VIII

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— Oh, Sí. Lo olvidaba.— Ristina le extiende el pañuelo de vuelta.— ¡Muchas gracias!— Sonríe aliviada.

— Ohm... puedes quedártelo, no te preocupes.— Dice Izeth imaginándose la situación incómoda de llevarse fluidos nasales de una desconocida en su bolsillo hasta la noche para poder lavar su pañuelo.

La pelirroja mira apenada al Asrapse con una expresión de adulación, Izeth para desviar la atención se esfuerza por generar otra conversación, rogando internamente que su hermano Lentin viniera al rescate.

Se dio cuenta que la chica no tenía intenciones de irse, se sentía acosado, entonces para relajar la tensión se apoya en el reposabrazos del sofá con las manos metidas en los bolsillos, jugando con el par de monedas que llevaba allí.

— Y... ¿Se puede saber por qué razón... la tristeza?— Ya ni sabía cómo dirigirse a ella, si por usted o seguirla tuteando.

— Ehh... yo... son muchas cosas... Heehe.— Se rasca la nuca.— ¿Si me entiend-des?... digo... como cuando acumulas muchos... problemas y sólo quieres llorar.— Mira al suelo recordando cómo había llegado ahí hace un par de minutos, se perdió un buen rato en sus pensamientos ignorando la impresión del joven que la acompañaba.

El peliteñido se da cuenta del nuevo bajoneo de animo que expresó la chica, apenado intenta reformular otra pregunta.

— B-bueno fue mala idea preg—.—

— ¡N-no es nada! Quiero decir... ahh... odio estas reuniones...nunca me recibir a mi bien...—

— Tampoco me gustan estas reuniones...—

— ¿También tee...te trataron malo?— Mira con inocencia muy atenta.

— Ohhh no no, las odio porque encuentro más divertido estar en el parque o dormir. Jaja ¿Las veces que me han tratado mal?...— Se rasca su mentón pensando si decirlo o no, pero menciona su recuerdo piadosamente.—Ha sido una, no pude soportar estar con una loca que me obligaron a tener por novia y terminaron culpándome a mi.—

—¡Oh! ¡Yo también! ¡P-pero...! Fue a mi a quién dejaron... a todos los apellidos que mi madre me presenta no...les sirvo... terminan arrepintiéndose con estúpidas excusas, cuando lo que realmente quieren decir es que les parezco de mal gusto...—

— ¿Mal gusto? Pero si luces... bien...?—

Ristina da un pequeño salto erizándose, su cara en cuestión de segundos estaba roja de la vergüenza.

—¡No lo creo n-no mientas!— Toma un mechón de su cabello y lo aprieta mirando a Izeth nerviosa.

— ¿Cómo no? Muchas chicas envidiarían tu cabello natural y ese color de ojos.—

— A-ahh... ¿Eso crees?—

Se le acerca esperando la respuesta final del peliteñido.

— ¿...Sí...?— Se ríe nervioso.

De repente, la pelirroja se lanza a Izeth abrazándolo fuerte por la cintura.

— ¡G-Gracias! — Pausa.— Eso me reconforta viniendo de un extranio.—

Izeth contiene el aire que tomó en breve a esa acción.

Este intenta no reaccionar, pero a sabiendas de que la chica se sentía mal y seguramente hizo ese repentino movimiento desconociendo qué tradición tenga, le dio dos palmadas en la espalda para no comprometerlo con un abrazo entero.

"Lo que debo hacer cuando estoy en estos lugares"

Pensó con un ligero sabor agrio.

Normalmente no haría eso con cualquier persona en la calle, pero frente a cualquiera que estuviera en un lugar donde es obvio la presencia de representantes de colonias importantes que vienen a negociar, tenía que actuar su personalidad.

RED | PASADO: ¿En serio?Where stories live. Discover now