Capítulo 13

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Prejuicios

Killien Abans

Uno

Dos

Tres

Y hasta cuatro tragos de martinis bebo

La música electrónica entra a mis oídos como un taladro y las luces neón llegan un punto donde me estorban.

La copa con el líquido transparente y la aceituna en el palillo ya no son mis calmantes, ahora solo quiero encontrar el modo de saciar todo el remolino de emociones que guardo por dentro.

Dejando un billete de cincuenta euros en la barra salgo del estruendoso y extravagante bar y apoyándome en mi Ranger Rover saco la cajetilla de cigarrillos y el encendedor.

Observo parejas fuera del local besándose y casi que haciendo el sin respecto en público, otros solo están sentados en el césped drogandose o buscando pasar al otro mundo con alcohol.

Definitivamente no entiendo como es que llegué a un bar de mala muerte y con la mirada de miles de personas al verme apenas puse un pie en el lugar.

Mientras le doy caladas a mi cigarrillo pienso en las mil maneras de calmar mis emociones, nunca tuve problemas con eso pero ahora que estoy en una etapa de mi vida donde no se realmente quien soy no tengo ni se como auto ayudarme.

La vida da muchas vueltas y no sabemos lo que nos tiene preparado pero lo que si es seguro es que aveces sus estúpidas vueltas son para cargarla más .

El rugir de un motor a mis espalda me saca de mis pensamientos, un preciosos Mclaren azul eléctrico está en la calle de alfrente con las luces led encendidas, la música de rock se escucha fuerte desde el interior y no tengo que ser adivino para saber que viene en compañía de los dos Mercedes atrás.

Cuando el semáforo da verde estos pasan por mi lado y se estacionan al frente, varios hombres se bajan de los Mercedes y el del Mclaren baja después de unos segundos.

No se le quita la manía de ser el centro de atención

— ¿Qué diablos haces aquí Killien? — Su voz regañona hace acto de presencia y evito rodar los ojos para no hacerlo enfurecer más.

— Tengo suficiente edad para venir a un bar— El cruza sus brazos por encima de su pecho y me lanza dagas de fuego con sus ojos, siempre ha odiado que le responda con ironía.

—Cuento tres y llevo dos— Empieza a contar .

Sin pensarlo volteo a verlo y tiro la cólera de cigarrillo en la acera .

—Quiero estar a mil metro de mi hermano ¿Contento? — El parece calmarse y dejar de estar a la defensiva.

— ¿Ahora que ocurrió? —

—Sebastien es un grano en el culo cuando se lo propone — Expreso

—Corrección: es un grano en el culo siempre —

— Quiere imponerme ser parte del viñedo y no quiero , lo peor es que el lo sabe y aún así no deja de insistir —Me sincero y el rubio al frente de mi rueda los ojos.

Amo a mi hermano, de eso no hay duda pero el que quiera imponerme cosas me hierve la sangre. Soy una persona pacífica que nunca a dado molestias pero cuando se trata del viñedo y lo que quiero hacer me descontrolo.

— Enfrentalo Killien —Suelto una carcajada, es patetico ese consejo.

— fueron mis primeros planes y no salieron como quise Zeus —

El placer de Sebastien (M3) Where stories live. Discover now