Audrey no es muy bonita, interesante o inteligente. En realidad podría decirse que es una joven bastante común y aburrida lo cual nunca le causó ningún tipo de problema.
Pero detrás de toda esa fachada de tranquilad hay una maraña de problemas que...
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HABÍAMOS SALIDO EN BUSCA de los demás, ya que teníamos que estar todos en sintonía para poder vencer a los enemigos o huir sin sufrir de consecuencias graves.
No teníamos la ventaja, los chicos apenas habían llegado y no estaban al tanto de la gravedad de la situación, justo habíamos logrado calmar el alboroto de mi súbito regreso, nos habían dejado encerrados al destruir nuestros vehículos, no habíamos encontrado al traidor y el gélido clima junto al agua que nos empapaba también jugaba un papel funesto para nosotros.
Nos habían tomado casi totalmente vulnerables.
Aún así me aferraba a la esperanza del cambio, no podíamos darnos por vencidos, no después de tanto tiempo, aún podíamos darle la vuelta al juego y tomar la delantera.
Caminábamos por la biblioteca encharcada cuando de pronto toda la iluminación cesó dejándonos en completa oscuridad, como si las cosas no fuesen lo suficientemente difíciles de por si.
No pude evitar apretar con fuerza la mano de Damián y para mi sorpresa el hizo lo mismo.
—¿Audrey?—escuchamos una voz preguntar, inmediatamente supe que se trataba de Eloise.
Jale a Damián para poder caminar hasta donde había escuchado la voz de la chica y después de unos segundos le di la mano y ella la tomó para poder levantarse, había hecho presión y puesto su peso sobre mi para poder ponerse de pie por lo cual supuse que debía estar herida.
Damián y yo nos separamos para poder poner a la chica en medio de nosotros quien puso sus brazos sobre nuestros hombros, no podíamos ver con certeza la gravedad de la situación pero según nos había dicho su pierna derecha estaba rota y aunque ella misma se había vendado no iba a poder moverse con buena agilidad.
Una razón más por la cual debíamos salir de ahí.
Llegamos a una de las salas y la luz de la luna se filtraba por las ventanas haciendo que mi visión mejorara considerablemente pero no por completo. El ruido era intenso y sofocante, pero lo peor de todo solamente podíamos escuchar a nuestros compañeros luchar sin poder hacer nada al respecto o al menos por ahora.
—Tenemos que estar listos para cuando lleguen los refuerzos de Timothy—hablé.
—¿Quien se ha contactado con el?—pregunto Eloise.
—Tengo que ir por los chicos, espérenme aquí—explicó Damián ignorando la pregunta de la chica— Audrey cuida de Eloise mientras no estoy, si sucede algo vayan hasta la entrada.
