XXIX

150 10 14
                                    

[ Ese mismo día, sobre la una de la tarde ]

"Hola gordo,

lamento no poder contestar las llamadas, es casi final de mes y estoy cerrando inventario.

Sobre lo de ese día,

comprendo que estés mal, pero ya eres un hombrecito, échale ganas.

Agarra por los cuernos el toro como dice el dicho.

Ja, ja, ja.Pero no te agarres los tuyos.

Broma.

Si puedes nos vemos el otro fin de semana".

«Qué aburrido se volvió el día desde que te hiciste administrador, Jainer».

Guardó el teléfono en su bolsillo, arrastrando cada paso por la acera.

«Sería buen momento para echarlo a perder con Ristina. Pero, no sé qué sería peor en este punto. Cancelar la unión por mano propia o esperar a mi padre que sea informado por esos imbéciles». Se distrajo espectando a la gente que pasaba por en frente. Unos al mirarle su uniforme, gesticulaban una mueca de rechazo; otros se fijaban en el detalle de su rostro y ladeando la cabeza como desaprobación.

Se encogió de hombros y caminó a paso apresurado a su segundo destino, después de Jainer.

«Deseaba abandonar mi familia desde el divorcio pero, no entiendo por qué ahora me causa pavor imaginarme sin ellos. Aunque extrañe y desee más la atención de mi madre, es como si quisiera seguir despertando al lado de mis hermanos y mi viejo, en paz». Inhaló una bocanada de aire, soltándolo en un ruidoso puchero.

Insistió en el llamado del timbre. «¿Seguirá viviendo aquí?». Se preguntó a la espera de la recepción.

Estuvo a punto de darse la vuelta, pero cuando la puerta se abrió, se quedó sin palabras al encontrarse con Evastian, mostrándose cubierto de golpes y magulladuras.

Tuvieron un breve contacto visual que lo decía todo. El peli teñido entró agitado, haciéndola a un lado mientras, ella daba un vistazo a la calle.

— Ahora qué... —. Susurró Eva al tiempo que cerraba la puerta —. ¿No fuiste a casa a cambiarte? —. Sacaba una bolsa de gel del congelador —. ¿Por qué parece que barriste el suelo con tu cara? —, le estampaba con brusquedad la bolsa al rostro, haciéndolo exclamar un sonido de dolor.

Izeth seguía inmerso en su perturbada mente. «¿Debo darle una explicación?». Lanzó una mirada de reojo a la joven. «Planeo quedarme aquí. No quiero ver la cara de mis familiares».

—¿Hola? ¿Estás ahí? —, chasqueó los dedos para llamar su atención.

— No sé... —. Musitó, controlando la ansiedad con el tic de su pierna —; no quiero ver a mi familia hoy.

Apenas Izeth rompió su silencio, la joven reaccionó enderezando su postura, mostrando que estaba lista para escuchar atentamente la nueva historia trágica que, su complicado amigo estaba a punto de contarle.

— Ajá... —. Acotó con suspicacia, cruzándose de brazos —. ¿Te madreaste con tu padre de nuevo? —. Entrecerró los ojos, acercándose con un aire de misterio. —; o ¿Qué ha hecho Izeth Azrapserocci para que esté tan callado?

Tras escuchar lo último, el joven exhala un pesado suspiro, volteándole a ver con esa mirada de genuina fatiga.

— ¿Podemos acostarnos mientras?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 30 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

RED | PASADO: ¿En serio?Where stories live. Discover now