RED | PASADO: ¿En serio?

III

Pero antes de Izeth contestara con un puñetazo en el brazo, una grave voz que retumbaba en el fondo del pasillo los alerta.

—¿¡Qué están haciendo allí!?—

Ambos se miraron como si fueran visto un fantasma.

— Ay no...— Dicen al unísono los hermanos.

A paso apresurado se acerca el sujeto que los llamaba.

Pero al alcanzarlos les da un rápido y firme abrazo a ambos, seguido de una palmada en la espalda, sorprendiéndolos.

Se trataba de "El Patrón" o más bien para ellos, Olger.

Los dos creían que los iba a reprender por algo, por ejemplo, llegar tarde a la oficina y haber hecho que su padre saliera a buscarlos.

El Patrón es un hombre que su edad oscila entre los 50 y 60 años, pero su característica fuerza aún prevalece, confirmándose en los fuertes abrazos que les da a sus hijos como saludo.

— Sabel, te está esperando Lentin y Liam1 adentro ¿Te acordaste de traerme el folder que te pedí?— Dice dirigiéndose a Sabel con aún su mano en el hombro de Izeth para hacerle entender que luego le tocaba a él dirigírsele.

Sabel aprieta los labios dándose cuenta que tenía vacías sus manos y que había olvidado el material solicitado.

— Oops... Creo que lo dejé en el auto.— Dice con una sonrisa piadosa.

Izeth se queda mirando a Sabel y este le devuelve la mirada nerviosa. Se enviaron señales con ese cruce de miradas, pero antes de que salieran corriendo al parqueadero, su padre interviene.

— Bueno ¿Y entonces?¿Esperas que vaya por ellos? Necesitamos esos papeles para ya mismo.— Ordena Olger mientras se mira el reloj en su muñeca y luego le dirige una mirada matadora a Sabel para que se retire lo más antes posible.

Tan pronto el aspirante de psicología se marchó, Izeth vio en cámara lenta como su única salida de esa tarde bajaba las escaleras.

Fue casi al instante que también decide irse con Sabel, pero antes de que el menor diera un paso, Olger lo detiene sosteniendo ligeramente el brazo del mismo.

— ¿A dónde vas? Tenemos que hablar de un asunto.— Dice en un tono neutro.

A Izeth se le da un escalofrío en la espina dorsal, le molesta sentir que alguien esta entrometiéndose en su "zona de dominio" o mejor dicho, alguien está intentando dominarlo cuando el es igual.

— Voy acompañar a Sabel.— Dice volteando a mirarlo, mientras que se suelta del agarre de su padre disimuladamente para proceder a meterse ambas manos a los bolsillos.

— Pues el puede ir solo, ni que se vaya a perder.— Se detiene a pensar en su próximo diálogo.— Mejor cuéntame ¿Qué tal el colegio hoy? No estarás haciendo desastres y tratando de que no me llamen a dar quejas eh...—

Izeth retrae sus hombros, muy raras veces está solo con Olger y que le de atención de esa manera específica.

—Mmh... Pues.... Bien. No por ahora.— Tira la mirada al suelo.

Olger suelta una carcajada y le da un abrazo al peliteñido, esta vez colocando la palma de su mano en su espalda para empujarlo hacia su dirección.