Ablandando Un Corazón 💗✨

06

                                                                     Cuando Severus cumplió el capricho del niño fue a pagar todo, le había salido más barato de lo que esperaba.

Ahora ya tenía suficiente fórmula y biberones para sobrevivir unas semanas. Otra cosa que lo ponía feliz era ver qué el mocoso ya tenía más ropa, no le gustaba la idea de que el niño anduviera por la vida con ropa que le apretaba, la que Lily le dejo ya la había agrandando las veces suficientes como para que empezará a quedar algo rota. Camino a la mansión Harry estaba muy feliz con su nuevo peluche, se lo ponía en la cara y se restregaba contra el.

-Genial, ahora le hace más caso a un huron.- hablo el mayor viendo con gracia como el niño reia solo de agitar aquel animal de tela-

Ya estaba extrañando los jalones de greñas que le solia dar el niño cada que estaban en la calle.

-Ya ni siquiera estás escuchando nada de lo que te digo- tal vez ese Huron en unos días desaparezca misteriosamente-

Cuando llegaron a la mansión Snape dejó al niño en la sala con unos hechizos de protección en lo que guardaba las cosas que había comprado.

Hasta ahora se daba cuenta que cosas tan básicas como una estufa no las tenía en casa, normalmente salía a comprar comida y la calentaba con su varita. Con el niño ahí eso no sería correcto, el tenía que comer comida real, no cosas recalentadas y compradas en lugares con procedencia extraña.

Pero antes de comprar una estufa....tenía que aprender a cocinar, nunca había querido hacerlo pero ahora le tocaba aprender. Ni que fuera tan difícil, solo era quitarle lo crudo a algunas cosas, nada del otro mundo. También tenía que comprar más cubiertos...tanto para adulto como para niño, el medimago le había dicho que ya era hora de empezar a darle probadas de comida a Harry para que se fuera acostumbrado. Como así de que el niño no podía tomar leche toda su vida?

Así sería todo más fácil, pero bueno el experto era ese señor que lo atendió.

-Apaaaaa!!!! -se escucho desde la sala-   

Alarmado porque algo le hubiera pasado al azabache salió corriendo hacía el lugar de donde provenia el grito.Cuando llegó vio al niño bien,sin ningún rasguñó y no estaba llorando.

-Que pasa mocoso? Porque gritaste de esa manera me asustaste.

-Ño tabash - El niño ya sabía decir muchas más palabras, se le habían pegado unas que otras, trataba de aprender la mayoría cada vez que escuchaba lo que su apa decía- on tabash

-En la cocina, guardando tus cosas -el niño rio al escuchar que tenía algo de su propiedad, de la emoción aventó el Huron pero al notar lo que hizo gateo cómo pudo hasta el peluche y lo "sobo"- te lo acabo de comprar, no entiendo tu obsesión por ese animal, había cosas mejores en la tienda

-Ta boñish - al mayor no se le hacía nada bonito esa cosa- 

-Si tú lo dices -dijo mientras soltaba un bufido- pero anda trae eso que se va ensuciar- trato de quitarle el peluche al niño pero solo recibió un grito.

-No!!- se aferró al animal- Mío!

-Que genio te cargas mocoso.- se alejo- iré a guardar lo que falta quédate aqui con TU huron, ni quién lo quiera.

-E llama dagon   -Como le vas a poner a un animal el nombre de otro animal, acaso no tienes imaginación?- Harry rio, la verdad no había entendido nada de lo que dijo pero se veía chistosa la cara del mayor-

Ahora que lo pensaba se estaba viendo infantil al hablar de esa manera con un niño de año y medio, pero bueno con ese mocoso en la casa ya nada le sorprendía.

Aunque bueno si algo le agradecía a ese peluche era que con eso Harry estaba entretenido y ya no pedía tanto los adornos de la casa con los que solia jugar cuando el mayor genia que trabajar. Cuando llegó la hora de la comida fue casi un infierno para Severus ya que el niño no dejaba de decirle que no podía dejar en la sala a aquel Dragón ya que este le estaba diciendo que no quería separarse de el, ahora resultaba que hasta hablaba el mentado animal.

-Harry,entiende que si comes con esa cosa alado se va ensuciar- trato de jalar el peluche pero el niño se aferró a el- si Dragón se ensucia lo tendré que lavar y no lo tendrás por almenos un día, quieres que dragón se aleje de ti?-el niño nego rápidamente- entonces déjalo en la silla de alado y come.

Parece que su grandiosa idea había resultado ya que el mocoso dejó al hurón en una silla vacía y dejo que Snape lo alimetara agusto. Harry se estaba adaptando muy bien a la comida, era nuevo para el pero al parecer no le molestaba probar cosas nuevas

Aún le costaba un poco masticar cosas, por eso Severus optaba por darle sopas o papillas, o en su defecto cosas más blandas las cuales el niño comía con gusto.

La hora de la comida solia ser entretenida ya que no solo era cuestión de alimetarse, juntos jugaban y se divertían, creando hermosos momentos juntos.
Severus se las ingeniaba para hacer comer al niño, lo podían ver haciendo extraños sonidos para que Harry accediera a comer como se debe.

El resto del día paso con tranquilidad.  Cuando la hora de dormir llegó Snape llevo al niño en brazos hasta el cuarto, aún no quería que durmiera en cuna no estaba listo para dejaron ir, con la noche una fuerte lluvia azotó los alrededores de la mansión Prince, haciendo que el niño se pusiera a llorar sin parar. 

No le gustaba el sonido de esos truenos, le recordaba el sonido de la luz verde que hizo que su mami cayera al suelo, y es no le agradaba para nada. Cada vez que un trueno sonaba el grito de Harry se hacía más fuerte, causando que un hombre de pelo negro entrara en desesperación al no saber que tenía exactamente el niño.

Tenía a Harry en su pecho pero cuando quiso dejarlo en la cama para poder cambiarse el mocoso se aferró a él poniéndose a llorar más.

-Harry me tengo que cambiar, con ropa no puedo dormir.

-Ño e vayash -tenia miedo de que la luz verde también lo hiciera caer, no quería que también lo alejaran de el como lo hicieron con su mami-

No queria que Harry se pusiera peor así que mejor se volvió a acostar y se puso de nuevo al niño en el pecho, el cual no dejaba de sollozar, ante el más mínimo movimiento que hacía el niño se aferraba más a él y comenzaba a llorar de nuevo.

-Aqui estoy cariño, no me iré, papi está contigo...