Capítulo 13.

3.7K 211 4
                                    

Han pasado un par de semanas desde que nos enteramos de los bebés y mi barriga ya está saliendo a relucir, y me fascina, me gusta verme en el espejo y ver como nuestros bebés nos están diciendo que todo esto es realidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Han pasado un par de semanas desde que nos enteramos de los bebés y mi barriga ya está saliendo a relucir, y me fascina, me gusta verme en el espejo y ver como nuestros bebés nos están diciendo que todo esto es realidad.

Recuerdo la primera vez que me levanté la blusa y Mateo me vio, casi se desmaya al ver cómo estaba creciendo, se acercó corriendo a mi y empezó a acariciarla, tomo vídeos, fotos y hasta izo video llamada con los chicos que por cierto esos son otros que están extremadamente locos con migo, me tratan como si fuera de porcelana y ni hablar de Tom, ese hombre está loco, no me pueden ni ver porque ya esta como gallina con pollitos, espantando a todos.

Y las chicas están todas paranoicas viendo que es lo que como, que es lo que no tengo que comer, cual ropa me favorece y que no sea amenaza contra los bebés y hablando de ropa, es un caos, todavía puedo ocupar mi vientre pero se que dentro de poco no podré hacerlo y es allí donde entra mi miedo, que mis padres se enteren, peleas, discusiones y más. Son cosas que me quiero evitar pero en algún punto voy a tener que decirles y cuando lo haga va a ser todo un caos.

Hoy tenemos una cita con la doctora, no se si al ser padres primerizos somos más paranoicos que pase algo pero es inevitable. El día de ayer cuando estábamos a punto de dormir, tuve que ir al baño (mi segundo hogar) y cuando bajé mi braga vi que había sangre.

No les voy a mentir, me asusté mucho, a tal punto que me puse a llorar y dure como media hora encerrada. Mateo no sabía pero se preocupó cuando no salía y cuando le dije se puso peor que yo, empezó a maldecir que él era un irresponsable (cosa que dije que no) lo tranquilice diciendo que mejor llamaríamos a Katia. Eso lo tranquilizo, saco su celular y la llamó, con el celular en alta voz escuchamos todo lo que nos dijo pero al oír como estaba Mateo de odioso y desesperado, nos hizo una cita para después del almuerzo.


Dormí de nuevo en su habitación que ahora la voy a proclamar mía ya que paso más tiempo en esa que en la mía y sin contar que se creó, no cree, se creo una obsesión con dormir entre sus brazos, solo de esa forma me puedo dormir y claramente no me agrada, no, no me gusta estar entre sus brazos, tener más cerca su olor, sus ojos, sus labios, su cabello, su abdomen y eso no, no me agrada para nada.

En estos momentos estoy en el baño de la universidad vomitando por segunda vez del día. Odio está parte del embarazo es demasiado agotador. Me lavo la cara y tomo las servilletas para secar mi rostro cuando escucho que alguien va a entrar así que rápidamente entró a un cubículo que por dicha está limpio y espero para saber quiénes. No es que sea chismosa pero no sé porque lo hice.


-Revisa si no hay nadie – dijo una voz femenina que por juzgar esa es la voz de Tatiana.

Rápidamente me sintió en el tanquecito del retrete y colocó las piernas en el asiento para que no me noten.

- No hay nadie – dijo una segunda voz que deduzco que es una de su perrita.

- ¿Ya dinos cuál es tu plan Tati? – la tercera vos se izó notar.

Espera dijo ¿plan? ¿ahora que estará planeando está bruja?

-Primero seguiré a Mateo como hoy en la mañana y averiguare donde tiene que ir con esa estúpida de Celeste – ¿Que? Esta acosando a Matt y escuchó lo de nuestra cita. Espero que no allá escuchado algo del embarazo – por lo que escuche saldrá después del almuerzo con esa puta al hospital y mientras ellos estén, llamaré a los paparazis y are una llamada anónima a los padres está estúpida. – todavía no entiendo como hay chicos que desean estar con esta tipa si está muy mal de la cabeza.

-¿No crees que es mucho Tatiana? – dijo la segunda voz un poco confundida.

-No, para nada más bien esa cualquiera se merece más y no me voy a rendir hasta acabarla para poder tener de nuevo a mi Mateo.

Dios está chica está loca. Y espera...¿dijo que llamara a la prensa mientras estamos en el hospital? No ella no puede a ser eso y yo no puedo perder esa cita.

-Ya entremos a clases – dijo, ahora ya no me interesa, sólo estoy pensando como hacer para no ser vistos por nadie.

Cuando escucho que cierran la puerta, salgo y espero unos minutos para salir y dirigirme a mi aula para no llegar más tarde.

Ya al frente de esta miro la hora y estoy 5 minutos tarde. Tocó la puerta y espero a que el profesor la abra o por lo menos el permiso para entrar. Pero en este caso la puerta se abre y lo primero que veo eso rostro de un muy enojado profesor.

-Señorita Evans está tarde – dijo elevando sus cejas en el acto.

-Lo siento mucho, le prometo que no volverá a suceder – prometo enserio ya que llegar tarde no es algo que me guste mucho.

-Esta bien puedes entrar – se aparta para permitirme entrar.

Camino hacia mi asiento al lado de Mateo sintiendo la mirada de todos sobre mi y por instinto acomodo mi sudadera disimuladamente , sintiendo que en cualquier momento me señalen y digan que estoy embarazada.

Camino hacia el final del pasillo pero por desgracia necesito pasar al lado de Tatiana y sus zorras. No les presto atención pero al parecer hoy es el día de fastidiar a Celeste ya que muy evidente Tatiana estira su pie para hacerme caer, traté de esquivarlo pero al elevar mi piel ella también no hiso y yo sólo espero recibir el golpe y por instinto llevo mis manos hacia mi barriga como para proteger a mis bebes pero el golpe nunca llegó.

Abro los ojos y me encontré los ojos marrones de Mateo.

- ¿Señorita Evans está bien? – Pregunto el profesor. Sólo asentí mientras Mateo me ayudaba a sentarme en mi silla correspondiente – Señorita Rodríguez le pido que por favor valla a la dirección en estos momentos – dijo el profesor mientras le entregaba a Tatiana un reporte – y ni crea que lo dejaré pasar ya voy a comunicarle al director sobre su falta de respeto sobre sus compañeras.

- Pero profesor... – el profe la interrumpió mientras le había la puerta.

- Ya hablé señorita Rodríguez – esta sólo se puso de pie, me dirijo una mirada llena de odio y salió de la clase dando un portazo.

-Pobrecita la puerta, ella no tenía nada que ver – dijo uno de los gemelos asiéndome reír.

Embarazada de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora