**Epílogo**

5.4K 482 127
                                    

1827, Greelane Escocia

  Andrew lanzó a su hijo al aire, atrapándolo mientras reía y gritaba emocionado por el juego.  Un muchacho fornido, que a su corta edad era un joven demonio y un dolor de cabeza hermoso para su madre. Sebastian Scott Simpson, conde de Nottingham, futuro marqués de Wellingham, era el chico más perfecto que podía existir. Verlo tropezar y caminar hacia su mamá hizo que el corazón de Andrew se retorciera en su pecho.

  Eugenia y Sebastian lo eran todo para él, y todos los días agradecía a las estrellas del cielo no haber perdido a su esposa debido a sus propias acciones tontas.

—Deja de tirarlo por los aires, Andrew. —Dijo, poniendo al niño nuevamente en pie y mirando mientras caminaba hacia él otra vez. A menos que quieras que sea tan brusco y salvaje como lo es su tío Graham.

  Andrew gimió por dentro, tan solo de imaginarlo se le erizaba la piel. Se sentó en un sofá cercano, contento de ver a su hijo levantar y jugar con los bloques de madera a sus pies.

Graham finalmente lo había perdonado por su conducta errada, o eso creía, ya que aunque habían  pasado dos años de su matrimonio, y él se había comportado como un marido ejemplar con Eugenia. En algunas ocasiones, hasta el día de hoy, se preguntaba si el Laird escocés dudaba sobre si merecía a su hermana.

  No es que le importara lo que pensara Graham Simpson, mientras Gennie lo quisiera, eso era todo lo que importaba, y no necesitaba nada más.

—Megan sigue sin responder mis cartas, —dijo Eugenia, sacándolo de sus cavilaciones. Creo que después de la muerte de su abuela lo sigue pasando mal. Pienso que debemos ir a Londres a pasar una pequeña temporada. Iré a visitarle directamente a casa de sus tíos para hablar con ella y exigirle una explicación del porqué no responde ninguna de mis cartas. Sé que amaba a su abuela cómo nadie pero ya paso más de un año. Es hora de dejar el luto y volver a ser la Megan vivaz que conozco. Quiero que encuentre la felicidad conyugal, tal como la tengo yo.

—Eso es muy generoso de tu parte. —Respondió Andrew. Podríamos partir la próxima semana a Londres, ya que tengo varios asuntos que atender. Enviaré un mensajero para solicitar que tengan lista la casa de Grosvenore Square a nuestra llegada.

—Eso sería perfecto. La última vez que estuvimos allí no necesitamos la guardería.

—Ya pasó más de un año de eso y...

—Disculpen la  intrusión sus señorías. —Dijo el mayordomo el señor Wallace, tan imperturbable como siempre.  Llegó una carta desde Londres para lord Wellingham, el mensajero dice que es urgente y debe esperar respuesta para llevarla de inmediato.

—Gracias, Wallace, dígale al mensajero que espere un momento, puede retirarse.

El mayordomo se retiró muy estoicamente, tan sigiloso como siempre. Andrew leyó la carta y mientras iba avanzando en su lectura su rostro palidecía cada vez más.

—Cariño, ¿Te encuentras bien?, ¿Quién te envía la carta? ¿Qué es lo que dice?

—Es de Phineas, y, si sus palabras son ciertas debo estar en Londres lo antes posible, creo que debo adelantar el viaje para mañana mismo. Tengo que cerciorarme por mi mismo de que esto es real. Yo… no sé qué pensar, si esto es verdad... los fantasmas pueden ser de carne y hueso.

—¿Qué clase de locura estás diciendo? No comprendo nada Andrew.

—Phineas… ¡Oh Dios!, aquí dice que... Alexander mi hermano está vivo.

—Andrew eso es imposible. Definitivamente adelantaremos el viaje. Iré a pedir que preparen los baúles para partir mañana al amanecer.

—Cariño, estás segura de viajar así tan precipitadamente últimamente no te has sentido muy bien ¿Estas segura de poder hacerlo así?

  —Me parece perfecto. A donde tú vas yo voy esposo. —Dijo ella sonriendo.

—Eres la persona perfecta para mi.

—Podría decir lo mismo de ti.

  —Cariño  —le llamó Andrew una vez más,  mientras salía por la puerta del salón con Sebastian en brazos.

  —¿Sí?— Se volvió hacia él, contando las horas hasta que la tuviera en sus brazos una vez más. Solos en su habitación.

  Sus ojos se calentaron como si supiera lo que estaba pensando. Entendiendo los secretos de su corazón. —Nada en realidad, solo que te amo.

  Le guiñó un ojo, haciéndole cosquillas a su hijo cuando éste se movió sobre su hombro, dejando escapar una carcajada por sus esfuerzos. —Yo también te adoro, —le respondió ella.

Regocijándose en su belleza y el amor que brillaba en sus ojos. Sabía que su corazón no se había equivocado en encontrar al amor de su vida. La vida al lado de Eugenia era una aventura diaria. Y lo que sucediera de ahora en adelante, incluso el escándalo que se les venía encima ahora que su hermano al parecer había venido de entre los muertos lo afrontarían de la mejor manera, siempre juntos.

                                    Fin.

Ahora , llegamos al final de la historia. Muchísimas gracias a todas las que iniciaron está aventura conmigo desde el primer día. Igualmente gracias también a las que se fueron sumando durante el trayecto. Y no olviden que si les gustó, recomienden la historia. Y si no, mientan para que más gente me conozca.

Por cierto en dos o tres semanas empezaré a subir la segunda entrega de Herederas Escocesas, llamada; La  Verdad de un Duque. A estas alturas creo que ya saben que será protagonizada por Megan Russell. Ya está subida la portada y la sinopsis, así que pueden agregarla a su biblioteca para que Wattpad les avise cuando empiece a publicar.

En mis redes sociales también pueden enterarse sobre las actualizaciones y nuevos proyectos.

Nos vemos en la próxima historia.

Y ya sé, que no me preguntaron de dónde salió la inspiración para escribir la historia pero igual les contaré. Esta canción tuvo mucho que, ver ya que estuvo en mi mente todo el tiempo.

También nació gracias a una amiga escritora que me instó a hacerlo,  Vfree21  me dijo muchas veces que tenía buenas ideas así que, amiga mía está historia es para ti. Gracias por darme el ánimo y el valor para hacerlo.

Las Mentiras del MarquésHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin