Capítulo 15: Reloj

301 34 2
                                    

Desviaste la mirada entonces hacia donde se encontraba.
Tanto Sherlock como tú cortaron de golpe la conversación, pretendiendo no dejar saber nada del tema.
En cuanto tus ojos se posaron sobre él, sentiste un arrebato de emoción.
John llevaba una camisa azul cielo con rayas grises muy delgadas; tenía el cabello acomodado hacía atrás y llevaba unos pantalones negros de vestir y botas marrones. También tenía un reloj ajustado a su muñeca derecha.
Se veía extremadamente atractivo, tanto que no encontraste que decir sin que te temblara la voz por los nervios.

—¡Wow... (Nombre), te ves muy hermosa!— Dijo John con el rostro pasmado— Me refiero, no quiero decir que no siempre te veas hermosa.—rió.

—G-Gracias— Contestaste— Tu también te ves muy bien, en serio.

—Que bonito, que bonito— dijo entonces Sherlock con sarcasmo— Bueno, basta ¿No? Creí que tenían algo que hacer... Tantas personas aquí me hacen poner de mal humor.

—¿Tantas? Tu siempre estás de mal humor— dijo John— perdóname, (Nombre). Se que te dije que no molestaría. Pensé que saldría hoy— continuó dirigiéndose a tí.

—Está bien, después de todo vive aquí. No quisiera importunar su arduo trabajo— contestaste tú, dirigiéndo una mirada burlona a Sherlock.

—Vaya, creí que eras más ingeniosa, (Nombre)— dijo Sherlock mientras se sentaba nuevamente— No importa, de todos modos no quería hablar más del tema.

—Ahh, ¿De verdad estaba hablando contigo? Espero que no haya sido sobre mi— pregunto John.

Sherlock esbozo una media sonrisa para si mismo.
Expresarte una risa nerviosa para fingir que no se trataba de algo importante.

—En realidad no hablamos de algo en particular—dijiste— No te preocupes.

—Bueno, intentaré ignorarlo— dijo John— ¿Te parece si nos vamos, (Nombre)?

—Si...me parece bien—contestaste.

Entonces John te ofreció su brazo para guiarte fuera de la estancia.
Pudiste sentir el tacto de su músculo entre tus manos cuando te aferraste, por lo que te sentiste incapaz de mirarlo a los ojos.

Sherlock no pareció prestarles más atención, pero tú seguías pensando en ¿Que habría significado todo eso? Y más importante ¿Por qué te lo diría a ti?

John y tú caminaron escaleras abajo, llegando a la esquina de la calle para esperar un taxi. La Señora Hudson no se encontraba, de modo que no tuvieron ningún contratiempo o alguna conversación incómoda antes de salir.

Mientras esperaban notaste que John también estaba algo callado y decidiste romper el silencio, a pesar de que no tenías mucha labia.

—Tengo que decir que no tengo idea de a dónde me quieres llevar— comentaste—¿Puedo saber?

—Ahh, pero eso arruinaría la sorpresa ¿No crees?— te dijo mientras se llevaba una mano al bolsillo— Pero puedo darte una pista.
Entonces extendió una servilleta, doblada perfectamente, hacía ti.  Tu la tomaste sin entender muy bien, pero la abriste con mucha curiosidad.

Dentro había una pequeña llave con un cifrado de cortes separados; plateada y con un agarre redondo.
La observaste, pensativa.

—Creí que me habría librado del detective dejandolo en su departamento—bromeaste.

—Lo siento, se me ha hecho costumbre ponerle emoción a las cosas— río John— Y bien ¿Que piensas?

—Bueno—dijiste después de pensar unos segundos— Definitivamente no tengo idea esta vez, pero seguramente no será un lugar al aire libre.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora