Capítulo Dieciséis

1.4K 195 101
                                    


CAPÍTULO DIECISÉIS| DON'T GIVE UP

NO RESPIRABA, el oxígeno no lograba colarse hasta mis pulmones y esto hacía que me empezara a marear con rapidez, todo a mi alrededor se sentía lejano, como un recuerdo antiguo que se desvanecía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


NO RESPIRABA, el oxígeno no lograba colarse hasta mis pulmones y esto hacía que me empezara a marear con rapidez, todo a mi alrededor se sentía lejano, como un recuerdo antiguo que se desvanecía.

Mi mente se sentía como si fuera una pista de carreras, los pensamientos iban a toda velocidad, algunos se estrellaban, otros seguían corriendo sin parar.

Era caótico.

—¿Que le pasa?

Logre captar una voz, se oía lejana, nublada, opaca, distante. Pero al fin y al cabo había logrado captar algo de la realidad.

—Audrey...

¿Que me estaba pasando?

Nunca había reaccionado así, ni siquiera cuando Jason me dijo que era posible que mi vida corriera riego. Entonces, ¿por qué reaccionaba así con aquel extraño?

Quise hablar pero las palabras se quedaron en mi garganta, no podían salir por más que lo intentara, lo cual hizo que me empezara a asustar, con rapidez me había vuelto presa del pánico.

Alguien tomó de mis hombros queriéndome hacer reaccionar, pero no identificaba exactamente de quien se trataba.

—Mírame... necesito... respires—Las palabras que mis oídos captaban eran opacas, las oraciones que mi cerebro procesaba estaban incompletas.

Oscuridad.

En una milésima de segundo todo se detuvo.

Abrí mis ojos, pero ya no estaba con Jason y Damián. Yo estaba en Suiza de nuevo, en mi casa, tenía alrededor de seis o siete años y me encontraba en el cuarto de mis madres.

No podía controlar mis movimientos puesto a que era solo un recuerdo, aún así trate de poner atención a lo que mi yo del pasado hacia, pensaba que se trataría de alguna travesura ya que de pequeña solía ser algo curiosa.

Abrí el closet, mis pequeñas manos indagaban por los cajones y luego saqué lo que parecía ser un álbum de fotografías. Ni siquiera me había molestado en volver a mi habitación, ahí mismo lo empecé a husmear, el motivo por el cual lo había buscado era para ver quienes eran mis abuelos, los cuales nunca había conocido.

Mis madres jamás me habían mostrado fotografías de ellos, ya que decían que no eran relevantes para mi vida, ellos les habían dado la espalda pero aún así tenía curiosidad, grave error.

𝐈𝐍𝐍𝐎𝐂𝐄𝐍𝐓,     damian wayneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora