Capítulo 15

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EVIE.
El funeral de la marquesa Windsor tuvo lugar un día después del anuncio de su muerte. No había muchas personas presentes, solo mi familia, los abogados de los Windsor y unos tres hombres que fueron muy amigos del marques y su esposa. Raimundo se veía agotado física y mentalmente, me dolía verlo de esa manera. Marco se mantenía a mi lado y en su rostro no podía identificar ninguna expresión, se encontraba demasiado serio para un niño de su edad.

Cuando estuvimos en el cementerio le pedí a Marco que me entregara mi violín, él lo había sostenido todo el camino hasta aquí. Los hombres comenzaron a enterrar el ataúd y llame la atención de los pocos presentes.

—Esta canción se la compuse a la marquesa pero deseaba poder tocársela en otras circunstancias que no fueran tan tristes. —dije mirando a Raimundo.

Agarré el instrumento correctamente y pronto empecé a tocar. Quería que la marquesa donde quiera que estuviera sonriera al escuchar su canción. La letra, el sonido, eran por completo de lady Windsor.

Estoy tratando de que noten, que aún me encuentro aquí

Estoy perdida, no siento calor

Solo voy pedir que no me olviden, por favor

Siento que podría desaparecer… Espérame mi amor.

Voy a ir a ti para llenarme de tu luz.

Estoy tan lejos de ti, tan lejos de ti.

Solo quiero recuerden cuanto los ame antes de que sea tarde.

Mi esperanza prevalece, contigo voy a ir..."

Terminé de tocar y todos me miraban, pero solo me importaba Raimundo quien me sonreía agradecido. Volví junto a mis padres, mientras Mundo tomó mi lugar para empezar a decir unas palabras sobre la marquesa; sentí un tirón en mi mano de parte de Marco y me pidió que nos alejáramos. Seguramente el día de hoy había sido mucho para el pequeño, así que mientras su padre seguía hablando lo tomé de la mano para empezar a caminar. 

Nunca me habían gustado los cementerios ni nada que tuviera que ver con la muerte, me hacían sentir incomoda. Marco y yo caminábamos uno al lado del otro, el día había amanecido gris casi parecía como si se estuviera decidiendo si empezar a llover o no.

—Tocaste muy hermoso Evie.

—Gracias pequeño. —dije mirándole y alguien chocó contra mi hombro —Oh, discúlpeme señora.

—No importa querida. Fue mi culpa —la mirada verdosa de aquella mujer me hizo sentir escalofrío debido a la sensación de inseguridad que me transmitía. Apreté con más fuerza la mano de Marco y dimos media vuelta para alejarnos de ella y volver con los demás.

—Que señora más horrible —dijo marco con una mueca mientras aún estaba conmocionada por la aparición de aquella mujer.

Toda ella me inquietó”.

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Después del entierro mis padres junto con mi hermana querían regresar a la casa, les pedí que me dejaran ir con el duque di Santi y su hijo. Necesitaba un momento más con Raimundo, deseaba saber que haría ahora que su madre había fallecido.

¿Regresaría a Italia? ¿No volvería a verlo nunca más ni a él ni a marco?” –esos eran los pensamientos que me angustiaban.

Los abogados se marcharon de la residencia, ya pronto se haría muy tarde y debía regresar antes de que oscureciera. Entré al estudio encontrándome a Raimundo con una expresión taciturna.

©TODO POR AMOR. Trilogía: Amores Verdaderos 2Onde histórias criam vida. Descubra agora