Capítulo 7

131K 10.6K 2.4K
                                    

[En Multimedia: Las dos facetas de Matt, según Emma - "Ayer era un joven normal que quería divertirse construyendo un librero y hoy parece un empresario"]


La mañana siguiente es exactamente cómo esperaba que sería. Mi sensual sirviente me despierta un poco antes de las 6:00a.m con una enorme sonrisa en el rostro agradeciendo el dibujo.

Creo que de no ser porque me está atacando con su arma mortal, ya estaría de mal humor por haberme despertado tan temprano.

Oh, cierto. Iremos a trotar. Es nuestra rutina de ahora en adelante y me tengo que acostumbrar a ella si quiero colaborar con que se cumpla nuestro trato.

Matt nota el evidente desgano con el que me estoy intentando levantar de la cama, así que me ayuda y me conduce hasta el baño para que pueda entrar y prepararme.

—¡Te esperaré abajo! ¡No te vuelvas a dormir!—escucho que grita desde afuera. Oh, me conoce. Ha pasado poco tiempo, pero me conoce. Sabe que puedo dormirme donde sea y como sea.

Termino de cepillarme los dientes, salgo del baño, me arreglo rápidamente, me siento en la cama a ponerme mis zapatillas nuevas —que me recuerdan la forma graciosa en que las conseguí—, amarro mi cabello en una cola de caballo y finalmente, corro escaleras abajo.

Igual que el día anterior, Matt me entrega una manzana para que me la coma y no me desmaye en el camino. Después empezamos a trotar.

Hoy no podemos alejarnos tanto, ya que Matt me cuenta que tiene que irse temprano con Joseph a supervisar los últimos detalles para la inauguración del nuevo hotel. Igual lo tendrá que hacer mañana, pero promete llegar temprano a casa ya que, aparentemente, para la familia Sinclair es muy importante cenar todos juntos.

Pobres hermanos, a mi no me importaría cenar sola con tal de comer ese delicioso salmón ahumado de ayer otra vez.

—Isabella y Jane irán con nosotros hoy—dice Matt mientras trotamos. Suena un poco agitado—. Puedes venir si quieres también.

Niego con la cabeza. Me detengo un momento y me sostengo sobre mis rodillas.

—No puedo, tengo trabajo que hacer—contesto con una media sonrisa—. Recuerda que no soy multimillonaria como tú.

Él ríe a lo bajo y no dice más nada.

- - - -

Cuando regresamos a la casa, nos encontramos con que Edward, el mayordomo, está practicando sus habilidades culinarias en la enorme cocina de los Sinclair. Aparentemente, Joseph le aprobó preparar el desayuno de hoy para que perfeccione sus técnicas.

Justo cuando entramos a la cocina, un pancake vuela enfrente mío y cae en un plato que está puesto sobre una mesa de seis puestos.

—¡Bien!—escucho a Jane exclamar y aplaudir. Está sentada en uno de los puestos. A su lado está sentada Isabella y al lado de ella, Joseph. Ellos, en cambio, tienen un rostro de pánico. También parece que tiemblan.

Edward hace una reverencia a Jane, después se voltea y sigue preparando el desayuno. Matt y yo intercambiamos una mirada de confusión, pero decidimos no cuestionar y tomar asiento en la mesa.

—Sabes que puedes venir con nosotros hoy, Emma—insiste Isabella. Sé que no quiere dejarme sola en mi tercer día en la Mansión Sinclair, pero de verdad creo que estaré bien.

—Estaré bien, Isa, enserio—digo suavemente tratando de no arrebatarle la dulzura de su carácter. Igual no creo que muestre su lado oscuro delante de Joe—. Tengo trabajo que hacer, debo concentrarme en ello.

Factura al corazón © DISPONIBLE EN FÍSICODonde viven las historias. Descúbrelo ahora