©TODO POR AMOR. Trilogía: Amores Verdaderos 2

✨Extra 2 (EVIE Y RAIMUNDO)

MESES DESPUÉS.
CIUDAD DE SICILIA. ITALIA.

EVIE
Mi boda con Raimundo no fue una ceremonia sencilla. No, mi señor. Quería todo lo bueno que se podía pedir de una boda: muchos invitados, hermosas flores, mi vestido de ensueño y lo mejor de todo fue caminar hacia el altar, donde me esperaba el hombre que amaba.

Fue un duro cambio dejar a mis padres pero ahora tenía mi propia familia. Era una esposa y debía estar con Raimundo. Sicilia me parecía maravillosa y no fue un sacrificio acostumbrarme a vivir aquí. No traté nunca de ocupar el lugar de la fallecida esposa de Raimundo, aun había algunos retratos de ella por la casa porque no quería que fuera olvidada. Ni que nadie pensara que yo quería matar su recuerdo pero lo que si haría era crear nuevos, llenos de alegría que hiciera a mi esposo y mis hijos sonreír. Fiorella siempre seria la madre de Marco y merecía el debido respeto que se merece como la primera esposa y madre del hijo del duque.

—¿Cómo estas mi angioletto? —preguntó mi esposo entrando a mi saloncito donde me encontraba sentada un sillón, comiendo una delicioso pedazo de tarta.

—Con esta enorme panza no soy capaz ni de moverme. —chillé molesta pero ni eso me quitaba las ganas de comer. Ultimadamente todo me irritaba.

—Te confieso que te ves muy hermosa embarazada —dijo Raimundo con un tono coqueto, acercándose y arrodillándose frente a mí. En el instante que puso su mano sobre mi hinchada tripa el bebé comenzó a patear —Nuestro hijo esta inquieto.

—¡Papá! ¡Evie! —Marco entró al saloncito corriendo como caballo desbocado, sosteniendo una cosa peluda entre sus brazos —Miren lo que encontré.

—El perro más feo que he visto en mi vida.

—¡Mundo! —exclamé con un tono de reprimenda por su falta de sutileza con su propio hijo y la expresión de Marco había decaído por eso. 

—¡Pero es cierto!

—¡Yo lo cuidare y estará lindo! —replicó Marco con altanería —Así el cuidara de Evie y de mi hermano.

—Podría ser una hermana —dijo la rubia con una sonrisa.

—No, con las niñas no se puede practicar boxeo o esgrima. ¡Quiero un hermanito!

—No seas caprichoso. Sea un varón o una hembra lo vas a querer igual porque es tu sangre Marco. —sentenció Raimundo y el niño asintió a regañadientes.

—De acuerdo. Pero seguiré deseando que sea un niño.

—Eso estará en manos de dios. —dije llena de diversión, mientras dejaba que Marco me enseñara a su feo perrito de pelaje grisáceo.

Ahora tenía mi propia familia. Era feliz y me sentía completa….

FIN.

Tenía este extra listo desde hace mucho 🤭👌🏻 Está cortito pero es para que vean la vida de casada de Evie al lado de RAIMUNDO.