EL ADIOS, PARTE 1

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Días después...

[Organización de contención para seres peligroso]

DIANA AYLEEN

00: 59

Camine por todo el lugar, viendo como mi vestido rosado volaba con mis vueltas, ya no podía más, iba a abrir esa puerta yo misma de tanta emoción. Mi cuerpo cosquilleaba de los nervios, mi corazón tenía un ritmo alocado.

Me sentí prácticamente en las nubes viendo los números bajar y bajar. Diosa, este día lo pensé todas las noches, era la prácticamente lo que evitaba que estuviera postrada en esa dura cama.

Ya no más soledad.

00:23

Chille emocionada. Rápidamente repase la lista de pendientes que debía hacer después de salir, todos los te quiero que no dije, los abrazos que no di, hare todo para demostrar que los extrañe con mi alma. Diosa, voy a hacer muchos pasteles.

Quedó en cero sin que yo me diera cuenta, el pitido sonó en todos mis oídos, con la adrenalina fluyendo en mis venas, solté la sonrisa más genuina que tuve jamás.

Me gire hacia la puerta, y esta se rodó con habilidad. Me encontré con esos ojos cafés que añoraba su compañía después de cada visita, y las lágrimas actuaron por sí solas. Me lance a sus brazos. Ríe sobre mi hombro, yo me aferré más que nunca a su cuerpo, le di muchos besos en sus mejillas, eufórica de verla otra vez, pero ella ya no era efímera porque la tortura se acabó.

— Soy libre— murmuro sobre sus labios.

Me sujetó con sus fuertes brazos.

—Por fin— Sonrió.

Subimos al ascensor, siquiera preste atención al lugar, solo quería sentir el aire libre por primera vez en treinta días. Así fue, luego de un doloroso minuto, ya estábamos en la superficie. Por las puertas de vidrio de la recepción los vi, Zept y Amina.

Solté la mano de Jessica y fui hacia mi hijo, él corrió hacia mí con la misma desesperación, nos encontramos en el punto medio del estacionamiento; lo admire unos segundos y lo abrace sin poder creerlo todavía.

—Te extrañe mucho, Zept—Solloce sobre su cuello.

—No te recordaba tan enana —Soltó una carcajada cuando le di una palmada en la nuca.

Detrás de él, estaba la vampira de ojos hermosos. Hice contacto con ella, y sonreí, se mantuvo seria, pero pude sentir su deseo de abrazarme, de tocarme, aunque sea un segundo. Module en silencio un: Te extrañe, solo asintió secamente como respuesta, pero ese acto no causo dolor.

Como ella dijo antes de volver al castillo, en el último día de nuestro viaje a Italia: "Mientras hayan personas alrededor que nos puedan separar, mis te amos serán la seriedad con la que te miro".

—Como que ya es mucho abrazo, ¿no? — Dijo Jessica, reí

Fuimos a los autos, mientras Zept me ponía al tanto de sus entrenamientos, de los hechizos que Nik le había enseñado. Me detuve cuando Amina me abre del asiento del copiloto, fría como iceberg, me acelero el corazón por esa simple acción. Y tuve el deseo profundo de escuchar su voz.

—Gracias, Amina Belanger—Agradecí con seriedad falsa.

Ella inclina la cabeza, ocultando su sonrisa.

—De nada, luna suprema— Dice demostrando en una pequeña dosis su alegría.

Esboce una pequeña sonrisa, antes de entrar al auto. Arregle los extremos de mi vestido, saque de mi bolso el brillo labial, y me acomode hacia el retrovisor para pitarme los labios, esperando que ellos subieran.

Black Onyx [1]Where stories live. Discover now