𝐈𝐋𝐄𝐆𝐈́𝐓𝐈𝐌𝐎 𝐇𝐄𝐑𝐄𝐃𝐄𝐑𝐎 ───── DEKUKATSU

023. Asfíxiame lentamente.

Algunas personas confían ciegamente en las plegarias que realizan para el Dios supremo de la religión católica en un desesperado intento por atrapar un milagro que tranquilice los días áridos, mientras que otros piensan que sus mandamientos y figuras principales son erróneas, optando por seguir distintos movimientos que marcaron el destino de la humanidad. Nadie asegura la existencia de un ser omnipotente y omnipresente que baje del paraíso cuando las cosas finalicen para la sociedad como la conocemos, pero les gusta pensar que su destino está en las manos de otras personas. Tal vez por miedo a fallar o solo porque buscan justificar todos los tropiezos que cometieron a lo largo de su vida, buscando paz, amor, serenidad y un castigo para los impuros de corazón.

Ese lunes por la mañana Izuku pensó que tendría la suerte suficiente para conseguir la nota mínima aprobatoria en el examen diagnóstico que Aizawa realizó sobre los conocimientos elementales que obtuvieron en primer año, pero las cosas no siempre salen como uno quiere. Debatiéndose entre ver sus resultados finales mientras sus compañeros de clase terminan los deberes, salen por aire fresco o simplemente hablan sobre los próximos ingresos al curso de héroes, mira fijamente la hoja en blanco frente a él. Solo necesita girarla para saber si es momento de creer en Dios y unirse a una secta religiosa, porque su novio y mejores amigos le cortarían la garganta cuando vean la enorme cantidad de tinta roja sobre las respuestas. Muerde su labio inferior al mismo tiempo que realiza una secuencia de golpes sobre la superficie del mueble con la punta de sus dedos. Toma el valor que necesita para enfrentar las consecuencias de no prestar atención en clases y lanzarle su libro de matemáticas básicas a un pato que lo persiguió tres semanas antes de comenzar las evaluaciones finales. Entonces, sujeta el borde inferior del papel, dándole un giro brusco mientras Kirishima habla de lo genial que sería tener una memoria fotográfica o singularidad que le permitiera retener información.

Santísima Madonna, ¿Por qué nadie le avisó que es más sencillo vender drogas sin ser atrapado que obtener un certificado de preparatoria?

¡Ha reprobado cuatro de cinco asignaturas! Aterrorizado por las correcciones de EraserHead en cada pregunta, coloca el examen en posición inicial, como si fuera suficiente para eliminar las situaciones problemáticas que vendrán. Pone sus brazos sobre la razón de su muerte prematura y mira con auténtica preocupación a un punto fijo en la pizarra colgando en la pared frontal, causando revuelo en las expresiones del pelirrojo y buscando la manera de no ingresar a clases intensivas teóricas por las tardes. No está seguro de soportar a Present Mic hablándole sobre el pasado progresivo en idiomas que no le interesa conocer.

—¿Cómo te fue en el examen? —pregunta Eijiro finalmente. Izuku no le dirige la mirada, simplemente desliza la hoja hasta su dirección con precaución impecable. Si no lo conociera como la palma de su mano, diría que su compañero de combate está ensimismado con pensamientos demoniacos sobre traumas que psicólogos y psiquiatras no pueden solucionar.

—Realmente voy a morir. ¿Por qué Dios me sigue dando las peores batallas si sabe que soy su guerrero más idiota? —enreda su cabello rizado entre los huecos que se forman entre los dedos de la mano. Y pensando que no puede ser un resultado que merezca la pena de muerte en yuuei, Kirishima analiza el contenido.

Por todos los héroes, ¡Obtener calificaciones negativas en un examen diagnostico debe ser inconstitucional!

—¿Reprobaste cuatro asignaturas? —expresa cuando garabatos rojos señalan equivocaciones, otorgándole un resultado insatisfactorio. No tiene palabras congruentes para explicar los motivos que lo llevaron a ser el último lugar en la tabla de calificaciones, que, si bien todavía no eran publicadas, juraría que tienen el nombre y apellido del próximo Símbolo de la Paz en el mundo.

Lo miró desvelarse durante noches completas subrayando conceptos, leyendo una cantidad ridícula de información para alimentar sus conocimientos sobre un tema que no quedó completamente claro en las sesiones matutinas y buscar ejercicios que refuercen los datos que obtuvo a través de páginas confiables en la red, pero nada parecía ser suficiente para ganar un seis.