Embarazada de él.

Capítulo 35.

-¿Me veo gorda? – espero la respuesta de Mateo mientras veo el programa de pasteles.

-No, te ves embarazada, pero gorda no ¿Por qué preguntas cielo? – miro como deja el celular a un lado y se acomoda más apegado a mi, con su cabeza a nivel de mis pecho y tanto su pierna como su mano rodeando mi cuerpo.

-¿Entonces porque no me dejan ir a la universidad? – hago un puchero y mis ojos empiezan a humedecerse.

-No te dejan ir porque estés “gorda” – hace comillas imaginarias – si no porque ya tienes 7 meses de embarazo y es muy riesgoso ir, más tu que tienes dos bebés. – se vuelve a colocar es su posición favorita, no sin antes dejar un beso en uno de mis pecho.

-Si vas a empezar,  no dejes a media – mi futuro marido se carcajea y de un salto esta quitándose la camisa.

-Bueno, aprovechar que nuestra pequeña no está – asiento cómplice y con muchísimo placer lo recibo.

-¡No puedo creer que me hallas contestado la llamada mientras estabas en pleno acto con Cele! – miro a la pobre Sam entrar como loca – Hola Cele, me disculpo por el escándalo – se disculpa mientras me ayuda a bajar las últimas dos gradas.

-Hola Sam y no hay problema, Lisy esta con los gemelos – me mira sorprendida – y Emile – ahora si pone una cara de tranquilidad.

-¿Creíste que dejaríamos a los gemelos llevarse a nuestra hija solos? – le pregunta Mateo mientras me rodea y me deja un beso un poco lento.

-¡Ehhh! Estoy aquí, cerdos, cochinos, desaseados, como se ponen a hacer eso en frente de los pobres – refunfuñando camina hacia la cocina – y lógico que se que los gemelos no pueden ni cuidarse ellos mismos ¿y donde esta nana?

-Le dimos el día libre – le respondo mientras tomo asiento, esa caminata de la habitación hasta aquí fue agotadora.

-Como no lo pensé cuando Mateo me contestó en su pleno acto, querían la casita para ellos sólitos – vuelve a refunfuñar mientras se apoya en la isla.

-Pues claro, tenemos poco tiempo para nosotros – dice Mateo mientras se are cuesta en la encimera viendo tanto a Sam como a mi – debemos de aprovechar que Cele aguanta algunas posiciones…

-¡Mateo! – tanto Samantha como yo le gritamos.

-¿¡Que!? – nos responde mi futuro marido aguantando la risa.

-HOLA FAMILIA.

-Hola lalilia – sonrío al escuchar a mi hija imitar a su loca tía.

-Estamos en la cocina – les grito de vuelta.

-Papi, mami – entra nuestra pequeña súper feliz mientras se tira a mi regazo.

-Mi amor – la abrazo o tiento abrazar pero parece que a los peques no les gusta porque empiezan a patear a su hermana – tranquilos – acaricio mi barriga pero en un momento a otro ya no tengo a mi hija en brazos, si no a una montaña de manos alrededor de mi barriga – ¿que pasa?

-Queremos sentirá los bebés – responde Louis mientras intenta buscar otra posición para su mano.

-Saben que si Mateo no les habla no seguirán moviéndose – ellos empiezan a hablar y a quitar sus manos me mi barriga para ponerse en la misma posición en la que estaba Sam hace un momento.

-¿Y de que hablaban? – pregunta Emile.

-YO respondo eso – dijo Sam indignada – llamo a Mateo para que me valla a recoger a mi casa ya que saben, mis padres discutiendo, metiéndome en su discusión ¡entando yo en el baño! Así que llamo inocentemente a mi mejor amigo, cuando esté me responde y lo escucho medio raro – para este punto todos se estaban aguantando las risas – no me importo, creí que estaba en el gimnasio pero cuando le estaba hablando escucho como un sonido de aplauso, peor entendía, hasta que Mateo dice “amor” en un gemido, le grite no se cosas y le dique que lo esperaba en diez minutos.

Ya en este punto todos se estaban partiendo de la risa mientras se abrazaban de la isla y eso izo que la podré Sam se pusiera roja de enojo.

-Que esperaban Sam, estaban sólitos – le dice Logan mientras se sube pansa arriba a la isla.

-Por lo menos tuvieran la decencia de parar un toque para responderme pero no, prefirieron darme un espectáculo de sexo telefónico – volvieron a partirse de la risa.

-Sam ya te dije, Cele y yo debemos aprovechar que ella puede hacer algunas posiciones – le giña un ojo provocando que todos hagan sonidos como si estuvieran vomitando.

-Hay por favor, como si todos ustedes fuesen santos que no han roto ni un baso – les digo indignada mientras le extiendo la mano a Mateo para que me ayude a ponerme de pie ya que no siento mi espalda.

-Yo soy todo un puto – dice Luis mientras levanta su mano orgulloso.

-Digo si hemos hecho de todo – dice Logan – pero tenemos discreción – todos arqueamos nuestras cejas – por lo menos no contestamos una llamada en media función.

-¿Ustedes saben lo que es mantener a una mujer embarazada? – pregunta Mateo mientras toma una pose como de mujer indignada, una mano en su cintura y la otra señalando – no, no lo saben, es insaciable solo cuando ella quiera y a la hora que ella quiera.

-¿Cuándo ella quiera? – pregunta Logan levantando su cabeza para vernos.

-¿Dónde ella quiera? – pregunta Louis viendo la encimera de la isla.

-Lo que estas preguntando que si lo han hecho aquí – no pregunta Emile. Mientras miro a mateo cómplice.

-Bueno… - río cuando veo a los tres alejarse de la isla mientras Logan trata de tirar se hacia su hermano quien lo está recibiendo de brazos abiertos y ambos empiezan a llorar.

-Que dramáticos – digo mientras me voy caminando hacia la sala de televisión donde esta mi bebé viendo su fabula favorita – ¡CUANDO TERMINEN DE MARICONIAR PIDEN COMIDA COREANA! – les grito mientras me acaricio la barriga imaginándome el Ramen.

Sorpresa!!!!!!!

Me reporto, sigo con vida. O eso quiero creer. 😋