Capítulo 32.

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Termino de hacerle las trenzas a Lisy para después bajar al primer piso contando cada escalón y debo de decir que mi hija es una niña muy, muy inteligente

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Termino de hacerle las trenzas a Lisy para después bajar al primer piso contando cada escalón y debo de decir que mi hija es una niña muy, muy inteligente.

Porque si, es mi hija.

Recuerdo como el día de ayer  cuando estábamos almorzando todos juntos, llegó Julia con la mejor noticia para nosotros. Ya legal mente Lisy es nuestra hija, ya que al principio nos estuvieron visitando las trabajadoras sociales pero nos ESTUVIERON poniendo una traba al no tener una casa se nos complicó pero Mateo y su padre tuvieron una charla con la trabajadora , no se a que acuerdo llegaron pero al otro día ya nos llegaron los últimos papeles confirmando lo que tanto deseábamos.

-¿Ilemos con papá? – con cuidado siento a Lisy en su sillita que esta a un lado de la isla para que pueda, o mejor dicho, podamos comer nuestra merienda.

-Si y puede que luego pasemos por un helado – cuando menciono a la adicción (el helado) sus ojitos brillan - ¿Qué dices, es un buen plan? – mi hija empieza a mover su cabecita como loca para decir que sí.

Mientras espero que Lisy termine de lavar sus dientes, llamo a un taxi para que nos lleve a la universidad donde está Mateo entrenando, le quiero dar esta sorpresa ya que me a dicho que se siente un poco mal que no pueda compartir mucho tiempo con nuestra hija, ya que después del entrenamiento tiene que ir a la empresa par hacer su trabajo y cuando llega a casa es tarde y Lisy esta dormida. 

Pero hable con mi querido suegrito y le dio la tarde libre. No hay mejor sorpresa para él que esta, con solo tener tiempo para ver mi rostro ya sé le realizo

Cuando llegamos le pagó al señor y bajo sosteniendo mi barriga ya súper abultada y pesada. Cuando estamos en la entrada, tomo la mano de Lisy para empezar a caminar por el largo pasillo el cual lleva hacia el gimnasio y las canchas de deporte.

Y no es para de menos sentir las miradas de los alumnos sobre mi y escuchar sus murmuraciones hacer de mi aspecto, mi vientre y mi hija. Sapos.

Cuando estoy a punto de llegar a las puertas de salida hacia el campo, aparece nada más y nada menos que Tatiana ¿esta mujer no se cansará?

-No puedo creerlo – dice mientras camina a mi alrededor – pero si es la gorda de Evans y la cosa que es al parecer su hija – pasó mi mano alrededor de Lisy para esconderla de la loca.

-No voy a perder mi valioso tiempo en tu jueguito de primaria Tatiana, así que con la poca paciencia que tengo les pediré a las tres que me den espacio para llegar a mi prometido y pasar una estupenda tarde – una de las amigas de Tatiana me sonríe y se mueve a un lado pero la otra traga grueso al ver como su “amiga” le hace unos ojos de querer matarla si se mueve.

-No te irás tan fácil – se coloca frente a mi, con sus manos en su cintura operada para “intimidar”

-Por Dios mujer, deja ya el drama de serie para adolecentes y se madura una ves aunque sea en tu aburrida y espantosa vida – como toda mamá oso camino hacia la entrada empujando de paso a Tatiana y su otra amiga y abro la puerta para empezar a subir las gradas que me llevan al estadio de la universidad.

Embarazada de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora