Capítulo 26: cénit

379 30 3
                                    

(Advertencia: Contenido +18)

Sentías como tú cuerpo, en un cambio repentino de temperatura, se ponía caliente. Una sensación de exitación recorrió tu columna desde el coxis hasta la nuca, provocando que sintieras tu sangre hirviendo hasta tu rostro.

La lengua de John se hundió en tu boca, la cuál recibiste sin dudar, sintiendo como la saliva permitía un beso francés que jamás habías experimentando.

Segundos después, los dos pasaron de los tiernos besos a una sensación desesperada de tenerse el uno al otro tan cerca.
John apretaba tus muslos acercándote hacía su pelvis, mientras recorrías su cuello, su pecho y sus mejillas con las palmas de tus manos, acariciándolo; provocando que respirara más agitado.

Sus labios se separaron, buscando recuperar el aliento.

—(N-Nombre)...— susurró tu nombre el doctor. No dijo nada después, simplemente te tomó por debajo de los muslos, levantando tu cuerpo con gran facilidad.
Tu te sostuviste rodeando una vez más con tus brazos su cuello, besándole el rostro con pasión.

Entonces sentiste nuevamente la erección a través de su pantalón, ésta vez rozando tu pelvis, lo cual te hizo respirar todavía más entrecortado.
El doctor paseó su boca por tu cuello, depositando húmedos besos cerca de tu clavícula y detrás de tus orejas, haciendo que movieras la cabeza en un vaivén.
—J-john...—Gemiste quedamente su nombre.— Y-ya, no puedo más...

—¿Q-que pasa? ¿Hay algo mal?— te preguntó, pero su mirada era laciva. El doctor estaba verdaderamente excitado.

—N-No, no es eso...es que ya no puedo aguantar.—extendiste una mano para acariciar su mandíbula— Quiero estar contigo, ahora. Quiero que tengamos sexo ahora... P-por favor.

Al doctor le brillaron los ojos, alzó las cejas verdaderamente sorprendido. El ver tu rostro así, a su merced y completamente dispuesta lo llenaron de satisfacción.

—Aqui no— Te dijo. Y rápidamente maniobró contigo sobre sus brazos, para poder cargarte pasando una mano detrás de tu espalda y ambas piernas sobre su otra mano, cargándote como si fueras una princesa.

Tragaste aire. Te sorprendió la velocidad con la que te llevaba en brazos, y con gran urgencia se dirigieron hacía su habitación.
John te coloco en la cama lo más delicadamente posible, como le permitía la emoción que le aquejaba, posándose, posteriormente, con ambas manos a los costados de tu cabeza.

Desde su perspectiva, te veías como una delicada flor, pero tú rostro reflejaba tanto desespero que casi le rogabas con los ojos que se avalanzara sobre ti.
Dejaste caer ambas manos a tus costados, con las palmas hacía arriba cerca de tus hombros.

—(Nombre), eres tan...eres todo lo que quiero ahora. Te deseo tanto— Te dijo, y se recargo sobre sus codos para sentirte más cerca—¿E-Estas segura que esto es lo que quieres?

—Si— dijiste casi con desesperación — Por favor, John... tócame. Quiero estar contigo, quiero que me hagas sentirte-

¡Ya no podías resistir más! Querías avalanzarte salvajemente sobre él, y querías que el hiciera lo mismo. Pero antes de que pudieras hacerlo, John te retuvo con un beso húmedo, acariciando tu cuello y descendiendo hacia tu pecho.

Sentiste como tu vagina palpitaba cuando John coloco su mano debajo de tu blusa y tocó tu pecho por encima de tu ropa interior, jugando con él, apretándolo y moviénolo en diferentes sentidos.

Dejaste escapar un gemido de placer. Lo cual hizo que John se excitara y te subiera la blusa de golpe, para ver tu pecho cubierto por una lencería más bien práctica.
Se aparto un momento como para tener una vista completa. Pareció que no podía dejar de respirar agitado.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Onde histórias criam vida. Descubra agora