021. La crónica de una muerte anunciada.

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     Un hermano probablemente sea el mejor obsequio que un padre le puede otorgar a su hijo, porque no solo está otorgándoles a una persona que compartirá la etapa más inocente de la vida contigo, sino que aceptará y amará cada uno de tus defectos, errores, sonrisas maliciosas, altibajos y problemas que hagan un verdadero esfuerzo por derribarte a lo largo de tu existencia terrenal; Siempre que no intentes algo que pueda lastimarlos, claro está. Deku sabe mucho de ello. Creció como el menor de dos hermanos. La mayor parte del tiempo, era opacado por las habilidades atléticas de Midoriya Uzaki o lujosos trofeos de primer lugar en concursos de matemáticas, historia universal, ferias de ciencias alabando su proyecto y un sinfín de disciplinas que ni siquiera sabía que existía. Sin embargo, eso nunca derribó sus ánimos de vivir con plenitud.

Solo eran dos niños adorando su relación sanguínea. Miraban programas de televisión juntos cuando las clases obligatorias finalizaban, corrían por los pasillos del supermercado para escoger el cereal correcto para la despensa mensual, despertaban a las cinco de la mañana cada veinticinco de diciembre para rasgar el papel que cubría los regalos de navidad y limpiaban las heridas del contrario cuando se lastimada, pidiéndole a los médicos sanarlo pronto. También peleaban como perros y gatos por conseguir la parte más grande de la tarta de cumpleaños, pero conocían lo suficiente sobre la lealtad como para no permitir que su vínculo se rompiera por una simple discusión o insulto. Probablemente eso los ha hecho divertirse con el futuro de la humanidad, moviendo los hilos de las problemáticas sin mostrar sus verdaderas intenciones y planificando estratégicamente cada movimiento. Eran niños comunes, pero no personas corrientes. Los hermanos Midoriya disfrutaban jugar a ser Dios. Y, por lo menos a Satanás, el príncipe de los demonios, eso no le resultó bastante bien.

El nuevo Rey camina por los pasillos del hospital en absoluto silencio. Tiene la sensación de un nudo apretándole la garganta, orillándolo a ordenar sus pensamientos y desviar su atención a las pequeñas nubes que surcaban el cielo azul a través de las ventanas, acercándose a la denominada zona muerta. En términos simples, el lugar donde Kaminari Denki sería enfrentado y condenado por sus actos de traición en contra de la Sociedad de Héroes con Midoriya Izuku como el único juez. No sabe qué hacer o decir cuando escuchara su versión de los hechos; Y eso era preocupante. Desde infante se ha caracterizado por tener una respuesta hacia cualquier cometario o pregunta, sin embargo, no se le ocurre ninguna palabra para reconfortar su propio corazón.

Le pidió tantas noches al todopoderoso por estar equivocado. Por no confirmar la identidad de su mejor amigo dentro de U.A. como el villano que filtró la información personal de los aspirantes y héroes profesionales al hombre que lo quiere tres metros bajo tierra, pero, una vez más, le ha pedido favores a la persona incorrecta. Suelta un suspiro antes de cruzar una puerta metálica. Los vellos de su brazo se levantan como si fuera poseedor de un sexto sentido cuando la palma de su mano izquierda conecta con la superficie fría. Y los fantasmas de un pasado que no tiene oportunidades de volver sujetan su pantalón, sudadera y hombros en un desesperado intento por llevarlo en dirección contraria; Cuando ponga un pie sobre la sala que divide el séptimo piso de las instalaciones, no habrá vuelta atrás. El rubio de peculiaridad eléctrica que compartía recreaciones de batallas legendarias en colegios de magia u horas de castigo por reprobar los exámenes parciales de EraserHead desaparecería para siempre. O, tal vez, nunca existió realmente. En su lugar, solo quedaría la sonrisa de un joven villano que ha fracasado en su misión por trastornar el mundo como lo conocíamos.

Relaja su respiración, empujando el único acceso y encontrándose una silueta erguida admirando el paisaje de la metrópolis, tan calmado y rebosante de felicidad como solo Kaminari "Me jodo con mi propia singularidad" Denki puede ser. Piensa que sus ojos lo engañan cuando el traidor golpea el cristal blindado con su dedo índice derecho, recargando su barbilla sobre la palma contraria y asustando a una pequeña mariposa que descansaba del otro lado.

𝐈𝐋𝐄𝐆𝐈́𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐇𝐄𝐑𝐄𝐃𝐄𝐑𝐎 ───── DEKUKATSUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora