Capítulo 21 (final)

6.5K 728 30
                                    

MESES DESPUÉS.

ALEJANDRO
Regresar a mi hogar después de tantos meses  y enterarme de  los acontecimientos que tuvieron lugar después de mi partida, me descolocó un poco. Sarah se casaría con nuestro vecino: el señor Rowan. Mi padre parecía haber aceptado que uno de sus mejores amigos desposaría a su hija.

Sarah siempre siendo una terca enamorada”.

Mi madre no paró de abrazarme y demostrar lo feliz que estaba por mi regreso, mi padre no fue tan efusivo pero sabía que también se sentía contento, lo mismo paso con mis hermanos, Sarah y el menor Héctor. Mientras todas las familias McFarlan, Berfor y McDonall nos encontrábamos a fuera disfrutando de la reunión al aire libre. Kaidan y Sabina se ignoraban, la pelirroja se mantenía siempre con sus hermanas. Evie junto a su prometido el duque di Santi y su hijo. Mis padres acompañando a las de más parejas. Y mi hermana Maisie brillaba por su ausencia mientras que Tobías iba de regreso a la hacienda.

—Ya vuelvo, mi luna —le dije a Maeve. Ella asintió mientras seguía charlando con las hermanas McDonall, sus esposos e hijos pequeños. 

No era estúpido y había sabido siempre de los sentimientos que Maisie profesaba por mi amigo. No creí que él se atreviera a acercársele, pero todo se confirmó cuando vi a Tobías besar a Maisie en medio de la sala sin importarles que los demás vinieran en cualquier momento y los descubrieran.

—Maisie dudo que nuestro padre esté contento con este espectáculo bajo su techo.—gruñí con ferocidad y ambos se separaron. —Espero que me digas que tus intenciones con mi hermana conducirán al matrimonio porque si no es así, considérate hombre muerto Tobías Carson.

Las mejillas de mi hermana estaban rojas y sus labios hinchados, mientras que el hijo de puta de Tobías sonreía.

—¡Espero una respuesta! —espeté furioso.

—Alejandro…

—Por supuesto que quiero casarme con ella, amigo mío. —enfatizó Tobías interrumpiendo a Maisie. Mi hermana y yo fuimos los más sorprendidos.

“De verdad esperaba que se negara para matarlo a golpes por meterse con mi hermanita” –pensé decepcionado. Tobías  rodeó los delgados hombros de mi hermana con su musculo brazo y la atrajo hacia él.

—Seria de mala educación anunciar la noticia, ahora es tu momento con la hermosa Maeve. Pero tranquilo, no perderemos el tiempo. —Maisie parecía no tener palabras y balbuceaba sin decir nada en absoluto.
Me acerque a ellos con mi mirada asesina completamente enfocada en Tobías. Él no se mostró intimidado a pesar de que lo superaba en estatura.

—Si le haces daño te haré pedazos.

—Hemos sido amigos por mucho tiempo Alejandro, sé que cumplirás tu amenaza pero te afirmo que yo cumpliré con el mayor de los placeres.

—¿Qué sucede aquí? —preguntaron a nuestras espaldas. Voltee encontrándome con nuestros padres y Sarah al lado del señor Rowan. Mi padre miraba a Tobías con el entrego fruncido porque él aún mantenía a Maisie junto a él —Alejandro. —dijo mi padre dejando entrever que quería que yo explicara la situación.

—Padre tendrás que hacerte a la idea de que tus hijas serán mujeres casadas dentro de muy poco tiempo. Tobías desea cortejar a Maisie. —expresé con calma, solo mi madre y Sarah se mostraron emocionadas, ignorado la tensión que se había formado entre todos nosotros.

///////////////////
MAEVE.
Después de toda esa conmoción sobre las próximas bodas de las hermanas de Alejandro y los hombres Carson. Mi amado se veía más serio casi enojado, seguro eran sus celos de hermano mayor hablando por él después de todo Maisie y Sarah eran muy preciadas para él.

Estábamos a solo un día de la boda y como si hubiera vuelto en el tiempo, a la época en la que Alejandro y yo nos escapábamos de nuestros dormitorios. Él vino a buscarme durante la noche.

—Ven conmigo mi luna —pidió y no lo pensé dos veces. 

Tomé la mano de Alejandro para salir de la hacienda a hurtadillas mientras todos dormían. Cabalgamos hacia el rio, donde a orillas había una manta estirada en el suelo y leña apilada para una fogata. Observé como Alejandro comenzó a encenderla con la vela de la lámpara que habíamos traído y avivó el fuego para que nos sentamos una al lado del otro frente a la cálida fogata.

—¿Por qué estamos aquí? —pregunté con curiosidad.

—Dentro de unas horas seremos esposos…

—Sí, ¿y? ya es muy tarde para que te arrepientas. —dije con una sonrisa.

—Nunca podría arrepentirme, sería un completo idiota. Lo que quiero es que… Ahs, llevo planeándolo tanto tiempo que ahora no tengo palabras —lo miraba y él se veía tan nervioso e inseguro —Maeve nunca he conocido más allá de la hacienda y el campo. Lo que deseo decirte es que al casarnos nos vayamos a conocer el mundo. Quiero conocerlo todo pero contigo a mi lado, mi luna.

—Alejandro…—él sostuvo mis manos entre las suyas grandes y cálidas.

—Por favor di que sí, acéptame y se quién me acompañe en este viaje. Te amo, solo a ti, no necesito que el destino me diga a quien amar porque yo decido pasar el resto de mi vida a tu lado. —mis ojos estaban llenos de lágrimas contenidas.

—Por supuesto que quiero. Te aceptaría mil un y veces…

////////////
El día estaba precioso. Había un improvisado altar y todas las personas que les importaban a los novios se encontraban ahí. Alejandro se sentía nervioso, veía un montón de auras de todos los colores pero cuando su novia llegó, ella opacó a todas las demás. Maeve usaba un hermoso vestido rosado viejo, con flores bordadas a las mangas y parte la falda, los rizos rubios iban sueltos a lo largo de su espalda pero recogidos en la parte de arriba y finos aretes adornaban sus orejas.

Parecía una princesa de cuento. Esa era mi luna, la mujer que estaba caminando hacia mí para convertirse en mi esposa.” —pensaba Alejandro, mientras su novia estaba cada vez más cerca de él.

Maeve rio por la expresión embobada en el rostro de Alejandro apenas la vio. Su padre la entregó a su novio y en el momento que sus manos se tocaron sintió como si un lazo más fuerte se creará entre los dos.

—Te tomo como mi esposa y desde hoy todo lo mío es tuyo. Prometo honrarte, amarte y respetarte hasta el último día de mi vida, Maeve. —juró Alejandro mientras sostenía su mano unida por aquel lazo y colocaba el anillo en el dedo de su esposa. Los ojos se Maeve se aguaron, mientras los oscuros ojos de Alejandro la miraban llenos de ternura, adoración y amor.

—Te tomo como mi esposo y desde hoy todo lo mío es y será siempre tuyo. Prometo honrarte, amarte y respetarte hasta el último día de mi vida, Alejandro.

—¡Los declaro marido y mujer! Puede besar a la novia —el padre no tuvo que decirlo dos veces porque el novio ya se había apoderado de la boca de la novia en un ardiente beso que escandalizaría a más de uno.

/////////////

No estoy llorando!!😭😭 Se me metió una basurita al ojo... Es que no Puedo creer que este sea el final....

©TODO POR AMOR. Trilogía: Amores Verdaderos 2Where stories live. Discover now