Capítulo 20: Respuestas

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Atravesaron el portón negro con las reconocibles letras amarillas de los departamentos del 221B.
Escaleras arriba, se podía escuchar el sonido de un violín armónico, tocando alguna melodía deprimente pero hermosa.

Pensaste en lo rápido que Sherlock había llegado antes que ustedes, lo cual era sorpresivamente extraño ya que lo hubieran oído llegar.
John tenía la mirada perdida hacía la puerta de su departamento, inseguro y con pocas intenciones de subir.
Notaste como frunció el seño, y supiste que no era el mejor momento, pero era necesario aclarar todo ahora o nunca.

Lentamente tomaste su mano, entrelazando tus dedos tiernamente con los suyos. John salió de su trance y te miró con melancolía, con una sonrisa amarga.

—Está bien— Le dijiste en un tono quedo— Podemos hacerlo. Después de todo, hay que aclarar las cosas.

—Supongo que si— asintió John, tragando saliva.
Entonces ambos subieron las escaleras, hacía la puerta del departamento. Lentamente y, estando al final de los escalones, se detuvieron momentáneamente a pensar, pero sabían que lo único que podían hacer era atravesar la puerta. John la abrió lentamente, entrando con paso lento seguido de ti.

El sonido del violín, que se había intensificado, paró de forma repentina en cuanto el detective se percató de su presencia.
Los estaba esperando—ya vestido con su atuendo habitual— de no ser así no hubiera sido capaz de detener su meditación aunque se hubieran anunciado de forma más escandalosa.

—Me sorprende que no hayan tardado más— Dijo Sherlock mientras frotaba las cerdas del arco de su violín con sus dedos.— De cualquier modo ¿Planean escucharme o sermonearme?

John meneó la cabeza en señal de decepción, acompañando este movimiento con un suspiro.
Creíste entonces que era tu turno de hablar, ya que John parecía aún bastante molesto como para encontrar las oraciones sin tener que maldecir en cada una.

—Queremos respuestas y una disculpa— dijiste en tono firme, mirando hacia Sherlock.— Y sería bueno que empezaras por lo último.

Sherlock frunció el seño ante lo dicho, pero no parecía empeñado en pelear. Su labio a penas estaba cicatrizando y su cara aún tenía rastro de moretones mínimos, al igual que la de John.

—Lo siento entonces.— Contestó Sherlock en tono desinteresado, alzando el cuello como para rescatar su dignidad— No se por que es tan importante, pero supongo que lo merecen.
"En cualquier caso, si quieren escuchar lo ocurrido, sin llegar a la barbarie de los golpes, sería un placer explicarles.—Se puso de pie y miró de reojo a John, quien ahora tenía la vista fija en él.

— Pues habla entonces— le contestó John, deladeando la cabeza.

Sherlock hizo una seña para que se sentaran sobre el sofá principal. Ambos tomaron asiento sin rechistar, uno muy cerca de el otro. Sherlock quedó de pie frente a ambos, con las manos entrelazadas detrás de si mientras caminaba lentamente por el cuarto.
Había dejado su violín sobre uno de los sillones individuales.

—Bueno, todo comenzó desde hace algunas semanas, con el caso de la mujer en la iglesia— comenzó él, dandoles la espalda de vez en cuando mientras se desplazaba.— John lo ha de recordar bien.
“Un caso bastante peculiar sobre una monja asesinada pero sin rastro alguno de sangre o de veneno...
Puedo decir que no me mantuvo mucho tiempo ocupado; en cualquier caso, fue el parteaguas para darme cuenta de cosas extrañas que comenzaron a pasar.

—¿Cosas extrañas?—Preguntó John en tono seco, inclinándose sobre su espalda hacia al frente.

—Por supuesto. Con cosas extrañas me refiero a que parecía haber señales de que estaba trabajando en 2 casos en vez de uno—contestó Sherlock— No quise comentártelo, has estado muy distraído estos días— insinuó refiriéndose obviamente a ti, pero sin siquiera desviar su mirada de ese vacío en el que se sumergía cada vez que narraba algo— Pero noté que había pistas que no encajaban con el caso, pero entre más avanzaba el caso aparecían nuevas cosas que encajaban como construyendo un caso a parte.
”Por ejemplo: Estaba el arma que el supuesto asesino pudo haber usado. Un cuchillo de cocina de mango azul que parecía completamente nuevo, sin usar una sola vez.
"También ese extraño perfume que alguien envío de manera anónima a la oficina de Lestrade, muy similar al que (Nombre) usa, barato y no exactamente duradero.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Where stories live. Discover now