tocandose la frente. Ahora el también estaba completamente sonrojado- (Nombre), querida, lo siento mucho...

-John, pero es algo que no puedes controlar-dijiste,intentando controlar tu respiración agitada.-No fue tu culpa, yo entiendo...es solo que no estaba bien despierta y me puse nerviosa, pero no fue por sentirte...

Entonces cortaste tu frase en ese momento. Realmente había sonado muy mal. John levanto la mirada, con los ojos como platos, en shock.

-¡Ayy, Dios! No quise decir eso- exclamaste, golpeandote la frente- Me refiero...a que no es porque me incomodara, ¡Digo no!-

Entonces John soltó una risa notablemente nerviosa. Sentías que parecía que le decía a la tierra que se lo tragara y, a decir verdad, tu sentías lo mismo.

-No es solo eso, estaba tocandote. ¡Dios!-dijo John, arqueando las cejas- Estaba tocandote mientras tenía una erección...
Estás últimas palabras las dijo casi con dolor.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora