El placer de Sebastien (M3)

Capítulo 22

Capítulo muy corto pero especial.
Disculpen que publique muy lento pero he estado muy ocupada con asuntos personales :( pero aquí les dejo este Capítulo, que lo disfruten.

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¿Problemas en el paraiso?

Killien Abans

Estaciono la Range Rover  en el garaje, saco mi bolso de deporte y entro en la sala reconfortante de mi casa.

Prendo la chimenea y subo directo a mi habitación para quitar el sudor de mi cuerpo gracias a las dos horas metido en el gimnasio.

Durante minutos me mantengo bajo la regadera pero cuando escucho la puerta de mi habitación cerrarse con fuerza mis alertas se activan.

A esta hora los empleados están en las habitaciones de servicio y que recuerde, Sebastien está en España con Malika.

Envuelvo la toalla por mi cintura, sacudo mi cabello y salgo. Me detengo en el marco cuando reconozco la espalda ancha cubierta por una apretada camisa azul marino y esos brazos llenos de tinta.

—¿Zeus?

En sus manos tiene uno de mis libros de marketing, no voltea a verme pero puedo escuchar su respiración fuerte.

—¿Estás bien? —No obtengo respuesta —Zeus.

—No puedo sacarlo de mi mente.

—¿Qué cosa?

—A ti.

Quedo sin palabras por su confesión, pensé que nunca admitiría algo que es notable. Zeus ha estado en mi vida desde que tengo 14 años, Sebastien le tomó mucho cariño convirtiéndolo en su hermano y por mi parte siempre lo vi como eso, un hermano en el cual puedo confiar.

Ha estado en los peores momentos de nosotros, en nuestros logros y sabe nuestra historia con nuestro padre pero desde que lo encontré en el club no he podido sacármelo de la cabeza. Lo pienso en cada instante y sé que a él también le pasa lo mismo.

Es como si ya no lo viera con ojos de hermano, si no algo que va más allá de eso.

Atracción.

Empecé a observarlo de más, analizar sus movimientos, sus mañas y sus gustos. Empecé a verlo desde otro ángulo, perspectiva y me gustó lo que encontré.

Me gustó encontrar un hombre apasionado de la fotografía, de la pintura artística. Vi un fanático del rock y de los atardeceres inolvidables.

Vi un hombre dispuesto a salvar a un ser querido, de apoyarlo y darle un hombro en el cual se puede refugiar. Vi un hombre capaz de lograr lo que se propone porque Zeus jamás le dará la espalda a sus metas por la felicidad de los demás.

Vi un verdadero hombre del cuál yo me enamoré tan rápido como un huracán.

Pero la pregunta siempre estará atorada en mi mente que no me dejará continuar por miedo a la fatal realidad.

¿Él siente lo mismo por mi?
¿Mis sentimientos son correspondidos?

—Mhmm yo...