Capítulo 7: La obra perdida

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—Y tú...¿Alguna vez te has enamorado?— preguntaste inclinando ligeramente la cabeza, mirando tus manos.

John estaba boquiabierto. Movia sus dedos a los costados y titubeaba hilando frases sin contexto.

—¡Ahhh, bueno...Yo... Quiero decir.— intentó responder— Todos nos hemos sentido así, es solo que...¿A qué se debe tu pregunta?

Se encontraba tan nervioso que automáticamente te arrepentiste de preguntar.
Por querer saciar tu curiosidad, ahora te encontrabas entre la espada y la pared para inventar una excusa creíble.

—Ahhh, bueno, es que...— dijiste tú, frotando tus manos de manera ansiosa— Es solo que cuando mencionaste eso pensé que tal vez Sherlock y tú eran parecidos en ciertas cosas, y quería preguntar si esa era una cualidad que compartían...

«Por supuesto ¿Quién no tendría duda de que alguien es o no capaz de enamorarse?, Que tontería» Pensaste.

Esa fue la peor excusa que pudiste haber inventado. «¿Por qué no mejor le pregunté si también disparaba cuando está aburrido a la pared?»

Querías sumergirte en el colchón hasta que desaparecieras entre las sábanas, cuando John soltó una carcajada.

—Vaya, ¿Era eso?— Te preguntó aliviado— Entonces, ¿Crees que nos parecemos en varios sentidos? Eso es algo nuevo para mi, pero supongo que por algo lo soporto.

Sonreiste de vuelta, sin poder disimular un ligero suspiro de alivio.

—A veces puedo ser un poco extraña...lo siento— dijiste colocando una mano detrás de tu cabeza— Generalmente tiendo a decir o hacer cosas de las que luego me arrepiento. Pero siento que es parte de mi naturaleza, ya sabes, soñar despierta.

—(Nombre), si de cosas extrañas hablamos...Yo gano—dijo mordiéndose el labio por dentro.—Pero bueno, Seguramente tendremos la oportunidad de hablar de nuestras cosas extrañas en otra ocasión.

—Claro, Doctor Watson— Le dijiste acentuando una formalidad más bien simpática.

Cuando se hubieron despedido finalmente, John salió de tu apartamento y lograste escuchar como sus pisadas recorrían los escalones a través de la vibración de la pared.
Tenía un paso veloz, y siempre que caminaba lo hacia con un andar muy erecto y siempre con las manos a los lados.
Pudiste imaginarlo cómo se vería vestido de soldado mientras caminaba.
El solo pensamiento te dibujo una sonrisa en tu rostro.

Eran ya las 8:00 pm en punto. Muy tarde para comenzar un cuadro y muy temprano para ir a dormir.
Decidiste verificar si Mycroft Holmes había dejado el mensaje prometido en tu bandeja de entrada.
Pensabas que sería algo complicado, pero era igualmente un mensaje corto.
Más que mensaje parecía el título de un artículo:

“La dama y el hurón, desaparecida.”

«¿Se supone que de esto haga una búsqueda exhaustiva? Okey, muchas gracias Mycroft» Pensabas molesta.

Claro que estabas familiarizada con el valor artístico de las obras de Leonardo Da Vinci, pero no habías leído por ningún medio que el retrato la famosa duquesa pintada hace más de 300 años estuviera desaparecido.

Te dirigirse a la sala, continuando con los cuidados indicados por John, y tomaste tu laptop para iniciar la búsqueda.

Al parecer estabas desactualizada en cuanto a la información del famoso renacentista, cuando viste más de 9 páginas de resultados en el buscador:

“La dama ¿Perdida?" “Autoridades aseguran tener bajo control la búsqueda del afamado retrato" “Obra original de Da Vinci desaparecida"

Todo tenía que ver acerca de como alguien había tomado el cuadro original del Museo Nacional de Cracovia y la había reemplazando por una copia casi idéntica a la original. Pero había muchos detalles que te generaban ciertas dudas.

Caso sin resolver (John Watson x tú)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora