Capítulo Veintinueve

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CAPÍTULO VEINTINUEVE| DAUGHTER

DESDE HACE CUATRO DÍAS había estado bajo la supervisión de Damián y ocasionalmente de Jason

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DESDE HACE CUATRO DÍAS había estado bajo la supervisión de Damián y ocasionalmente de Jason.

Había podido hablar con mi madre una vez al día y no había momentos cuando pudiera estar sola a excepción de todo lo relacionado con higiene personal.

Le había explicado vagamente a Damián el por qué no podía dejar que Raven me ayudará, el a pesar de no haberme entendido muy bien había decidido ayudarme y posponer la ayuda lo más posible hasta buscar una solución menos arriesgada.

Por otro lado no había vuelto a hablar con Bambi, además que en todo el tiempo desde que había llegado aquí no había tenido noticias de Alfred.

Por ahora todo había estado tranquilo, no habían indicios de que nos hubieran rastreado pero aún así los chicos se mantenían alerta y hacían extensas vigilancia por todo el perímetro.

Por lo que había entendido Bruce aún tenía en la mira la búsqueda de mi padre, no me habían dado muchos detalles pero por ahora sabía que estaban cerca de atraparlo y si todo salía bien entonces por fin sería libre

—¿Ya terminaste?—pregunto Damián haciéndome salir de mis pensamientos.

Mire el plato vacío.

—¿Me puedo volver a servir un poco más?

—¿Otra vez?

Me rasque la nuca un poco de vergüenza pero terminé asintiendo. Damián tomó mi plato y se levantó de la mesa hacia la estufa en donde estaba el sartén.

—Gracias—hable cuando el chico postró el plato casi lleno enfrente de mi.

Después de unos minutos comiendo en silencio Damián volvió a hablar, sabía que le costaba trabajo sacar conversación y que sus habilidades sociales no eran bastante buenas por lo que apreciaba mucho sus intentos.

—Dick me ha dicho que en tres días aproximadamente te podrás quitar las vendas.

—Pensé que te gustaba mi nuevo estilo—dije estirando mi brazo izquierdo— Ni siquiera hubiera necesitado disfraz para halloween.

—Faltan nueve meses para halloween.

—¿Y eso que?

Damián negó con la cabeza pero no le preste mucha atención y seguí comiendo mientras continuábamos teniendo breves pláticas.

Iba a dar un bocado cuando oí unos pasos aproximarse hacia el comedor, baje la cuchara lentamente hasta el plato mientras entrecerraba los ojos, luego giré un poco la cabeza y antes de poder desviar la mirada para hacer el momento un poco menos incómodo ya era demasiado tarde.

Eran todos los chicos de la mansión, desde Kina hasta Bambi con excepción de Damián quien había sido como mi sombra los últimos días. Sabía que más que por hacerme compañía estaba conmigo por órdenes de su padre pero aún así apreciaba el gesto.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓,     damian wayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora