Capítulo 18.

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Ya no puedo más

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Ya no puedo más. Expuso todo o lo que tenga en mi estómago que es agua porque casa vez que trato de comer sea lo que sea, lo vomito.

Ahora entiendo a la perfección como se siente Celeste cuando es ella la que pasa por esto.

-¿Ya terminaste viejo? – lo miro con ganas de hundirlo en el retrete con mi vomito para que se calle.

-Solo cállate – me pongo de pie apoyándome en la pared – no siento nada.

-¿Por qué no hablas con el entrenador que estás mal? – me ayuda a acercarme a los lavamanos para poder enjuagarme la boca – no puedes ni caminar solo.

-No puedo Tom – arquea su ceja – ya tuvimos una charla y quedamos con que saldría del equipo después de este campeonato. Ya quedan solo dos partidos, no puedo solo simplemente salir y ya.

Sin esperar su respuesta, salgo de los vestuarios y camino hacia la práctica.

Dejo mi bolso con el uniforme sucio en la lavandería

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Dejo mi bolso con el uniforme sucio en la lavandería. Puede que mi madre lo esté pero esa mujer, no se, tiene un sexto sentido que cuando ella llega me pone a ver las estrellas por la plisada que me da.

Subo las gradas de don en dos para poder darme una merecida ducha y quitarme este olor a cerdo que tengo.

Llego a mi puerta pero escucho que alguien está en la habitación de la frente, que es la de Celeste. Me acerco para oír bien lo que dice.

-¿Segura que en una buena idea? – espero para oír la respuesta, pero ¿buena idea para que?

-Que si, será a lo grande porque yo digo y porque todos queremos saber – se queda en silencio la que reconozco como Emile - ¿por qué desconfías de  mi. Tu solo relájate que yo organizaré todo -¿organizar qué?

-Ya no quiero seguir guardando este secreto. Aparte – escucho una clase de suspiro por parte de Celeste – no hemos hablando más de lo justo y necesario desde la gala – esta bien, están hablando de mi.

¿Espera? ¡no está bien!

-Oh vamos celestita, solo son un par de palabras – ahora si me perdí – seguro estas cansados por el embarazo, es normal – asiendo dándole la razón – ¿cómo es eso que no han hablado? – yo tampoco se Emile.

Embarazada de él.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora